El realizador está involucrado hasta en tres largometrajes: La asamblea, Lucas y La Casa
VALÈNCIA. Álex Montoya ha sido, a lo largo de su carrera, un nombre ligado al mundo del cortometraje. Desde su debut en 1999 con REC no ha parado de hacer cine en este formato, con mayor o menor éxito en cada producción (el mundo del corto es así). En la última década, su carrera ha tenido dos grandes hitos: el primero, en 2010, cuando su corto Cómo conocí a vuestro padre fue seleccionado en el Festival de Sundance; el segundo, una nominación a los Premios Goya en la categoría de Mejor Corto de Ficción por Lucas, que también fue premiado en el Festival de Málaga.
El pasado 19 de mayo, Montoya tuiteó desde su cuenta profesional: "Llevo haciendo películas cortas de ficción desde los 16 años y hoy acabo de pasar de la hora montada de La Gente/Asamblea. Tenemos oficialmente un largo". Y así empezaba una nueva etapa profesional con la que ha cogido carrerilla: ahora mismo, está involucrado, en diferentes etapas del proceso creativo, hasta en tres largometrajes que espera enseñar en los próximos dos años y con los que guarda planes no poco ambiciosos. 2019 podría ser su año, así que Culturplaza se ha puesto en contacto con él para que cuente en qué punto está cada uno de sus proyectos. Y lo primero que admite es que "el ritmo es frenético y muy cansado".
El primer largometraje que se podrá ver (es esa captura de pantalla que tuiteó en mayo) será Asamblea, un proyecto que se llamó en un inicio La Gente, adoptando en un primer momento el mismo nombre que la obra de teatro en la que se basa. Juli Disla y Jaume Pérez estrenaron esta pieza de pequeño formato en 2012, en la que se proponía al público formar parte de una reunión en la que se infiltraban los propios actores y actrices para debatir sobre cuestiones políticas. Montoya eligió este proyecto para debutar en el gran formato, adaptando el texto original (que dura menos de una hora) a las necesidades del cine, haciendo la historia más dinámica y extensa. Se trata de una coproducción entre Kaishaku Films y Nakamura Films, con el apoyo de À Punt, que se rodó el pasado mes de marzo y que ya está lista para enseñarse por festivales y cines, y según contó el realizador a EFE en diciembre, su deseo sería que fuera en el Festival de Málaga. La producción ha sido modesta, pero ha podido contar con un elenco con nombres notables, como Francesc Garrido, Nacho Fresneda o Cristina Plazas.
El proyecto con el que más tiempo lleva involucrado es, sin duda, Lucas, que acabó de rodar hace tan sólo unas semanas. La película es una adaptación de su exitoso cortometraje de 2012, aunque en realidad este "era una especie de primera parte de un proyecto de largo, como una presentación para poder conseguir financiación". Como las cosas de palacio van despacio, y a pesar de que también se trata de una película con un presupuesto modesto, tanto la búsqueda de financiación como la revisión continua de guion hizo que pasaran seis años para retomar el proyecto. "El resultado final no se parece mucho al cortometraje original, este tiene más intriga y también más comedia", explica el realizador. La historia entre el adolescente Lucas y la aparente pedofilia de Álvaro se ha adaptado para explicar mejor la relación que establecen entre ellos, aunque no ha querido evolucionar -por ejemplo- en la actualización de las redes sociales, muy diferentes ahora que en 2012. "La historia, el acoso escolar, la extraña relación entre ellos, el fondo, es lo que realmente me interesa", cuenta Montoya. La cinta se ha rodado en dos versiones, una en valenciano (que será la que se emita en À Punt) y otra en castellano (que será la que busque la salida comercial en salas de cine), así que harán dos montajes diferenciados. El proyecto es una producción de Raw Pictures y será protagonizada por Jordi Aguilar, Irene Anula y Jorge Cabrera.
Finalmente, Montoya ya tiene en mente su próximo rodaje, la adaptación del cómic de Paco Roca La Casa, cuya idea ya ha sido desarrollada y ha recibido el apoyo de Televisión Española. Será un proyecto algo más ambicioso, aunque ahora mismo aún está en fase de buscar más financiación y de preproducirla en el tiempo que le dejen las otras dos películas. En el mejor de los casos, se podría filmar a principios de 2020 y estrenar ese mismo año. No hay detalles que adelantar del proyecto más allá del argumento: tres hermanos se encuentran en la casa de su padre recién fallecido y viajan por los recuerdos y los trastos que ha dejado.
Con todo esto, Álex Montoya parece haber metido la primera marcha para meterse de lleno en el mundo del largometraje, algo que le ha costado pero que aspira a dominar y crecer en él: “no me acompleja el tamaño de las películas ni busco hacer films tan modestos siempre”, explica. En sus planes no entran muchas líneas rojas: “me gusta mucho la comedia y no tendría ningún problema en hacer una para el gran público. Y aunque me gusta que la iniciativa de hacer la película salga de mí, con u buen guion encima no me importaría hacer algún encargo”, explica. Falta por ver la vida que tendrán estos tres proyectos y su acogida de crítica y público para dibujar de una manera más precisa el futuro en el sector del realizador. Por ahora nos quedamos con que varias productoras, intérpretes y autores han confiado en él. Por algo se empieza.
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