ALICANTE. El mercado ha abierto las puertas en los años de post crisis a otras formas de acceder a una vivienda que empiezan a ser respaldadas por cada vez más propietarios y administraciones. Prueba de ello es que esta misma semana por primera vez se ha hecho un concurso para obtener el derecho de superficie sobre parcelas de la Generalitat Valenciana donde se valora que los promotores sean cooperativas constituidas en Modelo de Cesión de Uso (MCU). En este contexto de cambio ha nacido la Asociación Viviendas sin Burbujas, defensora del MCU como la mejor fórmula para garantizar “el derecho a disfrutar de una vivienda digna, adecuada, asequible y antiespeculativa”, explica su presidenta, Aurora Arcacia.
“Estamos asistiendo al nacimiento del sustituto de la vivienda de protección oficial (VPO). Cuando la gente se dé cuenta de que este modelo ha muerto, la cesión de uso será la nueva alternativa: otra forma de planificar espacios residenciales respaldados por los propietarios y con diferencias ventajosas sobre las cooperativas de viviendas tradicionales”, explica la cofundadora de Viviendas sin Burbujas. La principal de estas diferencias es que una cooperativa en MCU no se disuelve al final de la obra, sino que sigue siendo la propietaria del edificio y el morador y promotor de la edificación “se queda, sin perder ningún derecho sobre su casa: ni sobre su uso indefinido, ni sobre su transmisión o herencia”.
Según Arcacia, “a cualquier partido político que le preguntes le gusta este modelo que por primera vez se reconoce en el nuevo Plan Nacional de Vivienda y al que se van a tener que acoger las administraciones para adaptarse al nuevo marco normativo y como sustituto de la VPO”. Difieren en que “el modelo de cesión de uso es como hacer VPO pero la pagan los propietarios y no se especula. Además, se puede aplicar tanto en suelo privado como en público y tanto en nuevas viviendas como en restauraciones”.
Según esta defensora del MCU, los requisitos en suelo público “son los mismos que pedían antes para la VPO y, cuando es suelo privado, el pagador se ahorra al menos un 20% al no existir empresa promotora. Esto es una cantidad importante que puede permitir que muchas más familias cumplan las condiciones para acceder a una vivienda”.
Viviendas sin Burbujas es una asociación sin ánimo de lucro constituida en 2017 con el objetivo de ser una incubadora de iniciativas de viviendas en modelo cesión de uso (MCU). Su nombre completo originariamente fue ‘Por una vivienda asequible y antiespeculativa Viviendas sin Burbujas’. Detrás de esta iniciativa están su presidenta, Aurora Arcacia, diplomada en Ciencias Empresariales, y los arquitectos Lino Bellot y Ana Simón Liso.
La idea del proyecto nació a partir de la investigación sobre vivienda colaborativa realizada Aurora Arcacia como trabajo final para el Máster de Desarrollo Local e Innovación Territorial que dirige Antonio Martínez Puche en la Universidad de Alicante. “Durante la investigación nos enamoramos del modelo y decidimos fundar una asociación que lleva ya dos años y ha intensificado su actividad desde que en mayo de 2018 hicimos nuestra primera jornada con Prudencio López, de Vida Sostenible Cohousing”, explica Arcacia. Se han dado a conocer ya en Torrevieja, Santa Pola, Sant Joan, El Campello, Alicante o Alcoy. En esta última ciudad presentaron hace unos días su propuesta para formar un grupo de convivencia en régimen cooperativas en cesión de uso. También han asistido como invitados a jornadas que contaban con el apoyo de la Generalitat Valenciana, ayuntamientos como el de El Campello o la Federación de Cooperativas de Viviendas Valenciana (Fecovi), afines al modelo MCU.
“Estamos en un momento de difusión para dar a conocer al ciudadano este planteamiento desconocido en España pero extendido con éxito en otros países y que necesariamente va ir ganando terreno como consecuencia de la aplicación de la normativa derivada del Plan Estatal de Vivienda”, explica Aurora.
La finalidad de Viviendas sin Burbujas es, además de reivindicar el derecho a una vivienda en condiciones dignas, instar a los poderes públicos a crear las condiciones para que esto se produzca. “Queremos conseguirlo con la difusión e impulso de un nuevo modelo conocido como vivienda colaborativa, covivienda, cohabitatge o cohousing donde una comunidad con los mismos objetivos y necesidades concibe la vivienda como bien de uso, no de inversión, dando un paso contra la desmercantilización y hacia modelos que ponen en el centro a las personas”.
La Asociación se presenta como espacio de encuentro, de información, formación e investigación abierta a personas, colectivos e instituciones interesados en las viviendas colaborativas y antiespeculativas.