ALICANTE. La empresa ilicitana de gafas de sol Hawkers sigue con paso firme su proceso de conversión en un retailer físico. Tras abrir el pasado mes de septiembre su primera tienda en la calle Carretas de Madrid, la empresa nacida en internet ha decidido apostar fuerte por el 'ladrillo' como nuevo canal de venta: en febrero levantaba la persiana de su segunda 'flagship' o 'tienda enseña' en Roma (en la Via Belsiana), y esta misma semana ha puesto en marcha un nuevo concepto de tienda a pie de calle en Barcelona: la 'tienda experiencial'.
La firma ilicitana no teme a la crisis política catalana, y mientras otras empresas trasladan su sede para evitar incertidumbres, o los hosteleros se quejan del descenso en el negocio esta Semana Santa, los chicos de Elche han decidido inaugurar en Barcelona, en la plaza Comercial (justo frente al Born Centre de Cultura i Memòria), su primera tienda catalana. El concepto de estas tiendas es "convertir al cliente en protagonista de la experiencia de compra", según la firma, y cuentan con diseños personalizados que cambian cada seis meses. La otra tienda de estas características se abrió en otoño en el centro comercial ABC Serrano, en Madrid.
En estas tiendas 'experienciales', como en las dos tiendas físicas de Madrid y Roma, la marca ilicitana ha intentado replicar en el mundo real la filosofía que ha impulsado su marca en la red: entre otras particularidades, solo se puede pagar con tarjeta y, en un futuro, podrá hacerse con criptomoneda. Hawkers ha complementado su estrategia offline con una red de tiendas efímeras o 'microstores' en centros comerciales, para multiplicar en poco tiempo sus puntos de venta propios. Esta estrategia, asesorada por la consultora CBRE, ha cristalizado en 19 puntos de venta en centros comerciales de Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco, Aragón, Baleares y Comunitat Valenciana.
Para lanzarse a la conquista del mundo real, Hawkers llevó a cabo recientemente una segunda ronda de financiación, tras la que en 2016 convirtió al venezolano Alejandro Betancourt en el presidente del consejo de Saldum Ventures, el grupo de la empresa, al aportar 50 millones de euros a través del fondo O'Hara Financial. Como ha contado este diario, finalmente fue el propio Betancourt quien aportó otros 20 millones de euros adicionales, con los que además compró la parte de la empresa de dos fundadores: Alejandro Moreno y Pablo Sánchez. No obstante, los fundadores de Hawkers siguen vinculados al día a día de la empresa, como Iñaki Cano (que vendió su parte en 2017) y David Moreno (hermano de Alejandro), el único socio original de Hawkers que queda con cierto peso en el accionariado.
La empresa ha sufrido otros cambios de calado en las últimas semanas. Además del incremento del capital en manos de Betancourt, el que fuera su vicepresidente, Hugo Arévalo (uno de los socios que impulsaron la red social Tuenti), abandonó su puesto en el consejo para volcarse en su nuevo proyecto, 'ThePowerMBA', un programa de negocios que se imparte de forma íntegramente audiovisual a un precio mucho más ajustado que en las escuelas clásicas. Arévalo confirmó su salida de Hawkers en la presentación de este proyecto, el pasado mes de febrero, aunque se mantiene como accionista de la startup ilicitana.
La apertura de la 'tienda experiencial' no es la única relación de la empresa con la ciudad condal. Como también ha contado este diario, aunque Hawkers mantiene su sede y sus principales instalaciones en Elche (en el polígono de Torrellano), decidió instalar en Barcelona las oficinas del grupo Saldum tras la llegada de Betancourt y Arévalo. Concretamente, Hawkers ocupó unas oficinas en el distrito 22@ de Barcelona, el 'distrito de la innovación' en el barrio de Poble Nou. En este mismo distrito, impulsado por el Ayuntamiento en el año 2000 para promover la concentración estratégica de actividades intensivas en conocimiento, destaca la presencia de firmas como Amazon, Infojobs, Hewlett Packard o la mismísima Microsoft.