VALÈNCIA (EFE). El candidato a la presidencia del PPCV José Luis Bayo ha considerado que el decimocuarto Congreso del partido no ha generado "ninguna expectación" en los afiliados y además supondrá perder "una oportunidad de oro" para situar a esta formación "en la vanguardia" de los procesos congresuales del PP.
En una entrevista con la Agencia EFE, Bayo, quien ha presentado 159 avales frente a los más de 7.000 de la candidata a la reelección, Isabel Bonig, ha afirmado que la suya es un poco "la historia de David contra Goliat", pues la actual presidenta cuenta "con toda la estructura del partido".
A su juicio, que haya dos candidaturas es un aliciente para el partido, pues no ha sido "lo normal" en una formación que habitualmente ha celebrado congresos "de unificación", algo que en este "se ha intentado", pero Bonig "no ha creído en la integración".
El expresidente de Nuevas Generaciones asegura que no busca enfrentamientos, ni con Bonig "ni con ningún militante", sino que llama a que todos "sumen y no resten". Insiste en reclamar "juego limpio" en la campaña electoral, aunque se espera "cualquier cosa" después de que miembros del comité organizador del congreso lanzaran "amenazas" a miembros de su candidatura o de que se hayan "filtrado conversaciones", una dinámica que "no favorece" al PPCV.
Bayo reclama "mayor transparencia" y afirma que "no puede ser" que se diga que es un congreso de "máxima participación", cuando de los 150.000 militantes del PPCV "solo 3.000 personas" se han inscrito, ni el 10 % del censo. "¿Qué legitimidad puede tener un presidente que salga con el apoyo 10 % de la militancia?", se pregunta el candidato, quien asevera que este congreso no ha generado "ninguna" expectación entre los afiliados, entre otras cosas porque "no se les ha explicado" el proceso, y los 3.000 inscritos son "el aparato del partido".
A su juicio, es un congreso "de supervivencia política", en el que se busca "cubrir el expediente", cuando la Comunitat no se puede "permitir el lujo" de que el PP esté "al ralentí, con un motor que no arranque", y sin ganas de llegar a la Generalitat y de implicar al militante en la gestión del partido.
"Si gana Isabel Bonig me pondré a sus órdenes, no hay problema", asegura Bayo, quien explica que su campaña será "pueblo a pueblo" y "afiliado a afiliado", pues este reclama que "las elites del partido bajen a lo que los militantes quieren".
Recuerda que hace un año se exigió un congreso extraordinario, se prometió una refundación e incluso se habló de cambiar el nombre del partido, lo que ha quedado en un congreso ordinario y "sin propuestas".
Según defiende, su candidatura es una apuesta por la regeneración y "la verdadera unidad" en un partido que precisa "aglutinar a todas las sensibilidades" y recuperar "ese bloque histórico de centro derecha liberal conservador" que en el pasado les dio mayorías absolutas.
Bayo admite que su carrera a la presidencia del PPCV puede acabar el 13 de marzo, día en que los afiliados votarán a los candidatos y si uno de ellos logra al menos el 50 % de los votos en dos provincias, con una diferencia superior a 15 puntos sobre el resto, será proclamado candidato único al congreso del 1 y 2 de abril.
Añade que valorarán entonces si impugnan el proceso, pues no se cree que el partido movilice el 13 de marzo a 3.000 personas en 542 municipios, por una cuestión de logística y de capacidad de movilización.