CASTELLÓ. (EP). El traumatólogo de Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas 9 de Octubre, Jose Nebot, ha avisado de que caminar por la playa puede ocasionar esguinces, sobrecargas musculares, lumbalgias o dolor de cadera y rodilla. "La arena es un terreno irregular, por lo que, al caminar sobre él, el peso del cuerpo no se distribuye de manera equilibrada. El peso se carga sobre un tobillo lo que provoca que el pie, para conseguir una estabilidad del cuerpo, adopte diferentes posturas a las habituales", ha comentado.
Además, el hundir los pies en la arena implica que se utilice más la musculatura para elevar la pierna, lo que lleva a un mayor desgaste muscular y de reclutamiento de fibras, necesitando más ajustes propioceptivos en las articulaciones del pie, tobillo, rodilla y cadera; si encima los músculos no están previamente entrenados se resienten más y aflora el cansancio.
Sin embargo, existen diferencias entre caminar o correr por arena mojada que por arena seca. En este sentido, el doctor ha explicado que la mojada presenta una cierta inclinación y la seca suele presentar desniveles, siendo más fácil caminar por la arena mojada porque la seca implica un mayor esfuerzo. "Lo ideal para la gente mayor de 60 años o que tengan alguna lesión de espalda es que lo hagan por la parte mojada cerca de la orilla que es la más compacta y que conlleva un esfuerzo menor y además realizarlo por la parte menos inclinada", ha añadido.
Dicho esto, el doctor ha recordado que realizar este ejercicio de forma saludable implica la preparación previa del cuerpo, por lo que ha aconsejado no hacer grandes caminatas los primeros días y realizar ejercicios de estiramientos antes y después de cada paseo. Por otra parte, prosigue, no hay que olvidar que los pacientes que se han sometido a cirugías de cadera, tobillo o rodilla es mejor que se abstengan de dar paseos por la playa y comiencen en superficies planas.
No obstante, Nebot ha comentado que caminar por la playa supone que los pies entren en contacto directo con la arena y el agua lo que estimula el riego sanguíneo y mejora el flujo, y esto previene la formación de varices o la sensación de pies hinchados, además, la arena actúa como un exfoliante natural en los pies. Finalmente, ha asegurado que caminar dentro del agua que puede ser "muy beneficioso". "Si se avanza contra corriente se mejora el tono muscular y la acción terapéutica es la misma que recibir un masaje de compresión", ha zanjado Nebot.