ALICANTE. El Banco Sabadell busca agilizar el cierre de las operaciones para desprenderse del ladrillo tóxico que vendió durante el pasado ejercicio, para seguir reforzando su capital con el objetivo de alcanzar una ratio del 12% para finales de año, tal como ha fijado su presidente Josep Oliu. De momento, ya ha hecho efectivo el traspaso de créditos dudosos provenientes de la CAM al fondo noruego Axactor, que se acordó el pasado junio, y espera que en las próximas semanas, antes de acabar junio, pueda finiquitar la venta de otro paquete de impagados, en este caso a Deutsche Bank. Los otros dos paquetes, de activos adjudicados (uno proveniente de la CAM y, por tanto, con Esquema de Protección de Activos) y vendidos al fondo norteamericano Cerberus, cambiarán de manos definitivamente en el segundo semestre del año.
Así lo ha señalado este viernes el consejero delegado de la entidad, Jaume Guardiola, durante la presentación de los resultados de la entidad relativos al primer trimestre del año, en el que ha ganado 258,3 millones de euros y ha acanzado un capital fully loaded del 11,3% proforma. Guardiola ha considerado que los permisos de Competencia y el visto bueno del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que afecta a uno de los dos paquetes colocados de Cerberus, llegarán a lo largo del segundo semestre del año. "Calculamos que los paquetes de activos adjudicados podrán venderse a lo largo de la segunda parte del año, en el tercer o cuarto trimestre en el caso de los que llevan EPA, aunque esperamos que pueda cerrarse en el tercer trimestre". Es decir, para finales de verano, la transacción debería estar completada.
En paralelo, y como ha venido informando Alicante Plaza, el banco tiene abierto en estos momentos el proceso de venta de la promotora Sdin, segregada del servicer inmobiliario Solvia (cuya venta del 80% a Intrum, oficializada esta misma semana, ha reportado plusvalías de 138 millones de euros a la entidad). El plazo para recibir ofertas vinculantes por la rama promotora de Solvia y sus suelos finalistas 'premium', valorados en 1.300 millones de euros, se abrirá justo después de las elecciones. La entidad espera recibir varias ofertas vinculantes en torno a 1.000 millones, como ha contado este diario, tras constatar el interés de media docena de compradores potenciales en la fase de ofertas no vinculantes recién terminada.
La venta de Sdin y el cierre de las operaciones pendientes con ladrillo tóxico van encaminadas a limpiar el balance del banco y reforzar su ratio de capital, sobre el que Guardiola considera que impactarán de forma positiva. "Los analistas coinciden en que el ratio adecuado para el sector está en el 11,7%", recordó Guardiola, un umbral que el banco ya tiene a tiro, "y nuestro objetivo es estar este año cerca del 12%, con un payout del 50%". El consejero delegado del Sabadell considera que el objetivo establecido por Oliu se alcanzará en 2020, cuando la entidad superará el citado 12% que "es el nivel en el que los mercados han asumido que deben estar los bancos".
Por otro lado, Guardiola ha descartado que el banco se esté planteando vender su filial británica, el TSB, una vez finalizada la migración tecnológica. El Sabadell considera que no se verá afectado en exceso por el Brexit, que esperan suave, más allá de la afección propia a la economía británica. "TSB es un banco de hipotecas con un perfil de poco riesgo, y sin apenas penetración aún en las empresas", argumentó Guardiola. El objetivo de la nueva consejera delegada, Debbie Crosbie, que empieza a trabajar el 1 de mayo, será elevar la eficiencia de la entidad en base a la nueva plataforma tecnológica y aumentar el volumen de crédito con una baja estructura de costes. "TSB tiene una capacidad de crecimiento significativa", consideró Guardiola, "en condiciones de normalidad debería aportar el 20% del beneficio del grupo en el futuro".