ALICANTE. El PP entra en escena en la crisis de gobernabilidad del Ayuntamiento de Alicante y trata de liderar el proceso de cambio en la alcaldía en el caso de que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, presente su dimisión. En una comparecencia conjunta, el presidente provincial del PP, José Císcar, y el portavoz municipal, Luis Barcala, han reclamado el gobierno de la ciudad para su partido al tratarse de la lista más votada en las municipales de 2015, con ocho concejales. Císcar ha manifestado que del pacto suscrito entre tres partidos hace dos años ya no queda nada y que se ha demostrado que la situación ha cambiado. "Dimos un plazo de prudencia para que los tres socios abordasen una posible solución a los problemas de gobernabilidad, por eso dijimos que sólo aceptaríamos la alcaldía era por imperativo legal, pero el escenario ya no es el mismo con la marcha de Compromís, primero, y de Guanyar que debe producirse hoy mismo", ha dicho.
"Con seis concejales y dos de ellos, investigados el PSOE no puede gobernar y emplazamos al señor Puig a que exija la dimisión de Echávarri", ha insistido. En esta línea, ha confirmado la apertura de un proceso de negociación con todas las fuerzas políticas, y en especial con Ciudadanos, para hacer posible el traspaso de la Alcaldía al PP.
"Estamos abiertos a cualquier alternativa, a un pacto de investidura, a alcanzar acuerdos puntuales o a formar Gobierno compartido en el que tomen delegaciones", ha detallado el líder de los populares. "Lo que sí pedimos es que no caigan en la decisión que tomaron en 2015, cuando apoyaron la investidura de Echávarri pese a que no era necesario y que nos ha traído hasta aquí", ha recalcado. Con todo, no ha querido pronunciarse sobre quién sería el candidato a la alcaldía en el caso de que se precipitarse la renuncia del primer edil. Al ser preguntado sobre si el alcaldable sería el propio Barcala, se ha limitado a contestar que "ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos al río".
Tanto Císcar como Barcala han abundando en que no puede producirse una moción de censura puesto que no cuentan con los votos necesarios, aunque han insistido en que su intención es abrir una ronda de contactos con todos, incluidos los dos ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte. Barcala ha recalcado que ya había contactado con la líder de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, pero que su hoja de ruta era anunciar en primer lugar su decisión de manera transparente, antes de mantener contactos secretos como pueden haber mantenido otros.
Císcar ha sostenido que el proyecto del PP de 2015 sigue vigente y es válido para modernizar Alicante y que lo que no podían tolerar era que la ciudad esté bloqueada durante 19 meses, los que quedan para las próximas elecciones. "No podíamos tranquilamente esperar a que el cadáver llegase a la orilla", ha ejemplificado.