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Ricardo Costa se convierte en el epicentro de un efecto dominó contra el PP

Costa fue clave en la condena por financiación ilegal del PPCV y ahora colabora en dos causas contra el PP y podría entrar como testigo en una tercera

27/06/2018 - 

VALÈNCIA. El efecto dominó o reacción en cadena es el efecto acumulativo producido cuando un acontecimiento origina una cadena de otros acontecimientos similares. El ex secretario general del PPCV Ricardo Costa se ha convertido en la pieza principal de dicho efecto dominó en el Partido Popular. Su declaración ante el magistrado de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia en la que admitía que el PPCV se había financiado ilegalmente para las elecciones autonómicas y nacionales de 2007 y 2008 supuso la primera ficha caída. Desde entonces, el resto de fichas han comenzado a tambalearse y amenazan con caer sin piedad sobre el PP, tanto valenciano como nacional.

Este lunes, Valencia Plaza informaba de la última consecuencia de su nueva postura de colaboración con la Fiscalía Anticorrupción: Izquierda Unida, acusación popular en Gürtel, solicitaba al magistrado del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, que se cite a declarar como testigo a Costa en la pieza conocida como ‘la caja B’ o ‘los papeles de Bárcenas’, en lo que supone una nueva pieza del ajedrez corrupto que se tambalea gracias a Ricardo Costa.

Desde que el que fuera mano derecha de Camps decidiera cambiar de bando y cantar la 'Traviata’, las causas judiciales en las que está interviniendo como testigo no hacen más que incrementarse semana tras semana. La sentencia que avala la financiación ilegal del PPCV ha impregnado de veracidad su testimonio, y la Fiscalía Anticorrupción así como las acusaciones han tomado buena nota y quieren que tire del hilo en las diferentes causas que quedan abiertas contra el Partido Popular.

Ficha 1

Por el momento ya son cuatro las fichas que han caído o bien están a punto de hacerlo. La primera, como ya se ha mencionado, fue la de la financiación ilegal del PPCV. Un juicio que concluyó con una sentencia que ponía negro sobre blanco que el partido de Francisco Camps utilizó casi dos millones de euros de dinero negro procedente de empresarios ‘amigos’ para contar con más fondos para las elecciones.

El fallo dice que el Partido Popular de la Comunitat Valenciana se financió de manera "tan absolutamente irregular" durante las campañas electorales de 2007 y 2008 que "fue delictiva". Y Añade que "con el propósito de obtener mayor despliegue en el proceso electoral, tanto en las elecciones de 2007 como en las de 2008, los acusados integrados en el PPCV, cada uno con distintas funciones, contrataron a la mercantil Orange Market SL servicios que abonaron de modo irregular, en parte en efectivo y en parte a través de terceros. En ambos casos, tales pagos no quedaron reflejados en facturación ni en contabilidad".

El magistrado condenó al que era mano derecha de Costa y que negó la mayor, David Serra, a cumplir tres años y medio; a la exgerente del PPCV Cristina Ibáñez, a tres años y tres meses, y a la extesorera Yolanda García, a cuatro meses. El único que se libró fue el ex vicepresidente de la Generalitat Vicente Rambla, del que el magistrado dijo: "sí conocía el sistema ideado por éste respecto de las falsas facturas, pero conocer no es cooperar y evidentemente omitió un actuar más que ético". Y le aplicó una máxima del derecho, el in dubio pro reo, es decir, en caso de duda siempre a favor del reo.

  

Ficha 2

Tras caer la primera ficha, la reacción en cadena era inevitable. Anticorrupción le citó y le tomó declaración. Dos procedimientos ya en marcha, el que investiga las mordidas en la construcción del trazado de la Fórmula 1 y el que hace lo mismo pero con la empresa pública encargada de construir los colegios, Ciegsa, fueron la clave de su declaración.

Su primera cita como testigo, y garganta profunda de Anticorrupción, fue el pasado 15 de junio ante la magistrada que investiga las mordidas relacionadas con la F1. Cinco fueron los nombres que el ex secretario general del PPCV mencionó: Francisco Camps, Juan Cotino, Víctor Campos, Vicente Rambla y David Serra.

Costa "encendió el ventilador" y esparció responsabilidades criminales Rambla y a Serra, según las fuentes consultadas. De ellos dijo que eran las personas encargadas del plano económico de la financiación, y explicó que Serra tenía una caja fuerte para guardar el dinero, presuntamente ilícito. Sobre Rambla aseveró haber mantenido una conversación telefónica al respecto de cómo funcionaba toda la operativa, hecho que el exvicepresidente negó de plano ante la magistrada.

Para acreditar que el dinero negro entraba en el PPCV, contó como en una reunión con José Mayor Oreja, hermano del exministro Jaime Mayor Oreja, "sacó un fajo de billetes de 500 euros de uno de los bolsillos de su abrigo marrón". En total, según su testimonio, José Mayor Oreja, que trabajaba en FCC, le dio 150.000 euros procedentes de la empresa contratista para "la campaña de Rajoy" en la Comunitat Valenciana.

Ficha 3

La tercera ficha del dominó corrupto que Ricardo Costa ha dejado a punto de caer es la relacionada con la empresa pública Ciegsa. De hecho, según consta en un auto del magistrado instructor del caso Taula, Costa implica en los pagos de dinero negro para el dopaje electoral al empresario alicantino Enrique Ortiz, a Rambla, al presidente de la constructora Rover Alcisa Alfredo Rodríguez Verdugo y a un trabajador de Ortiz apellidado Muguruza.

El juez explica que "los hechos contenidos en la declaración revelan indicios de relevancia penal centrado en el pago de comisiones, a través de personas que se identifican en la denuncia como representantes de las empresas Grupo Rover Alcisa, y del empresario Enrique Ortiz". Y apostilla que "son hechos tendentes a la financiación de las elecciones autonómicas de 2007 y en la que, según su relato, intervinieron el ex vicepresidente de la Generalitat Vicente Rambla, David Salvador, Alfredo Rodríguez Verdugo y una persona identificada como Muguruza, que habría actuado como dependiente de una empresa de Enrique Ortiz, y que habrían pagado 150.000 y 350.000 euros respectivamente".  Costa declara este jueves a este respecto como testigo.

Ficha 4

Por último, la hasta ahora postrera reacción de este particular efecto dominó de la corrupción, ha sido la petición de Izquierda Unida al magistrado De la mata para que cite a declarar a Costa en la ‘Caja B’. La formación de izquierdas ha realizado la petición a raíz de lo que el exsecretario general del PPCV le contó a la juez de la F1 sobre José Mayor Oreja.

En el escrito, IU explica que "el que fuera secretario general del PP de la Comunitat Valenciana mantuvo en su declaración, ratificando una anterior ante la Fiscalía de València, que José Mayor Oreja, expresidente de FCC Construcciones, le entregó 150.000 euros en billetes de 500 euros en su despacho", y que "resulta relevante reseñar en ración al objeto de investigación de esta causa que el investigado José Mayor Oreja aparece asociado a los denominados papeles de Bárcenas, al igual que su hermano el ex vicepresidente del Gobierno, Jaime Mayor Oreja, aunque en este último caso como cobrador de diversas cantidades opacas entregadas por los tesoreros del partido".

Así, declaración tras declaración, el que antaño fuera uno de los hombres más poderosos del PP valenciano se ha terminado por convertir en el azote del que fuera su partido. Su conocimiento de las cloacas populares le convierten en la persona más peligrosa para la formación conservadora, ahora inmersa en su propia guerra tras la dimisión de Mariano Rajoy. Pero no será hasta los próximos meses que realmente se sabrá cuán válidos son sus conocimientos sobre las cañerías del partido.

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