El tirón de las exportaciones salva al azulejo y le permitirá eludir los números rojos al cierre del año
El tirón de las exportaciones salva al azulejo y le permitirá eludir los números rojos al cierre del año
CASTELLÓ. Si la pandemia ha provocado que las previsiones iniciales de la industria cerámica para este 2020 se contrajeran hasta un mínimo de seis puntos porcentuales, del 7% que se esperaba a unos resultados que irán entre el -1 a 2%, el próximo año volverá a ser un año complicado, a tenor del escenario descrito este lunes por el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Baldosas Cerámicas (Ascer), Vicente Nomdedeu, quien señala que será un periodo marcado por una incertidumbre de la que no escaparán las ferias internacionales, la amenaza de una elevada fiscalidad, los nuevos retos medioambientales o la falta de alternativas que permitan un abaratamiento de los costes energéticos, entre otros aspectos, que harán que los presupuestos anuales de las empresas se tengan que ajustar bajo premisas "duras" para afrontar este nuevo ejercicio.
Con un "el tiempo y la situación dirán", el presidente de Ascer eludió hacer un pronóstico sobre si se podrán celebrar en 2021 las principales ferias internacionales del sector, entre las que se sitúan la rusa Mosbuild (entre marzo y abril); Cevisama en Feria Valencia, prevista para mayo; la estadounidense Coverings (reprogramada para julio) o la italiana Cersaie, en septiembre. "Mientras exista el virus, van a ser difíciles las ferias", por lo que desde Ascer se recomienda a las empresas impulsar nuevas estrategias de comercialización y de marketing, como así ha sucedido a lo largo de este año.
También 2021 arrancará con el inicio de conversaciones para el nuevo convenio colectivo que difícilmente podrá abstraerse de la actual situación de pandemia, según reconoció el propio presidente de la patronal cerámica, quien señaló que, si bien el sector ha podido terminar el año corrigiendo las pérdidas ocasionadas por el parón de la primavera, con una fuerte contracción que incluso llegó a alcanzar el 40 y 45%, "los balances en las cuentas de resultados no lo podremos saber hasta finales de 2021". Ante este escenario, desde Ascer se prevé que los presupuestos anuales tendrán que contemplar "perspectivas duras", con la contención de costes la debido a esta situación de incertidumbre.
Por otro lado, pocas esperanzas tiene hoy la industria del azulejo en una reducción sustancial de los peajes energéticos en España, que hoy continúan siendo los más caros de Europa, como así señala el tesorero de Ascer, Francisco Ramos, quien añadió que el sector aún continúa a la espera de que la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia resuelva el expediente que permita prolongar la vida útil de aquellas plantas cogeneradores que llegan al final de su vida útil. Ramos recordó que este reaprovechamiento del calor sobrante para generar energía conlleva un ahorro que puede alcanzar hasta el 20%.
Los retos europeos para la descarbonización en la industria y la implantación de energías verdes también ocuparon buena parte de la intervención del presidente de Ascer durante su balance anual de este lunes. Aquí, Nomdedeu se detuvo en la alternativa del hidrógeno verde que, si bien reconoció avances y sus propiedades como energía libre de gases invernadero, sí señaló que "no deja de ser una alternativa más", a lo que remarcó que no puede darse a cualquier precio. "No puede ser viable si no es competitivo", enfatizó tras señalar que se trata "de un largo proceso que requiere de tremendas inversiones" y en un momento tan complicado como éste.
Nomdedeu aprovechó la reunión para recordar las reclamaciones que vienen arrastrando el sector, unas ya estructurales y otras vinculadas a la pandemia. Así, en este contexto, el presidente de Ascer señaló la importancia de mantener la competitividad de la industria española frente al mercado internacional, en el que cada día hay más actores y fabricantes.
Para hacer frente a la situación, el presidente de la patronal reitera la necesidad de desarrollar un plan integral para el impulso de la demanda a través de los Planes de Reforma y Rehabilitación; una rebaja de la carga fiscal como medida de dotar de liquidez a las empresas; el apoyo directo a las empresas para hacer frente a la necesaria solvencia para devolver los fondos ICO; la mejora de la formación de colocadores en todo el país, cuya mano de obra es escasa y poco profesionalizada; el apoyo a la investigación de tecnologías que nos permitan cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por la UE; medidas que ayuden a la transformación digital del clúster y el canal de distribución; y en definitiva, que esta industria se le dé el reconocimiento como se merece, por lo que aporta económica y socialmente.
El presidente de Ascer recordó al respecto que el peso de la industria en los países del entorno comunitario es del 20% del PIB cuando en España apenas ronda el 12%, "lo que resulta totalmente insuficiente". Y en cuanto a ayudas fiscales puso como ejemplo los incentivos que se dan en países como Estados Unidos. En este sentido manifestó que "para ser solventes, las fábricas deben funcionar, además de promover sectores tractores como es la construcción, a través de la reforma y la rehabilitación. Y sobre los préstamos ICO, Nomdedeu recordó que son partidas que hay que devolver con intereses tomando como base un año especialmente complicado como ha sido éste". Al respecto, incidió en que "hay empresas que sí han recuperado el terreno perdido en términos de producción, que no necesariamente en rentabilidad, y otras que ni siquiera lo han logrado", de ahí que incidiera en la necesidad de aplazar estas devoluciones.
En materia de formación, el presidente de la patronal azulejera volvió a recordar la necesaria especialización en torno a un producto cerámico que evoluciona de manera permanente y que "es producto de consumo tanto en cuanto esté colocado". Y en cuanto a los ambiciosos retos para la descabornización, Nomdedeu confesó que "están suponiendo un castigo, por cuanto Europa nos exige más que a nuestros competidores", de ahí que desde el azulejo se abogue por una doble fiscalidad europea en este asunto dependiendo de las ventas intra y extracomunitarias. "No podemos transformar al sector a cualquier precio", esgrimió durante su comparecencia.
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