VALÈNCIA (EFE/VP). El alcalde de València, Joan Ribó, anunció este jueves que trabajan para que las obras de rehabilitación y urbanización que se desarrollan en el Parque Central puedan ser entregadas en el primer trimestre de 2018 y los valencianos puedan disfrutar de un parque "que será emblemático".
Ribó hizo este anuncio después de hacer una visita a las obras junto a varios concejales de su equipo de gobierno local y el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, quien incidió por su parte en el "compromiso" del Ejecutivo central con este proyecto "estratégico, que va a transformar la ciudad". Un compromiso que se puede traducir en que el Ministerio de Fomento se niega a pagar el soterramiento de las vías en València, como si ha hecho en otras ciudades.
Al margen o no de la colaboración real mostrada por el Gobierno central, que se puede comprobar al recordar que también ha impulsado iniciativas low cost para València, la realidad es que las obras van avanzando. Así, en la visita oficial el alcalde anunció que de las cuatro naves rehabilitadas dos, "las más pequeñas" admitió, se dedicarán a Cultura y Universidad Popular y estarán en marcha en el primer trimestre de 2018, por sus dimensiones y porque "no requieren pasar por contratación". Las otras dos, dedicadas a Servicios Sociales y Deportes (con una piscina) tardarán un poco más.
Pese a los problemas con Iberdrola y un concesionario de coches ubicado en los terrenos del Parque, Ribó incidió en que trabajan "con la hipótesis de que en el primer trimestre del año que viene puedan ser entregadas las obras y poder disfrutar todos los ciudadanos de Valéncia en general y sobre todo, los de los barrios colindantes de Ruzafa y Malilla, de un parque que será emblemático".
El alcalde recordó que el consistorio financia desde 2015 el parque "con unas aportaciones municipales de 8 a 9 millones anuales" y mostró su satisfacción por que, pese a contratiempos como la descontaminación de suelo, que provocó retrasos, las obras van "a su ritmo". Ribó resaltó que junto a este parque, València finalizó la ampliación del de Viveros y trabaja en los de Benicalap y Nazaret, lo que configurará unos "pulmones verdes que van a ser fundamentales para la ciudad".
Respecto al problema con el concesionario explicó que está poniendo "trabas a nivel jurídico", a pesar de que, aunque tiene la propiedad de los terrenos, no tiene licencia para su actuación e hizo un llamamiento a su propietario para que "facilite las cosas al Ayuntamiento para abrir el parque en las mejores condiciones". "Es fundamental para él, para el prestigio de su marca y clave para que no se retrase el funcionamiento del parque", concluyó.
Por su parte Moragues argumentó que su visita como representante del Gobierno responde a la importancia del Parque Central para la ciudad y a que la Sociedad que impulsa el proyecto está integrada en un 50 % por el Ejecutivo central, un 25 % por el Ayuntamiento y otro 25% por la Generalitat. "El compromiso del Gobierno con el Parque Central es evidente desde el punto de vista político", aseguró, "porque saben la importancia de este proyecto para la ciudad y toda la Comunitat y de lo que supone su integración con el canal de acceso y el túnel pasante", indicó.
Moragues recordó que el Gobierno se comprometió a financiar estas dos infraestructuras, el túnel pasante íntegramente (850 millones) y la mitad de los 340 millones del canal de acceso, unos 170 millones de euros. Curiosamente, en otras ciudades el Gobierno central paga al completo estas obras. Para Madrid el compromiso con València puede ser a medias.