VALÈNCIA. Arturo León responde a las preguntas de Valencia Plaza el jueves 6 de abril a las cinco de la tarde, menos de 24 horas después de haber sido elegido -con el 55,55% de los votos- el nuevo secretario general de CCOO-PV. Tres días antes el ahora líder sindical ni siquiera se planteaba encabezar candidatura alguna en el XI Congreso de la organización. "Fue todo sobrevenido", asegura sobre el paso atrás de Paco Molina, que hasta el lunes por la noche era quien abanderaba la lista para optar a su tercer mandato. El ya exdirigente, según relata León, se echó a un lado tras no llegar a un acuerdo para configurar una lista conjunta con los críticos, que finalmente presentaron la suya propia -comandada por Jaume Mayor-. "Digamos que ha sido una semana movidita", bromea. Su tuno y su discurso -sin embargo- persiguen la calma, minimizar la aparente fractura del sindicato. "Lo ocurrido en nuestro congreso se llama diversidad", defiende.
-¿Cómo fue lo de presentarse? ¿Estaba preparado por si fallaba el ‘plan A’ o fue algo de última hora?
-Fue una situación sobrevenida. Di el paso a petición de los compañeros y compañeras, no estaba previsto en absoluto.
-¿Por qué se apartó Paco Molina?
-Lo ha explicado él mismo. Molina es una persona que ha hecho una muy buena gestión durante sus ocho años, en un contexto muy adverso a nivel social y para el propio sindicato, en el que se han tenido que tomar decisiones duras de carácter organizativo. En el transcurso del congreso se ha intentado ir a una lista de consenso y, ante la imposibilidad de lograrlo, ha preferido echarse a un lado.
-¿Cree usted que habría sido un obstáculo para la candidatura?
-No. Yo creo que si se hubiera presentado probablemente hoy sería de nuevo secretario general. Pero entiendo que, también en una situación de relevo generacional, él no ha querido que se pudiera interpretar que estaba haciendo de tapón. No ha querido dar argumentos a quienes decían que era él personalmente quien no se quería ir. Por esta razón, con mucha altura de miras y una enorme grandeza, ha decidido dar un paso atrás.
-Según explicó Molina fue una mera disputa de cargos, una lucha de poder. ¿Le consta que así fuera?
-Yo tengo que pensar que así es, porque realmente no ha habido una discrepancia ideológica de calado. Las decisiones que ha tomado la comisión ejecutiva, al igual que las del consejo confederal, han sido apoyadas por unos y por otros. Sí que ha habido diferencias a la hora de componer esa lista de consenso.
-¿Cuál fue en concreto el choque? ¿Qué cargos demandaban los críticos?
"En CCOO Se discute con vehemencia, pero una vez ha pasado el congreso no hay facciones ni sensibilidades"
-Fue más bien un conflicto de interpretación conceptual. Nosotros entendemos que el secretario general tiene que tener un margen para formar su equipo. Molina entendió que le estaban condicionando la confección del mismo, de modo que se apartó para la llegada de otra persona que actuara con las manos más libres.
-Su resultado ha sido del 55,55% frente al 42,81% del rival ¿Teme tener que liderar un sindicato fracturado?
-No, porque CCOO es una organización plural, ese es precisamente un valor de este sindicato. A mí lo que me preocuparía mucho es que CCOO tuviera una sola línea de pensamiento. Hay diferencias, hay debates, se discute con vehemencia y se vota democráticamente, pero está claro que una vez ha pasado el congreso no hay ni facciones ni sensibilidades. Vamos a trabajar siempre de común acuerdo y tomando en consideración los acuerdos del órgano de dirección, que son muy participados. No hay ninguna fractura, lo que ha ocurrido se llama diversidad.
-¿Cuál va a ser el rol de Jaume Mayor?
-No tengo pensada todavía la responsabilidad de nadie, ni siquiera de los que venían en mi lista. Convocaremos la comisión ejecutiva. Previamente tengo que hablar con todos -me voy a tomar un tiempo para hacerlo- y una vez que se constituya la comisión se asignarán las diferentes responsabilidades.
-¿Ni siquiera sabe si le otorgará o no alguna responsabilidad relevante?
-No tengo todavía una decisión conformada.
-¿Y Paco Molina? ¿Va a seguir de forma activa en CCOO-PV?
"TENDRÉ QUE HABLAR CON PACO MOLINA PARA VER QUÉ QUIERE HACER CON SU VIDA"
-Te tengo que contestar de igual modo. No he podido hablar con él todavía. No se han cumplido ni 24 horas desde que acabó el congreso. Sí puedo decir que para esta organización Paco Molina es todo un referente sindical y que para mí personalmente también lo es. Es una persona honrada y honesta. Tendré que hablar con él primero para ver qué quiere hacer con su vida.
-¿En qué se parece y en qué se diferencia usted con Molina?
-Paco es una persona forjada como trabajador textil, forjado en la industria y en las comarcas del interior. Es una persona dialogante, tenaz, que ha tenido en la estructura territorial su base de conocimiento del sindicato. Yo tuve unos inicios variopintos. Aprobé tres oposiciones. He trabajado de pinche de cocina, de celador, y mi plaza actualmente es de técnico de prevención de riesgos laborales. Tenemos trayectorias distintas. La diferencia es que él viene de la parte territorial y con una trayectoria industrial y que yo me he forjado en la federación y en los servicios públicos.
-En la fase final del mandato de Molina hubo un recrudecimiento contra las políticas del Consell, a quien se acusó, en líneas generales, de confundir participación con diálogo social ¿Comparte usted esta crítica?
-Esa opinión que expresó el secretario general fue fruto de un debate en el consejo confederal. Es una opinión propia pero era una opinión conjunta de CCOO. El sindicato comparte las líneas estratégicas del nuevo Gobierno, y creemos que su mera llegada fue un soplo de aire fresco. Pero además hay que abordar políticas sociales, políticas de progreso y políticas de cambio. Nosotros somos la primera organización social de la Comunitat, no somos una organización más, no nos vale con tener una información más o menos abundante. Nosotros queremos construir, no queremos enterarnos por la prensa y acceder a las medidas en la fase de alegaciones de las leyes. Además consideramos que la Constitución Española establece claramente una función social de los sindicatos más representativos, en este caso CCOO y UGT. Nosotros no queremos ser invitados de piedra, queremos ser partícipes activos del cambio.
-Molina deslizó la posibilidad de manifestarse contra el Consell el Primero de Mayo... ¿Mantiene usted esta posibilidad?
-Nosotros hemos notado que se ha activado el diálogo social -en algún caso todavía no-. Notamos una mejor actitud, pero queremos que se cumplan los compromisos.
-Falta menos de un mes para la movilización... ¿Aún no sabe si habrá pancartas contra el Gobierno Valenciano?
-El Primero de Mayo, evidentemente, habrá una movilización, y la principal responsabilidad de la situación actual, obviamente, recae sobre el Estado. Pero el crédito del Consell no es ilimitado. Cada día las personas sufren y las medidas se deben implementar con mayor celeridad. Las mesas del diálogo social están abiertas. Vamos en la buena dirección, pero de una forma tan tímida que nos preocupa.
-Desde el PP se quejan de que no son tan duros con el Govern del Botànic como lo fueron con ellos...
-No hay nada de realidad en eso. Nosotros somos una organización que tiene ideas y sabe qué tipo de sociedad quiere. No somos partidistas. Nosotros no renunciamos a la crítica por el mero hecho de que un gobierno sea más o menos progresista. La hacemos o no en función de lo que se hace, no de lo que se dice.