VALÈNCIA. La profunda crisis interna que atraviesa Podem, la peor desde que entrara a Les Corts en 2015, da lugar a multitud de conjeturas sobre su futuro en la Comunitat Valenciana. Es evidente que resulta prematuro un vaticinio real al respecto, sea de cara a que se respete el calendario electoral de 2023 o a un posible adelanto de los comicios autonómicos. Sin embargo, los cálculos están ya sobre la mesa.
Uno de los factores más importantes será si la cita con las urnas tendrá lugar de manera independiente a la de las generales debido a que el comportamiento de las marcas suele ser diferente. El grado de conocimiento de los líderes autonómicos no es el mismo que el de los nacionales en un partido como Podem, de forma que acudir sin ese paraguas le puede penalizar. La posibilidad de no superar la barrera del 5% en Les Corts existe, por lo que el abanico de escenarios es amplio entre los socios del Botànic.
Todos los ojos miran ahora a la estrategia de Compromís, aunque ésta sólo parece por el momento destinada a observar y a tratar de seducir al votante del mismo espectro electoral que los morados a través de sus mensajes políticos. Al menos a corto plazo.
El "cuando lleguen las elecciones ya veremos" suele ser en la mayoría de ocasiones cierto en lo que a conversaciones entre partidos se refiere. Aunque mientras eso ocurre, la construcción de sintonías también es importante trabajarla. De ahí que el hecho de que la líder de Compromís, Mónica Oltra, y la de Podem, Pilar Lima, mantengan un contacto habitual resulte relevante.
Todos aseguran que no están ahora mismo en cábalas sobre coaliciones electorales, pero a la vez nadie descarta nada llegado el día. Si por algo se ha caracterizado Compromís es por tener una política de alianzas amplia y variable. Así lo demuestran las cinco ocasiones en las que se ha presentado a comicios de manera diferente.
En las generales de 2011 lo hizo como Compromís-Equo. En las de 2015 acudió de la mano de Podemos. En las siguientes de 2016 con Podemos y Esquerra Unida bajo la marca "A la Valenciana". Posteriormente, fue en solitario y, en las últimas, con Más País. Incluso llegó a proponer ir junto al PSOE al Senado en 2015, algo que no salió adelante.
Qué pasará en las próximas autonómicas está totalmente abierto en lo que algún cargo de la coalición llama "geometría electoral variable". "En cada proceso electoral miramos la manera de sumar más apoyos", señalan sobre la posibilidad de unirse a Podem y Esquerra Unida. Aunque, en lo que a los morados se refiere, matizan que no están para ver cómo se reparten "los despojos".
Las diferencias dentro de Compromís, pese a que se vea factible acudir en confluencia con más partidos, son palpables. Desde Més Compromís (antiguo Bloc) existen muchas reticencias a sumarse a Podem y Esquerra Unida, más todavía con la buena sintonía que mantienen con Más País, de Íñigo Errejón.
En cuanto a Esquerra Unida, que ha lanzado una amenaza de ruptura con los morados a raíz de su crisis, se mantiene en la línea de sumar con confluencia lo más amplia posible, por lo que se muestra conforme en explorar esa posibilidad, comentan fuentes del partido. De hecho, la suma con Podem y Compromís ya la defendieron en su momento y los actuales dirigentes no han cambiado la posición.
EUPV, de hecho, celebrará previsiblemente este otoño su congreso. Salvo sorpresa y debido a que por primera vez en su historia han entrado en la Generalitat, habrá una dirección continuista con Rosa Pérez de nuevo al frente, a la espera de si es posible una asamblea de unidad. La estrategia electoral, por lo tanto, se mantendría.