VALÈNCIA. El PPCV ha optado por posponer su cambio de sede a comienzos de 2022. La intención de que el traslado se produjera antes de la convención nacional que el partido celebra este fin de semana en València fue verbalizada el pasado julio por su líder, Carlos Mazón, nada más llegar a la presidencia. Pero los problemas de tiempo obligan a retrasarla.
La mudanza a otra ubicación es un objetivo que marcó desde el principio y al que quería dar un acelerón. Así lo comentó, de hecho, en el primer Comité Ejecutivo Regional desde que cogió las riendas de la formación. Si es antes de la convención nacional, mejor, llegó a afirmar en lo que parecía que suponía intentar aprovechar la visita de numerosos dirigentes. No ha podido ser.
La búsqueda de nueva sede se está llevando a cabo de forma bastante sigilosa. Ya se han visitado diversos emplazamientos, pero según indican fuentes del partido no hay todavía una decisión definitiva. El principal problema con los plazos es que no se pueden marchar del emplazamiento actual en Plaza América hasta finales de año de acuerdo con el contrato.
Aun así, tampoco es que esté claro todavía dónde será el cambio. Los requisitos básicos son dos: que se encuentre en el centro de la ciudad y que sea a pie de calle. A ello se añade el más complicado, y es que suponga un ahorro económico. Tras comprobar algunas ubicaciones, parece que hay una terna que no disgusta, aunque no se ha cerrado nada.
Lo que sí que parece claro es que el nuevo emplazamiento será ocupado por la dirección regional y la de la provincia de Valencia. Mientras, la sede de la ciudad seguirá de forma independiente. La presidenta del PP en València, María José Catalá, decidió 'independizarse' de la regional el año pasado y se estableció en un local a un paso del Ayuntamiento de la capital.
Algo que se produjo en paralelo al cierre de las sedes de distrito porque buscaba centralizar toda la actividad del partido en la ciudad y ahorrar alquiler del resto de bajos. La decisión no sentó del todo bien en algunas agrupaciones porque guardaban importante arraigo en la zona y mantenían cierto nivel de actividad. Cerrar ahora la sede de València, tan solo un año después de abrirla y con el descontento que generó en un sector, no parece la mejor opción. De manera que, en principio, ésta se mantendrá.
Los populares se trasladaron a Plaza América a finales de 2016 por decisión de Isabel Bonig. En aquel momento, especialmente duro para la formación tras perder prácticamente todo el poder institucional un año antes, su entonces presidenta decidió que la emblemática sede de la calle Quart ya no era lugar para ellos. La caída de las subvenciones y la necesidad de ahorrar le llevó a buscar un lugar en el que, sin excesivos costes de alquiler, se pudieran asentar las direcciones regional, provincial y la de la ciudad de València.