ALICANTE. La Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Aucova), que cuenta entre sus asociados con las enseñas Consum, Charter, Dialprix Dialsur, Dicost, Masymas, Mercadona y SuperValu y representa a más del 60% de la superficie de alimentación organizada de la Comunitat Valenciana, ha respaldado la apertura del comercio no alimentario, que hasta ahora se encontrase cerrado, con las medidas de seguridad adecuadas y ha ofrecido su colaboración para compartir sus protocolos y buenas prácticas.
"Gracias a las medidas implementadas por el comercio alimentario, se ha trasladado al consumidor seguridad, confianza y tranquilidad en sus compras durante el periodo más duro de la crisis", ha señalado Pedro Reig, director general de Asucova, resaltando que la reactivación de todos los establecimientos comerciales, y especialmente del pequeño comercio, es "necesaria y urgente" como sector estratégico y vertebrador de nuestra Comunitat para lograr el impulso de la economía y del empleo.
Según Reig, las razones sanitarias y de seguridad de los clientes y trabajadores deben ser los únicos motivos que determinen la reapertura de los establecimientos comerciales y, por tanto, todas las tiendas que cumplan con los requisitos de distanciamiento social, aforo y prevención e higiene pueden abrir. En este sentido, como sector esencial y crítico, la distribución alimentaria, según explica Asucova, ha estado en funcionamiento desde el inicio del estado de alarma, implantando con "gran rapidez" las medidas necesarias para evitar aglomeraciones en los establecimientos, garantizar el distanciamiento social y aplicar medidas de higiene y desinfección adaptadas a cada tipo de tienda en los peores momentos de la crisis del Covid-19.
Así, Asucova muestra su total apoyo al comercio no alimentario para compartir los protocolos y las buenas prácticas que se han implantado con rigurosidad durante este periodo de tiempo y que han conseguido trasladar al consumidor seguridad, confianza y tranquilidad a la hora de realizar sus compras. Todo ello desde la experiencia que dan siete semanas atendiendo a los consumidores y escuchando a los trabajadores en un escenario complicado, marcado por una situación contraria y de absoluta novedad, logrando el abastecimiento de productos a la vez que se mantenía esta actividad económica esencial.
"Las cadenas de distribución alimentaria y otros negocios de alimentación (mercados, pequeñas tiendas, etc) han sido la avanzadilla en la aplicación de las medidas de protección a trabajadores y clientes en el comercio declarado esencial en los momentos de mayor confusión. Desde que se declaró el estado de alarma, e incluso antes, se supo reaccionar con gran celeridad en los peores momentos de la crisis y, por ello, está en disposición de contribuir a que el comercio no alimentario pueda adaptarse con las mejores garantías al nuevo periodo que se inicia, comprometiéndonos a ello".