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pese al acuerdo de morant con soler y bielsa, hay margen para sorpresas en el cónclave

El reparto de delegados: la carrera oculta en el PSPV por controlar el congreso y el partido

6/02/2024 - 

VALÈNCIA. El pasado lunes, la ministra Diana Morant alcanzó un acuerdo con los otros dos precandidatos a liderar el PSPV-PSOE, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, por el que ambos se retiraban y dejaban vía libre para que la exalcaldesa de Gandia se convirtiera en la próxima secretaria general de los socialistas valencianos a cambio de ser integrados en la futura dirección del partido.

Un hecho que se concretó este fin de semana con el llamado "Pacto de Torrent", por el que se anunció que Soler, además de mantenerse como líder provincial del PSPV de Alicante, ostentará el cargo honorífico de presidente del partido; mientras que Bielsa seguirá al frente de la formación en Valencia y será además vicesecretario general. 

Todo ello acompañado de fotografías, buenas palabras y gestos de conciliación entre los tres protagonistas, algo que ha querido apuntalar la nueva líder del partido insistiendo en la unidad necesaria en el PSPV para plantar cara al gobierno conformado por PP y Vox.


No obstante, el congreso extraordinario de los socialistas valencianos que se celebrará los días 22, 23 y 24 de marzo en Benicàssim entra, una vez concluya el proceso de recogida de avales y la proclamación de Morant este miércoles como única candidata y, por tanto, nueva secretaria general del PSPV, en una nueva fase también en cierto modo relevante: la elección de delegados que tendrá lugar entre el 4 y el 10 de marzo.

Una vez superadas las primarias -si se producen- donde todos los afiliados pueden votar, en el congreso socialista los delegados son los representantes de las distintas agrupaciones que son elegidos por los afiliados en sus respectivas asambleas, dado que no resulta operativo realizar un congreso donde reunir a los en torno a 18.000 miembros que tiene el PSPV. Fuentes del partido señalan que la proporción de representatividad es de un delegado por cada 40 militantes, lo que significa que podrán acudir al cónclave en torno a 450 delegados.

Así, aunque la nueva líder del partido ya está decidida, todavía hay varios órganos que se pueden votar en el cónclave socialista, y es ahí donde los delegados cobran importancia. La nueva dirección (Comisión Ejecutiva), que será propuesta por Morant, se somete a una votación en el pleno del congreso para su ratificación por parte de los delegados. En este proceso, si ha habido acuerdo como ha ocurrido en este caso, lo normal es que la propuesta salga respaldada con un muy alto respaldo de los asistentes. De no ser así, sería un indicativo que no ha gustado a algún sector el diseño propuesto por la nueva líder y deciden visibilizar su malestar.

No obstante, existen otros órganos relevantes en el funcionamiento del partido que eligen los delegados y que pueden ser interesantes de controlar, como son la Comisión de Ética y Garantías, también los representantes que se designen para la dirección federal... Sin embargo, el más importante es el Comité Nacional del PSPV, que es el máximo órgano entre congresos, con capacidad para marcar a la Ejecutiva y al propio líder. En el cónclave se deben elegir parte de los miembros del comité y existe la posibilidad de presentar listas al margen de la oficial, que obtendría representación si consigue un 20% de los votos de los delegados. Es decir, que si no existe un acuerdo sobre su composición entre Morant, Soler y Bielsa, podría ocurrir que se presentara una o más listas, lo que sin duda tensaría el congreso.

 

Obviamente, la lógica indica que cualquier líder del PSPV debe, a priori, tener una mayoría y control al menos en la Ejecutiva y también en el Comité Nacional, dado que, de no ser así, se encontraría a merced de otros sectores o dirigentes dentro de la formación socialista si en algún momento se produjera alguna discrepancia gruesa. Pero de la misma manera los exaspirantes que retiraron sus candidaturas se guardan la posibilidad de negociar con mayores garantías si disponen de un número de delegados importante en el cónclave, dado que pueden llegar a presentar listas alternativas a los órganos que rivalicen con la de Morant. 

Cabe recordar que la ministra había logrado un buen número de dirigentes que la respaldaran en su presentación y, dentro del partido, se daba por hecho que la militancia se inclinaría por ella en caso de duda. Sin embargo, la elección de delegados es un proceso más orgánico donde los cargos intermedios tienen mayor influencia, puesto que suelen elegirse a los activos más implicados en estos procesos. Más aún, también adquieren relevancia los llamados "congresillos de restos", que es donde se dirimen los delegados de agrupaciones que no alcanzan los 40 militantes, y cuya elección no resulta fácil de controlar. Es decir, que si Soler y Bielsa alcanzaran una alianza de delegados en el congreso, posiblemente tendrían más opciones de incomodar y condicionar a Morant de las que habrían tenido en las primarias abiertas a los militantes. 

En resumen, en la letra pequeña del cónclave, probablemente todavía quedan muchas cosas por dialogar entre Morant y sus compañeros de acuerdo en los próximos días, y seguramente también durante el propio congreso del mes que viene. 

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