VALÈNCIA. Las administraciones intentan frenar los efectos perniciosos del estado de alarma decretado por el Gobierno por la pandemia de coronavirus. En el Ayuntamiento de València muchos de los funcionarios ya no acudirán a sus puestos de trabajo, pero otros, los de los servicios esenciales, continúan haciendo rodar lo imprescindible. Buena parte de los esfuerzos están dirigidos a paliar el impacto negativo en la economía que tendrá este parón sine die. Así, el equipo de gobierno ha aprobado un paquete de medidas para ayudar a empresas, autónomos y particulares durante lo que dure la cuarentena.
Dos son las líneas esenciales propuestas por el equipo de gobierno y que deberán ratificarse en el Pleno municipal de la semana que viene, que será, como publicó Valencia Plaza, monográfico sobre el devenir económico durante la pandemia. Por un lado, se encuentran las ayudas y subvenciones, que estarán dirigidas a inyectar millones de euros en las empresas para ayudar a sobrellevar el bache de las próximas semanas; por otro, los beneficios en el pago de gravámenes municipales.
En el apartado de ayudas, destaca la inyección de 3,4 millones de euros que se repartirán entre las pymes solicitantes. Eso sí, cada empresa podrá optar a un montante total de 7.000 euros, según anunció la vicealcaldesa Sandra Gómez y la edil de Desarrollo Económico Pilar Bernabé. Uno de los criterios que se tendrá en cuenta para el reparto es el volumen de actividad de estas empresas hasta el momento. Y además, se han fijado dos condiciones: que las solicitantes mantengan la actividad, al menos, un año; y que mantengan al 50% de la plantilla como mínimo. Se quiere así reducir el impacto sobre el mercado laboral y evitar el cierre de pequeños y medianos negocios.
Además, la concejalía de Comercio que gestiona Carlos Galiana también ha puesto a disposición más dinero para negocios del sector comercial de la ciudad. En total, 420.700 euros cuya convocatoria se había lanzado antes de la crisis del coronavirus, pero que ahora servirá para aliviar los gastos fijos y comunes de muchos comercios. Cada negocio podrá recibir hasta 3.000 euros y se pueden solicitar antes del 31 de marzo vía telemática, a través de la página web.
Asimismo, el aplazamiento de las fallas ha empujado al consistorio a incrementar las ayudas a las comisiones falleras. Según la concejalía de Hacienda, hasta ahora se otorgaban ayudas por valor de 1,6 millones de euros. Cuantía que ascenderá hasta los 4,2 millones de euros "a efectos de que las comisiones puedan hacer frente a sus pagos a proveedores".
Por otro lado, habrá beneficios en el pago de impuestos, tasas y otros gravámenes. Por el momento, no se anula la subida de impuestos aprobada para 2020, pero sí habrá algunas medidas extraordinarias para hacer frente a esta crisis puntual.
Por ejemplo, se ha acordado que se postergue el plazo para el pago voluntario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que estaba fijado para este mes de marzo. Así, quien tenga domiciliado el recibo, podrá retrasar un mes el pago de este impuesto, mientras que quien no lo tenga domiciliado, podrá hacerlo hasta el mes de julio.
A pesar de esta diferencia, criticada por el Partido Popular, la concejalía de Hacienda, que dirige Ramón Vilar, señaló que el contribuyente que lo desee, podrá "dalo de baja del banco e incluso devolver el recibo para dejar de estar domiciliado". Con todo, los populares pusieron sobre la mesa que el gobierno municipal no debe "poner más dificultades" y recordaron que, al dejar de estar domiciliado, se pierde el 5% de la bonificación que esta condición conlleva.
Otro gravamen afectado es el de la tasa de ocupación de vía pública por sillas y mesas (tasa de terrazas). En este caso, el Ayuntamiento suspenderá el cobro de esta tasa e incluso se está estudiando suprimir o reducir su pago para todo el año 2020. Los principales beneficiados, en este caso, los operadores del sector de la hostelería: bares, restaurantes y establecimientos similares. "Entendemos que los cierres y el cese de actividad se han producido en temporada extra de la hostelería, por eso no descartamos que, aunque sea una merma de casi 3 millones de euros, podamos suspender para este año el cobro de esta tasa", explicó Vilar a este respecto.
También se paraliza la ORA. El estacionamiento regulado (zona azul y zona naranja) dejará de funcionar como tal, y por tanto su pago quedará exento para todos los usuarios. Se entiende en el consistorio que, aunque haya pocos desplazamientos, se deben facilitar los que puedan realizarse en cumplimiento con el decreto del estado de alarma.
Y por otro lado, el cancelamiento de las Fallas de 2020 con motivo de la pandemia también tendrá sus perjuicios. Por ejemplo, para aquellos que habían solicitado autorización para ocupar la vía pública pagando una tasa al Ayuntamiento: churrerías, puestos de artilugios y otros similares. En este caso, el Ayuntamiento ha anunciado que devolverá las cuantías a estas empresas y particulares.
Lo que no ha hecho el consistorio, sin embargo, por el momento, es suspender la subida de impuestos que se aprobó para 2020, tal y como ha solicitado la oposición. Según la portavoz del PP, María José Català, es "muy necesario" anular estos recargos fiscales "dada la situación de crisis sanitaria que vivimos", mientras que su homólogo en Ciudadanos, Fernando Giner, pidió suprimir especialmente el recargo en el recibo del agua: "No es justo que se penalice a las familias por el consumo en estos momentos".
Para poner en contexto, es necesario recordar en qué han consistido estos incrementos fiscales que entraron en vigor el pasado día 1 de enero. Por un lado, en la factura del agua se ha creado una parte variable que sanciona a quienes más litros consumen. También subió el impuesto de circulación, la tasa de terrazas y el IBI. En este último caso, una media del 3% por recibo.