LAS PRIMERAS COLECCIONES YA ESTÁN EN MARCHA

El calzado sostenible marca tendencia

Los zapatos ecológicos, veganos y reciclables o suelas elaboradas con residuos de palmera se están imponiendo dentro de las nuevas propuestas que ofrece el sector. 

9/10/2016 - 

ELCHE Los valores éticos y el respeto por el medio ambiente también han llegado a las principales pasarelas de la moda y a las ferias del calzado más importantes del sector. Se trata de una nueva tendencia donde el glamour, la moda, el diseño y la estética se combina con procesos y materiales sostenibles.

Esta filosofía la están desarrollando en Elche empresas como Vesica Piscis que ha creado una línea de calzado con materias renovables y que se recicla al final de su ciclo útil y Exclusivas Indupal que produce suelas de calzado con residuos de palmeras.

El proyecto de Vesica Piscis, según precisa el diseñador de la marca Francisco Maciá, está basado en la economía circular.

La materia prima que utilizan para sus zapatos es vegana, orgánica y reciclada como el poliéster que en su mayoría proviene de reciclar botellas de plástico, caucho natural para las suelas de los zapatos, plantillas elaboradas con materias naturales de origen vegetal como el corcho y el caucho, algodón reciclado y lamas de bambú natural sin tintes ni lacados para las plantas de las sandalias. A todos ellos se suman materiales nuevos como el de fibra de piña cuya sensación es similar a la del cuero pero que está hecho de fibra vegetal.

El diseñador de la marca asegura que “conseguir este tipo de textiles es más complicado. Estás más limitado porque tienes menos materia prima para desarrollar los artículos y hay que ingeniárselas para hacer una colección atractiva con lo poco que hay en el mercado y, pese a que nos centramos más el fondo, la forma tampoco hay que descuidarla”.

El envasado también es algo que también preservan y, para ello, han cambiado las dimensiones de las cajas tradicionales del calzado para reducirlas un tercio. Así, utilizan un 53% menos de cartón, el espacio que ocupan en el transporte se reduce un 66% y se prescinde del papel que separa cada par de zapatos y el que se introduce en las puntas con el fin de ahorrar una tonelada de papel por cada 34.482 pares.

En cuanto al proceso de fabricación, el montado se hace a mano y se reduce el consumo energético en un 90% y, una vez que el zapato ha llegado a su fin, está diseñado de tal forma que se puede separar la suela del corte para que se pueda reciclar.

Con vistas al Norte de Europa

Aunque el proyecto empezó a gestarse hace unos tres o cuatro años, la marca lleva funcionando poco más de un año.

En la actualidad, cuenta con cerca de una decena de modelos diferentes tanto de señora como de caballero. Su venta, cuyo precio gira alrededor de los 60 euros, es online aunque Maciá precisa que “ya hay gente interesada en distribuir este producto en tiendas”.

A corto plazo, los objetivos de la empresa se centran en potenciar su presencia digital a través de redes sociales y llegar a los mercados tradicionales del sector como Alemania, Francia y Reino Unido sin olvidar el mercado interior. Sin embargo, Francisco Maciá reconoce que el Norte de Europa supone un gran atractivo para ellos porque en esta zona los consumidores se interesan más por la sostenibilidad y la singularidad de este calzado.

El calzado más ilicitano

Por otra parte, Exclusivas Indupal ha sabido unir dos factores que identifican a la ciudad como es el palmeral y su industria del calzado.

De esta combinación surge la creación de una suela para calzado de señora elaborada con los residuos de la palmera.

Estos deshechos proceden de las palmeras sin vida que se han retirado en los últimos años como consecuencia, principalmente, de la plaga del picudo rojo.

Frente a esta situación, el gerente de Exclusivas Indupal, Juanma Bru, ha conseguido darle un uso sostenible, resolver un problema medioambiental y poner en valor los productos relacionados con las palmeras a través de esta iniciativa que está patentada.

Bru asegura que de la palmera, que tiene que ser alta, se aprovecha entre un 50 ó 60 por ciento y añade que el proceso desde que se recoge hasta que se transforma en una suela, “es largo”.

En primer lugar, la palmera tiene que estar seca, se recopila, se pasa por un aserradero y se convierte en tablones.

Posteriormente, esos tablones los perfilan, tornean y le dan el tratamiento típico de cualquier calzado de madera. Además, con el fin de mejorar su densidad, porque es una madera blanda, se trata y se le añaden unos refuerzos “para que la fatiga de la pisada nunca llegue a la madera”.

El resultado es “una suela natural y ecológica que pesa muy poco, que es elegante y ofrece grandes ventajas competitivas”.

Sensaciones muy buenas

Estas características ya han atraído a industriales del calzado de Elche y Elda que han presentado sus nuevas colecciones de zapatos que incorporan este tipo de suelas en ferias tan prestigiosas como la MICAM de Milán.

“Las sensaciones son bastante buenas y ha gustado mucho porque es totalmente diferente a lo que hay ahora en el calzado”.

En estos momentos se encuentran en plena fase de producción con el fin de que la primera temporada que llegue a la calle sea la primavera-verano 2017.

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