Foto: ANTONIO PRADASCASTELLÓ. La Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (FETEN) anunció este pasado fin de semana la selección de obras que se exhibirán, el 6 y 7 de febrero, en Gijón. Un total de 80 espectáculos que serán vistos por cerca de 500 programadores procedentes principalmente de España, pero también de otros países de Europa y del resto del mundo. Su celebración la convierte así en un enorme escaparate escénico para que las compañías muestren las últimas tendencias no solo en teatro, sino también en circo o danza. Un trampolín que, por contra, la Comunitat Valenciana todavía saborea tímidamente. Si el año pasado fueron ocho las creaciones que pusieron el sello valenciano a la velada, esta vez su presencia baja a siete. En efecto, el grueso de la programación continúa residiendo en propuestas catalanas, madrileñas o asturianas, que destacan también entre las cerca de mil creaciones preseleccionadas.
El modelo valenciano, como viene reclamando desde hace tiempo, urge de medidas que garanticen su sostenibilidad. "Todos disfrutamos de una maravillosa precariedad en matices. Hemos de seguir la filosofía de 'yo me lo guiso, yo me lo como', porque todo nuestro trabajo depende de los recursos económicos que tiene la compañía", manifestaba a principios de año Marc Escrig (Teatre de Caixó), durante el primer Congreso de Artes Escénicas de Castelló. Así la falta de una industria consolidada podría explicar su menguante visibilidad. Con todo ello, ahora toca hablar de las siete obras que podrán dejar la huella valenciana en la cita.
Es La Troupe Malabó quien lidera la presencia valenciana en la Feria Feten 2020. La compañía de Betxí, que ha celebrado este curso sus 25 años en el sector, ha sido seleccionada con la representación de Sophie, una obra feminista donde la técnica del clown está ejecutada por primera vez como un musical con números de ópera. A cargo de Claudia Zucheratto y Sergio Chaves, la trama gira alrededor de tres mujeres que, con mucha comicidad, hablan del trabajo, de reivindicaciones, de hermanamiento y represión. Haciéndose servir, además, de una técnica en desuso como es el teatro gestual.
Así pues, la compañía castellonense contará además con la exhibición de otra de sus piezas: Klez 80 Circus. En este caso, Chaves (director de la misma) se sirve de los zancos para crear una performance donde se entremezclan todos sus fuertes: el circo, el teatro, los malabares y el equilibrio. A tres metros de altura, tres gigantes son guiados a ninguna parte por la maestra de ceremonias. A partir de ahí se traza un show con parodias, a ritmo de swing, jazz o country.
Por otra parte, Imaginary Landscape Factory -asentada en Benicarló- llevará hasta Feten Los tres cerditos esperando a Feroz, un remake de la clásica fábula que Disney llevó a los cines en 1933 y que se inspira, además, en la obra de Samuel Beckett Esperando a Godot. Dirigida por Rafa Sánchez, dicha versión centra su argumento en el paso del tiempo, "el hilo invisible de la vida". Así, no es tan importante la llegado del lobo, como lo que pasa durante su espera. El espectáculo quiere que reflexionemos sobre cómo pasamos la vida padeciendo por si viene (el lobo) y cómo nos hacemos viejos esperando.
Es la provincia de València la que más exhibiciones aglutina -de toda la Comunitat- en el gran escaparate de la Feria Europea de Gijón. Ganadora del premio a 'Mejor espectáculo familiar' en la Mostra d'Alcoi, Lù de Maduixa Teatre sigue su prometedor recorrido por la esfera nacional. Después de investigar un año sobre la explotación infantil, Paula Llorens y Joan Santacreu tejen una obra que pone voz a una problemática que afecta a 127 millones de niños y niñas de Asia y el Pacífico. En este caso, el espectáculo habla sobre el poder de la creatividad y la imaginación de los mismos como forma de evasión ante la crueldad y la dureza de la vida que padecen. Sus protagonistas, que trabajan en el campo sin descanso, han ideado un juego para sobrevivir. La compañía de Sueca mezcla la danza y las artes plásticas en una representación poética.
En el caso de Maquinant Teatre, fundada en 2011 en la ciudad de València, sus creadoras también apuestan por utilizar las artes escénicas como una herramienta con la que investigar sobre la realidad que nos rodea. Sin ir más lejos, en La Burbuja de Julia se aborda el tema del acoso escolar a través de los ojos de una niña. Dirigida por Aina Gimeno y con la actuación de Ana Ulloa e Irene Maestre, esta historia muestra el dolor de una pequeña que sufre por sentirse diferente y por ser tratada de forma diferente. Escondida en su burbuja, su protagonista también sueña y pinta. De hecho, es precisamente aquí donde encuentra, como tantas veces, su salida para ser libre.
Con un toque totalmente distinto, Trencadís Produccions exhibirá su músculo en el ámbito de los musicales con Alicia en el musical de las maravillas. Esta compañía que opera desde el extrarradio, en Tavernes de Valldigna, gusta por sus visuales prodrucciones y por trasladar los clásicos cuentos hasta la actualidad. Así, en esta revisión, el personaje de Lewis Caroll entra en un mundo lleno de fantasía gracias a su abuela, que la aleja por un momento de las tecnologías para contarle una historia que asegura haber vivido de niña. A partir de ahí, no faltan el conejo que habla, el gato que sonríe ni el sombrero loco.
Por último, la presencia en Feten 2020 se completa con Bambalina Teatre y su pieza teatral Baida, la niña sin cabeza. En ella, Jaume Policarpo, experimentado dramaturgo valenciano, apuesta una vez más por el teatro de marionetas para contar la historia de una pequeña que percibe la realidad de una manera insólita. Poco a poco la niña va descubriendo cómo enfrentarse al mundo con la ayuda de su padre.
