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cuestiona algunas actuaciones de maría Oliver

Maite Ibáñez traza las nuevas líneas de Acción Cultural con más incógnitas que respuestas

La concejala anuncia, en su primera rueda de prensa, la creación de un consejo de programación o el reinicio de las relaciones con La Rambleta

11/10/2019 - 

VALÈNCIA. Era la primera rueda de prensa de la nueva concejala de Acción Cultural Maite Ibáñez, que tomó el relevo de María Oliver (de Podem) tras las pasadas elecciones locales. Había cierta expectación, porque tanto el Teatre El Musical (TEM) como La Mutant están viviendo momentos administrativos excepcionales (en el estricto sentido de la palabra 'excepción'). Se trataba de la presentación de la programación del TEM para el cuatrimestre de octubre 2019 hasta enero de 2020, la última a cargo de su primera coordinadora artística, Olga Álvarez.

Ibáñez ha aprovechado su primer acto con la prensa para dibujar algunas de las líneas de actuación de su concejalía en relación a estos dos centros culturales. Y la verdad, es que en estas se nota, por una parte, cierta enmienda sobre algunas de las principales actuaciones de su predecesora, y por otra, unas incógnitas que, ante el giro tan reciente y a la vez tan profundo que se quiere acometer, acaban superando a las propias respuestas.

El concurso del TEM: novedades y plazos

La coordinación artística de El Musical está vacante. Olga Álvarez ha dejado preparada esta última programación y en la próximas semanas se espera que se convoque otra vez un concurso, al que la propia Álvarez no descartó presentarse en una entrevista reciente a Culturplaza. Sobre el concurso, Ibáñez ha confesado que se ha encargado de "mejorar" los pliegos de la anterior convocatoria, incluyendo algunas de las sugerencias que le han hecho desde las artes escénicas: en este ocasión, contará también la experiencia profesional en teatros privados y la entrevista, que se hacía pero que no se traducía en puntos sobre el resultado final, vuelve a tener valor. "Soy una gran defensora del Código de Buenas Prácticas", ha destacado la edil, completando las palabras de Álvarez a este diario, en la que decía que es "más de meritocracia que de dedocracia".

De paso, Ibáñez ha anunciado la creación de una nueva figura, el consejo de programación. Un grupo de trabajo, formado principalmente por profesionales del sector y también por personal administrativo. Sus funciones, que estarían retribuidas, serían principalmente las de evaluar el cumplimiento del plan estratégico de la coordinación artística y las de proponer actividades para completar la programación en la línea del plan estratégico de cada centro cultural. Este grupo, cuya naturaleza y concreciones de funcionamiento aún se están definiendo, tomando como ejemplo otros centros culturales de España, se espera "renovar al menos en parte una vez al año" y con esta medida esperan "no verticalizar tanto las decisiones artísticas, sin renunciar al proyecto de cada espacio". La Mutant y el TEM tendrán consejos propios y en estos estará presente la persona que coordine el otro espacio para evitar contraprogramaciones.

Foto: TEM

La concejala también ha anunciado quieren impulsar el TEM como espacio más dedicado al teatro de texto y la dramaturgia, cediendo las artes vivas a La Mutant; además de dar más visibilidad a las compañías valencianas.

En cuanto a la programación a partir de enero, aún a esperas de que se convoque el concurso público, las incógnitas crecen aún más. La concejala "confía en que la programación no pare", aunque la resolución del concurso y la puesta en marcha de las líneas de actuación de la persona responsable muy difícilmente podrá estar a punto para diseñar nada que ocurra en los primeros meses de 2020. ¿Cuál será la solución entonces? Desde la concejalía aseguran que "es una decisión política no cerrar el teatro", que mantendría su cartel con compromisos habituales, como Dansa València, parte de la programación del Palau de la Música y cesiones de espacio. Sin embargo, no programarán en un sentido más explícito.

La escuela municipal de circo, en el aire

Hace ya más de dos años que en un acto similar al de ayer por la mañana, la entonces concejala María Oliver anunciaba que desde Acción Cultural se iba a impulsar un centro de formación de circo en unas naves anexas al edificio, pero sin salir del barrio del Cabanyal. El proyecto saldría adelante a través de un convenio con la Asociación de Profesionales de Circo y la Asociación Valenciana de Circo y en enero de 2018 dio como "un plazo realista" 2019.

La realidad ha sido otra muy distinta, el proyecto no avanzó y tan sólo se hizo un borrador "rápido" antes de las elecciones que, sin embargo, como se tenía que modificar, no se llegó a firmar. Preguntada por este proyecto, Maite Ibáñez ha afirmado que el proyecto estaba tan crudo que "los terrenos ni siquiera eran aún propiedad de Acción Cultural", algo que han conseguido arreglar en estos pocos meses de legislatura. Sin embargo, desde la concejalía han avanzado que el contenido de lo que será este "nuevo centro cultural" aún está por definir, algo que ya han trasladado a las dos asociaciones de circo que estaban implicadas en el proyecto.

En declaraciones a este diario, desde una de estas dos asociaciones afirman vivir con "mucho escepticismo" esta situación porque "ha habido muchas fotos y reuniones (incluso con arquitectos)" pero no se ha materializado en nada, aunque ya se han reunido con el nuevo equipo de gobierno y les han remitido todo el trabajo hecho hasta ahora por las asociaciones. 

De paso, quieren aclarar que el objetivo del centro no puede ser una escuela municipal, ya que los estudios de circo no están reglados en la Comunitat Valenciana, y por tanto no se podrían ofrecer grados de ningún tipo. "La idea desde el principio fue la de un centro pensado para el barrio, donde el circo tuviera un especial protagonismo, ya que la altura de estas naves es la óptima para estas propuestas", comentan. En 2018, Oliver y Álvarez hablaron de un proyecto sin acceso al público general, sino con una vocación eminentemente formativa.

Las relaciones con La Rambleta se restablecerán poco a poco

La relación entre la anterior concejalía y el auditorio público de gestión privada La Rambleta eran abiertamente malas, algo que acabó marginando al segundo de la dinámica del resto de teatros dependientes de Acción Cultural. En este sentido, la intención de la concejala Maite Ibáñez es la de "establecer una relación más fluida con La Rambleta". Segundos después ha corregido: "bueno, no más fluidas, sino simplemente fluidas, porque no había ninguna". 

Este acercamiento "no será rápido", pero ya se ha reestablecido el contacto. El objetivo es que, poco a poco, el centro cultural entre en la dinámica de Acción Cultural, siempre respetando su gestión privada pero "en comunión con los otros teatros".

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