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Barnier: "La negociación con el Reino Unido tras el Brexit es un desastre"

25/04/2020 - 

VALÈNCIA. "Existen serias limitaciones para nuestra futura asociación”, lamentó Michael Barnier. Ésta fue la llamada de atención expresada por el delegado europeo para negociar el acuerdo futuro con el Gobierno británico tras el Brexit ayer en rueda de prensa. La Comisión Europea y el equipo de Boris Johnson concluyeron la segunda ronda de negociaciones sobre una nueva asociación Unión Europea-Reino Unido por videoconferencia. Los estándares europeos en Derechos Humanos, las tasas aduaneras, la pesca, la lucha antiterrorista y la seguridad en Irlanda del Norte son los puntos esenciales en los que no ha habido ningún progreso o se han rechazado de plano por la parte británica, pese a constar en la Declaración Política acordada por Boris Johnson en diciembre pasado y aprobada por su Parlamento. 

Por su parte, el portavoz británico declaró que “ésta fue una ronda de negociación completa y constructiva”, realizada de forma remota por videoconferencia, sobre la base de los extensos textos legales proporcionados por ambas partes en las últimas semanas.  Sin embargo, señaló que una de las mayores diferencias, también manifestadas por Barnier, radica en que “el detalle de la oferta de la UE sobre el comercio de bienes esté muy por debajo del precedente reciente en los Tratados de Libre Comercio que ha acordado con otros países soberanos”.

La cuestiona de la soberanía es uno de los escollos principales. Barnier explicó que el principal impedimento para avanzar en el tema comercial es que la parte británica insiste en que es un Estado soberano en pie de igualdad con la Unión Europea a la hora de acceder al mercado europeo. “Lo que no es real, porque no puede comparar un mercado de 66 millones de habitantes con otro de 450 millones de ciudadanos”.

“Y esa es la diferencia con otros tratos de libres de comercio”, explicó el negociador europeo. El acuerdo que se pretende de cero tarifas para todos los productos “no tiene precedentes, cuando ni siquiera aceptan los estándares europeos en impuestos y ayudas estatales, lo que rompería la competencia en el mercado”, explicó. Y añadió que “lo peor es que pretenden acuerdos segmentados y bilaterales con los Estados miembros de la Unión Europea, duplicando las negociaciones, algo que no es posible porque rompería el mercado único”. 

Una propuesta jurídica de 360 páginas

Por ello, Michel Barnier insistió que el objetivo comunitario había sido atenido parcialmente. “El Reino Unido no se ha puesto a negociar seriamente el texto de la Declaración Política que aprobó su propio Parlamento y ése es el texto que se ha desarrollado jurídicamente en otro más extenso“, en referencia al documento jurídico presentado a la parte británica en marzo. “La negociación con el Reino Unido es un desastre, no se lo están tomando seriamente”, expresó insistentemente Barnier, al tiempo que denunciaba que no hay ningún progreso en el tema de a pesca, pese a que está contenido en su Declaración de diciembre. 

Boris Johnson

Michel Barnier hizo estas declaraciones a preguntas de los periodistas. “Hay serias dificultades y no vemos voluntad política, ni respeto mutuo, ni una visión de la realidad enfrentada a la crisis económica y social que se avecina con el Covid-19, que es una responsabilidad añadida a esta negociación”. Pese a la dureza de sus palabras, el jefe de la negociación europea no se mostró derrotado en ningún momento. 

Lo que sí mostró fue su decepción. “Nunca antes en la historia de la Unión Europea hemos visto una posición semejante a la que tiene el Reino Unido en estos momentos”. Y explicó la disposición abierta en todo momento de la Unión. “No cerramos la puerta a un periodo de transición. Y no somos nosotros los que hemos puesto el límite de tiempo”, añadió, al tiempo que explicaba que es la parte británica la que en estos momentos “no quiere prolongar la negociación”. Y lamentó esta actitud, ya que “lo más importante es la confianza y el respeto para los acuerdos futuros”.

En este sentido, Barnier recordó que “respetamos la soberanía del Reino Unido y pedimos el mismo respeto para la nuestra”. Pero aclaró de forma contundente que, “si no hay acuerdo sobre la pesca, no hay acuerdo sobre el comercio. Queremos poner toda nuestra energía con calma para garantizar que este acuerdo no se hará en detrimento de nuestro mercado interior  Y el Reino Unido conoce nuestro sistema de mercado interior… Si decidió salir, también asumió las consecuencias negativas”, pareció amenazar Barnier. 

También el grupo parlamentario europeo expresó su preocupación por el curso de las negociaciones. “Nos preocupa escuchar a Michel Barnier expresar su decepción por la falta de compromiso británico en cuatro áreas cruciales de divergencia, incluidas las disposiciones de igualdad de condiciones, la pesca, la cooperación en el área de la seguridad y la gobernanza general de la asociación”.

A este respecto, Barnier insistió en que “los estándares democráticos, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y el cambio climático son estándares que están en todos los acuerdos. Pero el Reino Unido los rechaza, pese a estar en su Declaración Política del pasado mes de diciembre”. Y señaló que “tampoco aceptan la jurisdicción del Tribunal de de Justicia de la Unión Europea, cuando se trate de leyes europeas y protección de datos. Para nosotros, es primordial defender estas garantías para los ciudadanos europeos”. 


En medio de una crisis tan grave como la del Covid-19, Barnier deseó, no obstante, una pronta recuperación a Boris Johnson. Y manifestó que “tenemos la obligación de plantear la realidad de una negociación tremendamente compleja”. Barnier informó que el 30 de junio es la fecha límite para que el Reino Unido acepte la propuesta de prolongar el proceso de transición , ya que "el estado de las negociaciones no auguran que el acuerdo futuro de asociación esté culminado para el 31 de diciembre”. No obstante, explicó que el Reino Unido "ha rechazado toda prolongación”, lamentando que las consecuencias para los británicos “serán peores”. Porque, “si el Reino unido abandona sin un acuerdo económico, significará un shock para los consumidores muy importante y más teniendo en cuenta la crisis del Covid-19". 

Garantías para los 450 millones de ciudadanos europeos

Barnier recordó la responsabilidad de la parte británica en este acuerdo. “Su salida del mercado único y de la unión aduanera es importante para que se cumpla el acuerdo a finales de año. Por nuestra parte, es importante defender a los 450 millones de ciudadanos de la Unión en la parte económica. Pero también es importante garantizar la seguridad y la paz entre Irlanda e Irlanda del Norte”, dijo recordando un importante punto de fricción.

Por ello, manifestó durante la rueda de prensa, “debemos avanzar y retomar las negociaciones lo antes posible, aunque sea por videoconferencia”. En este punto, agradeció al jefe del equipo británico de negociación, David Frost, “la disponibilidad que ha tenido en todo momento”. 

Por su parte, el portavoz británico expresó en un comunicado oficial, respecto a esta ronda de negociaciones, que se había dado un “progreso tangible”. No obstante, Barnier criticó que no se haya respondido debidamente. Por ello, se ha preparado desde el equipo europeo una propuesta en un documento de 360 páginas, “por ahora confidencial”, que traduce en términos jurídicos la Declaración Política acordada con el equipo de Boris Johnson en diciembre de 2019 y aprobada por el Parlamento británico. Se trata de un texto global para la futura negociación prestado el pasado mes de marzo, “que no está cerrado”, dijo Barnier, señalando que, “por ahora, no hay respuesta del equipo británico”. 

Uno de los principales obstáculos, refirió Barnier es que “no podemos hacer un progreso selectivo de una parte de los asuntos a tratar, como prefiere el Reino Unido, sino que debemos negociarlo todo al mismo tiempo y de forma paralela”. Y denunció que, “no vemos una voluntad de avance en las negociaciones en la parte británica. El reino Unido no puede rechazar la prórroga y, al mismo tiempo, suspender o retrasar las negociaciones”. 

Efectivamente, el negociador del Reino Unido volvió a descartar una extensión del período de transición, lo que significa que el tiempo es claramente esencial, ya que la pandemia de Covid-19 ya ha desacelerado el ritmo de las negociaciones. El grupo parlamentario europeo encargado del Brexit, manifestó que “se debe avanzar en todas estas áreas, así como en la implementación del Acuerdo de Retirada para junio. Solo quedan dos rondas de negociación hasta entonces y se deben lograr resultados concretos, que muestren un progreso tangible en las próximas semanas“. 

El Reino Unido habla de convergencia prometedora

Por su parte, el Reino Unido apeló a que “se hicieron progresos limitados para cerrar las brechas entre nosotros y la Unión”, explicando que hubo una “convergencia prometedora en las áreas centrales de un Tratado de Libre Comercio, por ejemplo, en el comercio de bienes y servicios, y temas relacionados como la energía, el transporte y la cooperación nuclear civil”.

De otro lado, el comunicado expresa las “diferencias significativas en otras áreas. Por ejemplo, no avanzaremos en el llamado campo de juego nivelado y las disposiciones de gobernanza hasta que la Unión deje de insistir en imponer condiciones en el Reino Unido que no se encuentran en los otros acuerdos comerciales de la UE, y que no tienen en cuenta el hecho de que hemos dejado la Unión Europea como un Estado independiente”.

Así de contundente se expresa el portavoz de 10 Downing Street. Y recuerda que, “en materia de pesca, el mandato de la Unión parece exigirnos que aceptemos la continuación de las cuotas actuales acordadas en virtud de la Política Pesquera Común”. Este punto de discordia lo explica la parte británica añadiendo que “sólo podremos avanzar aquí sobre la base de la realidad de que el Reino Unido tendrá derecho a controlar el acceso a sus aguas a finales de este año". 

Y termina diciendo que “el Reino Unido sigue comprometido con un acuerdo con un Acuerdo de Libre Comercio en su núcleo. Esperamos negociar constructivamente en la próxima ronda que comienza el 11 de mayo y encontrar una solución global equilibrada que refleje las realidades políticas de ambas partes”.

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