VALENCIA. Tras años de debate sobre el futuro modelo de las patronales de la Comunitat, los presidentes de la autonómica Cierval, José Vicente González; y de las provinciales CEV (Valencia), Salvador Navarro; Coepa (Alicante), Francisco Gómez; y CEC (Castellón), Néstor Pascual; comparecieron este miércoles en una rueda de prensa para explicar "la solución" a su crisis, una elección que finalmente supone la continuidad de todas las entidades empresariales en apuros económicos.
La situación reclamaba un volantazo definitivo, y mucho se ha escrito en estos años sobre acabar de raíz con el problema eliminando las tres provinciales o la autonómica para poner fin a las duplicidades del actual modelo. Sin embargo, la hoja de ruta acordada por los empresarios no contempla ninguna baja. Se queda en una reorganización interna en la que nadie renuncia a su cortijo.
En concreto, la fórmula escogida para evitar el concurso de acreedores de Cierval consiste en una reforma de sus estatutos en la que las tres provinciales -que hasta ahora controlaban el 100% de la asamblea general- ceden una importante representación para dar entrada a nuevos socios, cuyas cuotas se espera que inyecten liquidez en la patronal autonómica. En consecuencia, habrá una nueva Cierval repartida entre más actores mientras las tres provinciales continúan como hasta ahora. Ninguna de ellas desaparece. Al contrario, tendrán más fácil su continuidad al contar ahora con la posibilidad de no pagar cuota a la patronal autonómica.
El nuevo reparto de la asamblea les garantiza un 30% de la representación, que se distribuirá a partes iguales entre CEV, Coepa y CEC. Este porcentaje de representación estará exento del pago de la cuota y permitirá que las dos últimas sigan en el organismo independientemente de los problemas económicos que les han llevado a impagar en los últimos años.
Ahora bien, si quieren tener un peso mayor sí deberán rascarse el bolsillo. Tendrán la oportunidad de hacerlo accediendo al reparto de otro 40% de la asamblea -este sí con cuota- al que podrán optar también las asociaciones sectoriales territoriales y los colegios profesionales. La única limitación para las provinciales será no rebasar un máximo del 30%.
Por último, el 30% restante de la asamblea será para empresas directamente asociadas, un modelo de éxito que ya aplica la patronal Valenciana CEV y que le ha permitido alcanzar una situación de estabilidad presupuestaria y de menor dependencia de los fondos públicos.
En resumen: los empresarios han acudido al rescate de las tres patronales en crisis. La alicantina Coepa -en concurso de acreedores- es tal vez la más beneficiada, ya que Cierval le condona una deuda del 95% y le permite conservar una representación del 10% en la entidad sin pagar un solo euro.
La castellonense CEC, por su parte, también resulta favorecida con la exención de la cuota de su 10% en la asamblea. No le vendrá nada mal, dado que se encuentra al borde de la suspensión de pagos. Y Cierval, que también está con el agua al cuello -en gran medida por los impagos de Coepa y CEC-, se dirige ahora hacia un horizonte de mayores ingresos -si se cumplen las previsiones-.
Cabe subrayar también que Cierval concentrará el grueso de la estructura técnica y administrativa con alrededor de 20 personas, mientras que las confederaciones provinciales se mantendrán pero con una estructura mucho más reducida de unas tres personas en cada una de ellas. Esto pretende traducirse en que la patronal autonómica sea la principal recaudadora de los fondos de participación institucional "que hasta ahora se estaban perdiendo en Alicante y Castellón".
Se da la paradoja de que la Valenciana CEV, la única que goza de buena salud financiera, es quizá la que más ha cedido, porque los nuevos estatutos de Cierval limitarán su representación a un máximo del 30% cuando hasta ahora disponía de más de un 40% que no tenía problemas para conservar. No obstante, su cómoda situación le permitirá acceder a una mayor presencia en la asamblea y gozar de mucho más protagonismo que sus provinciales vecinas. Además, como las otras dos, también se beneficiará de la rebaja de su cuota por el 10% gratuito.
No obstante, quienes de verdad asumirán el coste de este modelo serán los empresarios y asociaciones sectoriales que entren ahora en Cierval, firmas y entidades que en realidad ya forman parte de la patronal autonómica a través de las cuotas que ya pagan a las patronales provinciales. Los que ahora accedan a pagar para estar en la asamblea de Cierval asumirán, en consecuencia, un coste doble a cambio de una mayor representación.
Esta mayor exigencia no sería tal si, como se ha planteado en repetidas ocasiones, la solución a la crisis de las patronales hubiera consistido en eliminar la autonómica o las provinciales, algo que a finales de 2014 se atrevió a verbalizar el presidente del lobby AVE, Vicente Boluda, cuando abogó abiertamente por la desaparición de Cierval. Lejos de aquel planteamiento, todas las entidades van a continuar -salvo sorpresa mayúscula en la asamblea que ha de refrendar este acuerdo el próximo 20 de noviembre-.