La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen reciente. Foto: EPALICANTE. La crisis económica derivada de la sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus ha golpeado con dureza a muchas empresas y familias de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, Hacienda no ha salido tan mal parada como cabría suponer, pese al descenso de actividad económica. De hecho, tras el hundimiento de la recaudación tributaria en los meses del confinamiento total (fundamentalmente abril y mayo), la Agencia Tributaria se ha desquitado en la segunda mitad del año, y pese a los aplazamientos y moratorias, ha logrado recaudar en 2020 prácticamente lo mismo que el año anterior.
Según el informe mensual de recaudación de la AEAT correspondiente al mes de noviembre, último publicado este año, los ingresos del fisco en la Comunitat Valenciana se elevan a 12.930 millones de euros, apenas un 2,4% menos que en el mismo periodo de 2019. Por provincias, la que menos ha acusado la crisis es la de València, donde se ha recaudado casi el mismo importe que el año pasado: 8.634 millones, un 0,6% menos. En Alicante la caída es del 6%, con 3.220 millones hasta noviembre, y en Castellón el retroceso se queda en el 5,5% (1.076 millones de euros recaudados).
Bajando al detalle, hay algunos tipos impositivos en los que la recaudación hasta noviembre de 2020 incluso mejora, sorprendentemente, el dato del año anterior. Es el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), un gravamen directamente relacionado con las nóminas que se pagan en la Comunitat, y que pese a los ERTE y los despidos ha aumentado este año. Así, Hacienda ha reacudado por IRPF casi 5.780 millones de euros, un 1% más que en 2019. Por provincias, en València la recaudación aumenta un 2,9% hasta 3.909 millones; en Alicante cae un 3,4% y se queda en 1.244 millones; y en Castellón cae un 1,2% a 625,8 millones de euros.
En cuanto al impuesto de Sociedades, que grava los beneficios empresariales, sí se nota una importante caída respecto a 2019 en la Comunitat y en dos de las tres provincias de forma individual. Los ingresos de la AEAT por este concepto han caído un 7,8% en 2020, para quedarse en 1.580 millones de euros (1.713 millones hace un año), y solo suben en València, con un repunte del 0,9% hasta rozar los 973 millones. En Alicante caen un 20,5% (406,46 millones) y en Castellón un 15% (201 millones).
Otro dato significativo se refiere a la recaudación por IVA, directamente relacionada con el consumo. Pese a los meses de confinamiento en primavera, el cierre del sector turístico y la incidencia de la segunda ola, parece que los nuevos hábitos de consumo han logrado compensar la caída y la recaudación de Hacienda por este concepto cede solo dos puntos en 2020 en la Comunitat Valenciana. Así, los ingresos por IVA ascienden a 4.692 millones, un 2,1% menos que en 2019. En la provincia de València la caída es del 1,6%, con 3.113 millones recaudados; en Alicante cae un 2,9% (1.363 millones); y en Castellón un 4,8% (216 millones).
En cuanto a los impuestos especiales (que gravan el consumo de carburantes, alcohol o tabaco), mantienen un comportamiento dispar. En el cómputo autonómico, Hacienda ha recaudado por este concepto 254,3 millones en total, lo que supone un 2% menos. Sin embargo, en la provincia de València la caída es de casi 13 puntos (189,26 millones); mientras que en Alicante lo que se produce es un incremento de nada menos que el 54%, con una recaudación de 61,5 millones. En Castellón también crece, pero menos: un 19,7% hasta los 3,6 millones. Un dato llamativo teniendo en cuenta el tipo de producto que se grava.
El comportamiento de la recaudación de Hacienda en la Comunitat Valenciana durante 2020 mejora notablemente la media española, según los datos reflejados en el informe de la AEAT por delegaciones. Si en el caso valenciano la caída se limita al 2,4% (y en algunos casos se incrementa, como se ha visto, sobre todo en la provincia de València), en conjunto las delegaciones territoriales han recaudado un 9% menos respecto a 2019, con casi 180.000 millones de euros (198.000 millones un año antes). En realidad, las caídas más acusadas se producen en los impuestos relacionados con la movilidad internacional: la renta sobre los no residentes, que cae un 19,6% (76,2 millones hasta noviembre) y el tráfico exterior o exportaciones, que se reduce un 21,5% (403 millones).
