NOSTÀLGIA DE FUTUR / OPINIÓN

Aprendizajes creativos para la burocracia post-covid. Episodio I

8/10/2020 - 

La semana pasada, desde Berlín hacia el mundo y de manera esta vez completamente virtual, se celebraba la tercera edición del Creative Bureaucracy Festival,un foro internacional de innovación pública que incorpora en su título el oximoron solo aparente de la burocracia creativa, acuñado por el urbanista Charles Landry

Durante toda una semana, 300 conferenciantes participaron en 150sesiones, en inglés y alemán, con una audiencia de unas 15.000 personas procedentes de 89 países distintos. Un dato relevante fue que el 50% de los que se acercaron virtualmente a las charlas y debates tenía menos de 34 años, lo que demuestra que la rigidez de la escala de grises de lo público tiene más interés del que podríamos prever entre las generaciones jóvenes. 

Entre la economista del momento, Mariana Mazzucato, el alcalde de Berlin, Michael Müllery numerosos representantes de gobiernos, agencias públicas, ciudades y empresas, tuve la suerte de ser uno de los participantes y además colaborar en la definición estratégica del evento. 

Las conversaciones conectaron necesidades, oportunidades y desafíos como la brecha digital, los procesos de selección de funcionarios, la regulación de la economía nocturna, el nuevo liderazgo femenino o los ecosistemas innovadores. Pero, evidentemente, uno de los temas centrales fue la gestión pública de la pandemia y las posibilidades para la recuperación. Me gustaría compartir, sin jerarquías ni ánimos de ser exhaustivo, algunos de los aprendizajes. Aquí va la primera entrega: 

1. Fomentar la imaginación cívica

La ciudad de Bologna, con una gran tradición obrera y cooperativa, lanzó en 2017 una Oficina de Imaginación Cívica. Un precioso nombre para una agencia pública que se ha convertido en el brazo armado de proximidad de la ciudad para lidiar con la pandemia de manera participativa. La construcción de confianza entre personas e instituciones y la distribución de la innovación —como bien ha demostrado el proyecto Frena la Curva,aquí— están siendo claves en este momento.

 

2. Abrir el sector público a los mejores profesionales

Una cosa que parece evidente y compartida por muchos de los participantes es la importancia de atraer y contratar jóvenes profesionales en el sector público. Debemos superar la brecha de desigualdad y la rigidez que generan sistemas de oposiciones como el nuestro —¿quien se puede permitir estar cinco años estudiando sin trabajar?— a la vez que se mantienen los principios de justicia y mérito. Andrés Boix y Alba Soriano presentaron una investigación muy exhaustiva de la Universitat de València sobre los sistemas públicos europeos de contratación y las propuestas de mejora aplicadas al caso valenciano; y conocimos el magnífico ejemplo de Public Practice, una entidad sin ánimo de lucro del Reino Unido que se dedica a colocar temporalmente profesionales del urbanismo en ayuntamientos.  

3. Facilitar la creatividad de los que están ya dentro 

Se enfatizó también la necesidad de aprovechar la capacidad de aquellos que ya trabajan en lo público. Desgraciadamente, se suele contratar a consultoras para hacer el trabajo ‘divertido’ desde fuera —estrategia,creatividad e innovación— dejando a los de casa las tareas más repetitivas. El potencial de creatividad dentro del cuerpo trabajadores de las administraciones es inmenso como bien demostró una encuesta global lanzada en el mismo festival que señalaba que casi la mitad de los servidores públicos está involucrado en actividades artísticas o comunitarias. Lo que es interesante es que muchos de ellos se sienten ahora, durante la pandemia, más orgullosos de su trabajo.Parece que por fin hay un reconocimiento global de la importancia de lo público.  

4. La importancia de no cometer los mismos errores que en la crisis anterior 

Se atribuye a Churchil la frase “no pierdas la oportunidad de aprovechar una buena crisis” y en este caso es también muy acertada. Muchos intentan aprovechar esta situación para vender su crece-pelo de siempre, pero también se hace patente, como señalaron Jorge Galindo (del thinktank español Esade.Ec.Pol) o FlorianRanft (de Das Progressive Zentrum, ligado al partido social demócrata alemán), que deberíamos evitar a toda costa cometer los mismo errores que los que cometimos después de la crisis del 2008. Errores que han ampliado,vía austeridad y una selección perversa de la élites, las distintas brechas de desigualdad: urbano-rural, generacional o de ingresos. 

Esto es todo por esta semana. En la próxima entrega, la segunda parte de las enseñanzas.