CASTELLÓ. El coronavirus ha supuesto "dar un vuelco a la campaña" citrícola. No lo dice un actor cualquiera, sino el principal, el Comité de Gestión de Cítricos. La patronal que agrupa a los exportadores españoles afirma de forma rotunda que han sido "la preocupación por el covid-19 y el interés de los [clientes] europeos por proveerse de fruta con la que reforzar su sistema inmunológico" los factores que han permitido que la actual temporada naranjera, en la que ya apenas queda fruta en los árboles, esté acabando como nunca.
Hay otros factores que han ayudado a esta grandiosa recta final para las naranjas valencianas y del resto del Estado español. Uno de los más relevantes son las dificultades de otras zonas para exportar, como por ejemplo Sudáfrica, que ha tenido muchos problemas para hacerse con barcos frigoríficos y contenedores reefer para enviar su fruta a Europa, algo que ya ha comenzado a paliar. Pero la principal razón del crecimiento español estriba en el alza de la demanda de los mercados europeos, que vieron desde el primer momento en las naranjas y clementinas un producto con el que combatir el nuevo coronavirus, lo que elevó las demandas en los almacenes y también incrementó los precios, tanto en destino como en campo.
Cierto es que la pandemia sanitaria también ha conllevado un aumento de los gastos, sobre todo en la manipulación de la fruta y la confección de los envíos, como recuerdan las fuentes del CGC. Pero es altamente significativo que desde la patronal que representa a los exportadores destaquen las buenas cifras de marzo y que estas, a falta de las estadísticas oficiales, "se mantendrán en abril".
Y es que el tercer mes de este 2020 ha sido "el mejor marzo de su historia", para la exportación de cítricos españoles. No en vano, en cuanto a tonelaje salieron de España medio millón de naranjas y clementinas, con un crecimiento del 15% respecto a la temporada anterior. En lo que se refiere al montante económico, la exportación de cítricos superó en el primer trimestre del año los 1.325 millones de euros, una cifra nunca alcanzada, según las estadísticas del Instituto de Comercio Exterior (Icex).
Aunque en este importe se incluyen los limones, no es menos cierto que su peso específico en el global es reducido. Asimismo, destaca que el valor de los cítricos crece más que el tonelaje enviado. La facturación de las compañías españolas en el extranjero aumentó en el primer trimestre un 24% respecto al año pasado a estas alturas. La cifra más alta alcanzada hasta ahora para los envíos de naranjas y clementinas españolas a los mercados foráneos en los tres primeros meses de un año no había llegado a los 1.200 millones de euros (fue en 2016), siempre según el Icex.
Sin duda, todo un impulso para la economía estatal y valenciana cuando no está atravesando precisamente por su mejor momento. De ahí que la directora general del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliu, haya destacado cómo, "en época de extrema dificultad, el sector español ha vuelto a demostrar que es el proveedor europeo más seguro, con los estándares de calidad más estables y altos".
Y en esta labor tiene un peso fundamental la Comunitat. Desde el territorio valenciano partieron hacia el resto del mundo en el primer trimestre, a tenor de su valor, más de dos tercios de las naranjas y clementinas que exportó España. Concretamente fueron el 69%, con envíos de cítricos por importe de más de 919 millones de euros. Fundamentalmente esto lo realizaron compañías radicadas en la provincia de Valencia (547 millones), aunque también destaca la relevancia de la provincia de Castellón, por valor de 297 millones de euros.
No en vano, ambos territorios provinciales están por encima de lo que exportaron las otras grandes zonas productoras del territorio español, Murcia (186 millones) y Andalucía (146).
Y todo ello se ha producido en el marco de una campaña con una importante reducción de cosecha. En el conjunto del Estado el tonelaje ha caído "casi un 24%", señalan desde el CGC, lo que supone incrementar las previsiones iniciales, que no habían tenido en cuenta la afección de las lluvias de septiembre. En el caso de la Comunitat Valenciana, el segundo aforo citrícola hecho público por la Conselleria de Agricultura repite prácticamente las cifras de la previsión de septiembre y constata un descenso de prácticamente 1,1 millones de toneladas.
A pesar de ello, en esta campaña, y hasta el mes de marzo, "se ha logrado exportar las mismas toneladas que la pasada (2,86 millones)", destaca el CGC. Y es que esto supone un hito en sí mismo. En este contexto, Sanfeliu resalta que el coronavirus "nos exigió un esfuerzo extraordinario para responder al reto y superar las enormes dificultades de todo tipo, y es evidente que hemos dado la talla".