VALÈNCIA. Adiós al Gobierno del Rialto conformado por Compromís y PSPV después de ocho años al frente del Ayuntamiento de València. Las elecciones municipales celebradas este domingo 28 de mayo dieron una clara victoria al PP liderado por María José Catalá, que será la alcaldesa de la ciudad con un total de 13 concejales. Un resultado holgado que, con el apoyo de los 4 ediles logrados por Vox, le permite recuperar uno de los bastiones del PP, donde los populares gobernaron durante 24 años con Rita Barberá al frente.
La victoria del PP es todo un jarro de agua fría para los dos gestores actuales, que no solo pierden la vara de mando tras dos mandatos, sino que también han visto cómo un importante puñado de votos se han quedado por el camino respecto a las elecciones de 2019 (en el caso de Compromís) o que el apoyo a sus formaciones en cierto modo se ha estancado en la ciudad, en el caso del PSPV. Dos escenarios que invitan a la reflexión en el corto-medio plazo a nivel orgánico.
Así, el 'efecto alcalde' de Joan Ribó (Compromís) no caló en el electorado este 28 de mayo, pues la coalición valencianista logró recabar 99.122 votos, 7.273 menos que hace cuatro años. Unas cifras que se alejan de forma significativa de las aglutinadas por los populares, que consiguieron sumar un total de 151.482 apoyos frente a los 84.328 de 2019.
Con los números sobre la mesa, la coalición integrada por Més, Iniciativa y VerdsEquo tendrá una representación en el Consistorio de 9 concejales, uno menos respecto al mandato pasado. Precisamente, el que permitió que el bloque de izquierdas sumara 17 ediles en el Consistorio en 2019 y, por tanto, que revalidaran la vara de mando que ya ostentaban desde 2015. Con la pérdida de ese concejal, la izquierda perdió este domingo la Alcaldía de la capital.
Una circunstancia a la que tampoco sumó el resultado obtenido por los socialistas, pues el número de papeletas del PP en València prácticamente duplicó los apoyos recibidos por el PSPV en la capital, donde los socialistas de Sandra Gómez consiguieron 78.499 votos.
La cifra, a pesar de aumentar en más de 4.000 respecto a los últimos comicios locales, no fue suficiente para que el partido lograra incrementar su representación, por lo que la formación se tendrá que conformar con 7 ediles en el Cap i Casal, pero también con seguir siendo la tercera fuerza en la ciudad. Es decir, mismo escenario que el que tienen actualmente.
En los últimos días, las expectativas en el PSPV eran elevadas. De hecho, aspiraban incluso a dar el sorpasso a Compromís, que hasta este domingo era la fuerza más votada desde hacía ocho años. Los valencianistas, no obstante, se mostraban más prudentes respecto a los resultados que podrían obtener. De hecho, el propio alcalde había subrayado en diferentes intervenciones públicas -la última vez en el acto central de campaña-, que las elecciones iban a estar muy ajustadas y todo se iba a decidir por un único concejal, como finalmente ha ocurrido.
Los dos escenarios, tanto el estancamiento del PSPV, como la pérdida de votos de Compromís, abren un periodo de reflexión en las dos fuerzas.
En el caso de Compromís, su candidato Joan Ribó mostró públicamente sus dudas sobre si presentarse de nuevo a lo largo del anterior mandato. En la valoración del resultado cosechado este domingo, el actual alcalde no deslizó cuál será su futuro inmediato: si mantenerse como portavoz en la oposición o dar un paso a un lado. Sin embargo, no sorprendería que pudiera hacer lo segundo tras cederle la vara de mando a Catalá, algo que dijo que él sí haría "a diferencia del PP, que a mí me la tuvo que dar un secretario del Ayuntamiento". El escenario dejaría a la número dos en la lista y exportavoz de Compromís en Les Corts, Papi Robles, al frente de la dirección de la oposición.
En cualquier caso, y sea cual sea la decisión de Ribó, la coalición valencianista se enfrentará a un duro proceso de reconstrucción de liderazgos después de haber contado, nada más y nada menos, con una figura tan relevante como la del alcalde.
El escenario en el PSPV podría no diferir en exceso. La vicealcaldesa y candidata socialista, Sandra Gómez, se ha enfrentado como cabeza de lista hasta en tres ocasiones a los comicios sin haber podido recuperar un ayuntamiento que se resiste a los socialistas desde su pérdida en 1991. Los resultados de este domingo muestran un estancamiento en la ciudad que, junto al cuestionamiento interino que se hizo en su día a su candidatura, podría alimentar la salida de la dirigente socialista, si bien Gómez, como Ribó, no hizo mención a su futuro.