GRUPO PLAZA

el cudolet / OPINIÓN

El anticlericalismo valenciano del derecho a la fiesta

6/05/2023 - 

Existe demasiado arraigo en nuestro territorio a las festividades religiosas, en un país que se declara abiertamente acofensional y que cada vez el catolicismo disfruta de menos presencia e influencia en la sociedad española. 

Fue el gobierno del PP, liderado por Mariano Rajoy, quien propuso en 2011 acabar con los macropuentes. Aquel gobierno popular y liberal debería llegar a un acuerdo con la Santa Sede para trasladar a lunes algunas festividades nacionales de oficio religioso. 

Lógicamente, no iban a estar entre las nominadas ni Navidad ni Reyes, ni Viernes Santo. Candidatas, Inmaculada y Asunción, fechas que se podrían utilizar de comodín para estirar los fines de semana. Aquella propuesta me pareció interesante y evidentemente no acabó por materializarse. Una verdadera pena, la posible reforma del calendario laboral era valiente y sensata para una sociedad libre de humo y religiones. 

La ciudad de València pasó de pilotar bólidos en La Marina, derecho al ocio y al jolgorio, a ser piloto del programa impulsado por el Ministerio de Industria en sacrificar un día de trabajo por uno en calidad de festivo coincidiendo con el Primero de Mayo. 

El mes de abril se ha estirado como un acordeón para miles de valencianos que han disfrutado de cuatro fines de semana de tres días. Los resultados y las estadísticas vendrán después, con un balance positivo o negativo para el mes de Julio, creo recordar por lo leído. 

En principio soy algo escéptico respecto a esta propuesta, más que nada porque en esta era del capitalismo, los hábitos del derecho al descanso, en gran parte de la sociedad española se han consumido en la obligación de consumir. 

Tengo conocidos que no sabrían qué hacer con tres días libres. Si les dijera de ir a la playa a retirar plásticos o al monte a limpiarlos, o a ir a ver una exposición, responderían con la salida de acompañar a sus mujeres de compras, al bar, o subirse a un avión o tren. 

También soy de los que opino que esto no tiene que servir para impulsar una carrera turística en la ciudades, por satisfacer las comandas de los sectores que alimentan al turismo. Al final sino cogemos los cuernos al toro, en las ciudades no se podrá ni respirar aire, ni pedalear, ni vivir. La gentrificación de los barrios es de actualidad y por desgracia le augura un gran futuro.

Lo que si me ha quedado claro respecto a la fórmula valenciana en la ciudad eterna de la fiesta, que es para bien, trasladar a lunes cualquier fiesta que interrumpa nuestra semana laboral. Con todos los conocidos y amigos que hablado están satisfechos por estos fines de semana largos. 

Este es un primer paso que debe dar cualquier gobierno que gestione la vida de los ciudadanos españoles. Detrás de la A va la B. Luego que cada uno celebre su confesionalidad íntimamente, entre amigos o en familia ¡Los lunes al sol!

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email


Quiero suscribirme

Acceso accionistas

 


Accionistas