CASTELLÓ. Ana Torroja (Madrid, 1959) tiene 'mil razones' para 'volver' y en este 2021 lo está demostrando con creces. La que fuera cantante del grupo más importante de la historia del pop español visita el próximo 7 de agosto Benicàssim, con su concierto en el festival Mar de Sons. Tras verse obligada a paralizar la salida de su último álbum Mil Razones y su gira Volver por la pandemia, regresa ahora totalmente renovada con un disco que evoca aquellos sonidos electrónicos tan típicos de los años 80 y 90. Una época en la que conquistaba a las generaciones más jóvenes -y no tan jóvenes- con temas como 'Me colé en una fiesta' (1982), 'Mujer contra mujer' (1988), 'La fuerza del destino' (1989) o 'El 7 de septiembre' (1991).
Lo cierto es que tras emprender su camino en solitario en el año 92, la madrileña no ha parado de cosechar éxitos en su carrera como solista. Cuarenta años encima de un escenario dan para mucho, y Ana Torroja lo sabe bien. Con la ilusión de una niña por volver a reencontrarse con su público y habiéndose rodeado de jóvenes productores en su último álbum, la artista confiesa en esta entrevista a Castellón Plaza cómo ha sido trabajar con jóvenes productores que triunfan en el panorama musical actual, los secretos de su nuevo hit junto a Alaska, 'Hora y Cuarto' (2021), o lo difícil que sería la vuelta de Mecano.
-'Mil razones' es un viaje de regreso a tus orígenes. Una especie de reconciliación con la música electrónica, que te vio nacer como artista. ¿Por qué ahora?
-Realmente fue algo que me llegó. Yo estaba buscando hacer algo que no hubiera hecho antes, buscaba algo que contar, cómo contarlo y de la mano de quién hacerlo. En ese tiempo me llegó la propuesta de diferentes Dj's como El Guincho, Alizz, Atica o Henry y Mike y sentí que eso era lo que tenía que hacer. Necesitaba crear algo nuevo, rodearme de gente joven, gente sin miedo a probar cosas nuevas. Eso me inspiró muchísimo y entonces agarré un avión y me fui a Madrid y Barcelona a verles y estuvimos trabajando y componiendo juntos.
Realmente las cosas surgen cuando y como surgen, y cuando surgió esto sentí que el lugar donde más cómoda se siente mi voz y donde resulta mejor es dentro de la música electrónica. Obviamente este tipo de música ha evolucionado muchísimo, porque la tecnología también ha evolucionado, entonces te permite infinidad de opciones. Eso es lo que también me gusta porque te da una libertad creativa infinita.
-El álbum trae una colaboración muy especial.
-Sí, la colaboración con Alaska fue un regalo de la pandemia. En ese momento no podíamos sacar el disco y cuando escuché 'Hora y Cuarto' fue como una visión: me imaginé a Alaska ahí. Y me dije a mí misma que esta era la canción que teníamos que hacer juntas. La llamé y le dije que me encantaría que hiciésemos esta canción juntas y le encantó porque ella también lo vio clarísimo. Era algo que estaba flotando en el aire y estas cosas o salen o no salen. De pronto llegó la canción ideal para Alaska y para mí y nos está dando muchas alegrías porque está gustando mucho.
"La colaboración con Alaska fue un regalo de la pandemia, 'hora y cuarto' era la canción que teníamos que hacer juntas"
-Te veremos el próximo 7 de agosto en el Mar de Sons, cuyo cartel viene cargado de artistas para todos los gustos y colores: desde Estopa hasta Omar Montes y Ana Mena o Álvaro de Luna. Muchos de ellos acaban de salir del cascarón, ¿algún consejo para triunfar o sobrevivir en el mundo de la música?
-Yo te diría que para sobrevivir mejor que para triunfar porque lo difícil no es llegar, es permanecer. Y para permanecer en la música no hay otra opción que trabajar, trabajar y trabajar. Ser honesto con lo que haces y no depender de modas, hacer las canciones que te nazcan del corazón sin pensar si van a tener o no éxito. Porque cuando las canciones son honestas y están hechas desde la verdad, la gente lo siente y lo valora. Les diría que no hay que perder la ilusión, ni la pasión ni la motivación y que hay que tener los pies en la tierra.
-Con alguno de ellos, como Alba Reche o Noelia Franco, coincidiste en tu paso por Operación Triunfo como jurado...
-Estoy feliz de compartir cartel con ellas, son dos voces muy diferentes y con personalidades distintas. Me encanta que estén dando guerra por los festivales y los escenarios. Están creciendo, aprendiendo y desarrollando su carrera, su autenticidad y su música.
-Juzgar o ser juzgada. ¿Qué es lo más difícil para Ana Torroja?
-Lo dices por lo de juez, ¿no? (Ríe). Yo prefiero aconsejar, intento aconsejar desde mi experiencia. La palabra juzgar es peligrosa. Pero respondiendo a tu pregunta, para mí es más difícil juzgar. Tampoco es fácil ser juzgada, pero yo recibo mejor las críticas. Además, en el caso de los concursos de televisión, lo que haces es evaluar un momento determinado, una actuación. De todas formas yo creo que cuando los consejos se dan de forma constructiva son muy útiles, a mi me ayudan.
-¿Recuerdas alguno que te hayas guardado para ti?
-Sí. "No pienses cuando cantes" (ríe). Y es muy difícil. Ese yo se lo dije a Marta, en OT 2018. Ella pensaba mucho y cuando piensas y, por ejemplo, has tenido un problema con alguna nota o alguna canción y cuando estas cantando piensas que va a llegar esa nota, te sale mal fijo. A mi, que sigo tomando clases de canto con una profesora americana, a veces me pasa. Tendemos a auto juzgarnos y ella me dice "no pienses, solo siente". Si estás cansada, canta cansada. Si estás enfadada, canta enfadada. Porque luego todo eso se pasa.
-Comentabas en una pregunta anterior que te has rodeado de jóvenes productores como El Guincho, Alizz o Atica. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
-Increíble. Para mi ha sido una inyección de inspiración y de energía. Cada uno tiene su forma de trabajar y eso me ha servido para aprender diferentes fórmulas, porque cada uno tiene su forma distinta de trabajar, y eso ha sido muy divertido y enriquecedor. Son gente que no tiene prejuicios, que no depende de modas, que hace realmente lo que le nace y que no tiene miedo a aventurarse y a arriesgar. Y yo soy muy así. Aunque esto que te digo tenga su riesgo, pero a mi no me importa. A veces aciertas más y a veces menos, pero he aprendido muchísimo con ellos.
-Hacerse hueco en el sector musical no es tarea fácil y la cosa se complica si le sumamos una pandemia mundial. Para quien empieza en esto es muy complicado, pero... ¿cómo lo vive alguien que lleva 40 años encima de un escenario?
-Es como si te faltara el aire. Realmente es una necesidad vital. El momento de encontrarte con el público en un concierto en vivo es tan poderoso. Esa retroalimentación, esa energía que se crea... No hay nada que lo pueda imitar ni sustituir. Ni los streamings ni nada que se pueda inventar. Ha sido difícil, fue como una sensación extraña. Ahora tengo muchísimas ganas y emoción de volver a sentir eso tan poderoso, que es compartir la música.
-Muchas artistas jóvenes que triunfan en el panorama musical español suelen llenar sus letras de mensajes reivindicativos, feministas o de apoyo al colectivo LGTBI. Mecano, en este aspecto, siempre ha sido pionero... ¿qué les dirías?
-Todo lo que se pueda aportar en ese sentido es bueno. Aunque se va avanzando, todavía hay mucho por hacer. Sumar voces a favor de la igualdad y de la libertad en el amor nunca está de más. Y si además lo hacen porque lo sienten de verdad, no porque esté de moda o porque sea guay, tiene mucho más valor.
"Escucho mucho a C. Tangana, me encanta su último disco"
-¿Qué nos podríamos encontrar en una playlist de Spotify de Ana Torroja?
-Escucho mucho a C. Tangana, me encanta su último disco. Te volverías loca si vieras todo lo que tengo (ríe). Hay música de todo tipo: música africana, soul, latina, alguna salsa, bossa, house... 'de todo!
Depende del momento. Tengo muchas listas para cada momento del día y no cada día me gustan las mismas listas.
-La pandemia parece haber sacado del lado más nostálgico de las personas y 2020 ha estado cargado de reencuentros, regresos de artistas... ¿podría pasar esto con Mecano?
-La vuelta de Mecano yo no la veo. Realmente es tan, tan, tan difícil que aunque la gente diga que nada es imposible yo te diría que esto está cerca de lo imposible.
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