ALICANTE (EFE/AP). La 'pista magrebí' que ha sobrevolado algunas de las declaraciones de los testigos del crimen de los Sala, especialmente la de trabajadores del concesionario Novocar, donde se cometió el asesinato, a preguntas de la defensa de Miguel López (yerno de Carmen Martínez y único acusado por la muerte), se enfría. Los misteriosos clientes magrebíes que entraron al concesionario poco antes de los disparos y que desaparecieron sin dejar rastro han declarado este jueves en la octava sesión de la vista del jurado, para explicar que intentaban comprar un coche y que se fueron en pocos minutos al ver que no había ninguno por la cantidad que pensaban gastar, sin ver ni oir nada sospechoso.
Los dos ciudadanos magrebíes acudieron minutos antes del crimen al concesionario Novocar para tratar de comprar un vehículo de segunda mano. Uno de ellos, Brahim E.G., ha relatado que no vieron ni escucharon nada sospechoso, y que estuvieron dentro del establecimiento poco tiempo porque una dependienta les informó nada más llegar de que el presupuesto que barajaban para la compra, entre 4.500 y 5.000 euros, no era suficiente para ninguno de los vehículos de que disponían.
La declaración de los dos magrebíes, muy breve, ha sido la primera de esta sesión, que ha continuado con las testificales del personal sanitario que atendió a la víctima. Según su relato, el corazón de Carmen Martínez había dejado de latir minutos antes de que llegara la UVI móvil de la ambulancia del SAMU, por lo que el médico solo se pudo certificar el fallecimiento. Así lo ha testificado el facultativo que, minutos después de las 19.00 horas del 9 de diciembre de 2016, acudió en auxilio de la viuda de Vicente Sala al lavadero de coches del concesionario regentado por su yerno.
Este médico ha relatado a las seis mujeres y tres hombres que componen el jurado que antes que ellos llegó una ambulancia de soporte vital básico (que normalmente practica las primeras asistencias, no muy graves), cuyos componentes observaron que la víctima aún estaba viva y que hicieron unas maniobras básicas, al tiempo que dieron aviso a las 19.05 horas al SAMU por el deteriorado estado de la mujer. En ese primer momento en que llegó el SVB, la víctima aún "estaba consciente y con un sangrado importante en la región facial" pero sufría un rápido deterioro que, al poco tiempo, le llevó a quedar inconsciente.
Estos facultativos del SVB efectuaron las primeras maniobras básicas de reanimación como la limpieza de la zona afectada, la apertura de las vías aéreas y la introducción de un tubo para la respiración. A los pocos minutos, entre 6 y 7 después, llegó el SAMU pero la víctima ya estaba inconsciente en el suelo y sin signos vitales. "El corazón estaba parado y no iniciamos ninguna maniobra" aparte de colocarle los electrodos para un electrocardiograma con el fin de confirmar "lo que ya era evidente". La declaración ha confirmado la franja horaria que se baraja para el crimen, y la declaración del miércoles del forense que levantó el cadáver, que no pudo aportar muchos datos ya que "el cuerpo había sido manipulado por el SAMU, estaba de decúbito supino, con un collarín y entubada".