El 'Botifarra' vence a la ignorancia

TORREVIEJA. Alguien había anunciado la presencia del lobo feroz este martes en Torrevieja, con motivo de Día de las Lenguas, y no apareció por ningún sitio.  Ni aquerrale nacionalista, ni referencias al 1-0 ni esteladas ni recuerdos a Pugidemont ni siquiera al conseller Vicent Marzà. Ni rastro de las todas amenazas. La celebración del Día de las Lenguas en Torrevieja fue un día normal,  en el que la música coral y tradicional (y el humor) de los artistas anunciados -el cantante valenciano Pep Gimeno Botifarra, Carraixet y la coral Ricardo Lafuente de Torrevieja- vencieron a los que pronosticaron el fin del mundo. La interpretación se impuso a la política.

"Es un engaño impresentable" o una "fiesta pancatalanista", llegó a augurar el diputado del PP Joaquín Albadalejo, quien había solicitado que no se cedieran espacios públicos para dicho espectáculo. Y nada de eso ocurrió. Las personas que presenciaron la velada con la coral Ricardo Lafuente y la actuación de Pep Gimeno Botifarra fueron las mismas; es decir, que las casi 300 personas que acudieron a las Eras de la Sal y disfrutaron del potencial coral de los integrantes del Ricardo Lafuente y sus habaneras, y también del show de Botifarra, esta vez acompañado del músico marroquí Ahmed Touzani. Nadie se marchó antes de hora, ni se le hizo el vacío. Es más, tanto la actuación del grupo coral como el de las Habaneras finalizó con sonoros aplausos y puesta en pie del respetable asistente.

El grupo coral Ricardo Lafuente comenzó su actuación con la habanera Torrevieja, todo una seña de identidad de la ciuadad e interpretó varias piezas conocidas, como La Paloma, algún bolero e incluso le puso humor a la cosa con el clásico María Cristina me quiere gobernar. Cuidada puesta en escena, perfecta interpretación y comunión con el público. Así podría resumirse la presencia en las Eras de la Sal.

Pasadas las 21:30 horas hizo acto de presencia Pep Gimeno y su banda. El Botifarra le tenía ganas al bolo: "Xe, tenia ganes d'actuar ací amb tot el que ha passat", dijo. Gimeno arracó con el Cant de Batre (o de la Trilla) y desde entonces, fue alternando canciones y la explicación de su origen, tanto en castellano como en valenciano, como pequeñas anécdotas, que arrancaron las carcajadas del público. Después del Cant del Batre, intepretó una jota y ahí es cuando soltó su primera proclama pacífica. "Las lenguas son para unir, no para dividir".

Posteriormente, rescató una pieza tradicional de La Canal de Navarrés y otra de Almansa. Con la participación de otro cantante, Hilari de Muro, intepretó La Versà, en castellano; posteriormente, una perchelera, o partenera, como también la definió él; La Granaína de Montaverner, o La Nadala de Desamaparados. Finalizó su actuación con la interpretación de unas danzas que algunos asistentes se animaron a bailar. Al final, Pep Gimeno Botifarra se despidió con una sonora ovación y el público puesto en pie.

Entre los asistentes se encontraban los alcaldes de Torrevieja, José Manuel Dolón; de Rafal, Manuel Pineda o de la Callosa de Segura, Fran Macià, además del director general de Política Lingüística de la Generalitat, Rubén Trenzano y responsables de la sede de la Universidad de Alicante en Torrevieja. Entre los asistentes, había una expedición de Xàtiva, formada por unas treinta personas que se desplazaron hasta la ciudad salinera para presenciar la actuación.