VALENCIA. El Ayuntamiento de Valencia no ha recibido solicitudes para devolver los inmuebles que se compraron o expropiaron para ampliar la avenida Blasco Ibáñez en el barrio del Cabanyal. Así lo explican fuentes de la concejalía de Urbanismo, que concretan que ningún expropietario se ha puesto en contacto con el consistorio hasta la fecha para revertir su transacción ni a través de Aumsa ni a través de la sociedad Plan Cabanyal-Canyamelar, las firmas públicas que poseen el grueso de los activos.
El Ayuntamiento ofreció esta posibilidad a los antiguos dueños tras quedar anulado hace tres meses el PEPRI del Cabanyal, que contemplaba la polémica ampliación de la avenida a través del barrio marítimo. La voluntad del consistorio es llegar a un acuerdo con los vecinos a los que el gobierno local del PP les compró su inmueble y que tengan la intención de revertir su transacción.
Además, en la sociedad Plan Cabanyal-Canyamelar incluso se barajó la posibilidad de abrir un plazo legal en el caso de 30 inmuebles del Bulevar San Pedro con los que se iniciaron procesos de expropiación en 2002, si bien esta vía quedó finalmente descartada y se limitó a los cauces legales para revertir las expropiaciones, en los que el Ayuntamiento está dispuesto a poner todo de su parte para que, quienes lo deseen, recuperen sus derechos sobre los activos.
En cualquier caso, al menos por ahora, nadie se ha puesto en contacto con el consistorio. Todo a pesar de que sí hubo vecinos que preguntaron por esta posibilidad tras el cambio de gobierno.
Las mismas fuentes atribuyen la ausencia de solicitudes a los buenos precios con los que el Ayuntamiento del PP pagó las propiedades para acelerar el proyecto de la ampliación hasta el mar de la avenida. También a la complejidad de que muchos de los edificios que se adquirieron fueron derribados y, en consecuencia, el proceso para su devolución implicaría un complejo cálculo sobre el solar o sobre una nueva construcción.
Pese al poco interés manifestado hasta la fecha, el consistorio sigue dispuesto a escuchar las peticiones que provengan de los antiguos propietarios, si bien es cierto que, en paralelo, ya está desarrollando proyectos para estos espacios que, cuando se desarrollen, imposibilitarán que la recuperación de los activos inmobiliarios sea una realidad.