CASTELLÓ. Que el sector de las energías renovables puede ser uno de los que ayude a superar la caída del Producto Interior Bruto derivada de la crisis del coronavirus no escapa a nadie. Así trata de promoverlo incluso la Unión Europea a través de sus estrategias de reducción de emisiones. Y España y la Comunitat Valenciana no son una excepción.
De hecho, el estado español se ha situado en el puesto número 11 entre los lugares del mundo más atractivos para llevar a cabo proyectos renovables, según el último informe Renewable Energy Country Attractiveness Index, elaborado por EY (antes Ernst & Young). Y, en el caso de la Comunitat, tal es su actractivo que, a día de hoy, "está tramitando proyectos que suman 5.000 megavatios (MW) frente a los 1.200 de eólica y 350 de fotovoltaica instalados en la actualidad", destaca la directora de Transición Energética y Nuevos Negocios de EY, Inés Bargueño.
La inversión, en conjunto, rondaría los 5.000 millones de euros. Y es que, para materializar cada megavatio de potencia instalada se necesita aportar alrededor de un millón.
La provincia de Castellón es un ejemplo del potencial a desarrollar, ya que cuenta con varios proyectos en tramitación, como los cinco nuevos parques eólicos que promueve Renomar en Els Ports, o los dos que, en el Maestrat, impulsa Green Capital Power, así como los múltiples proyectos de energía fotovoltaica. Pero el resto de la Comunitat tampoco escapa a esta fiebre por la electricidad verde. De hecho, el primer parque eólico en entrar en funcionamiento desde 2012 se ha materializado recientemente en Cofrentes.
En este sentido, el Gobierno y la Generalitat tienen además como objetivo que la energía limpia tome el lugar de la que a día de hoy se produce en la central nuclear de Cofrentes, la única de la Comunitat y para la que se estima que cesará de funcionar en noviembre de 2030. Sobre esto, Bargueño asegura que hay "grandes proyectos de energía fotovoltaica previstos para sustituir la potencia de Cofrentes".
"Varios de estos proyectos, que han iniciado su andadura en estas fechas, están siendo asesorados" por la consultora, asegura Pablo Tramoyeres, socio responsable de EY abogados en la Comunitat. No en vano, el coronavirus no ha supuesto un impacto, "sino todo lo contrario", coinciden ambos, en este sector al alza en la economía mundial. "Estamos viendo mucho interés por desarrollar proyectos de autoconsumo, ya sea íntegro para la empresa o para vender la energía a terceros", indica Tramoyeres, quien resalta "el potencial de crecimiento, muy grande, de este segmento".
Y no solo eso, sino que incluso los fondos de inversión y los family offices están buscando proyectos en los que entrar a través de un vehículo único. "Ya hay casos en la Comunitat Valenciana", apunta el socio de EY.
Para facilitar todo ello, resalta Burgueño, hay que evitar "los cuellos de botella con que se encuentran las tramitaciones" de los proyectos. A este respecto, resalta que se debería buscar "terrenos que faciliten y simplifiquen las tramitaciones". Entre los aspectos positivos que pueden incentivar estas inversiones en la Comunitat, la experta de EY destaca la ley valenciana de cambio climático y transición ecológica, "de la que ya se ha publicado el borrador", y que incluye "que todos los municipios reserven suelo para el desarrollo de las renovables".
Ahora, esta norma, así como el decreto ley previsto para julio que ha de facilitar la tramitación de las plantas fotovoltaicas, deben facilitar que esta rama de la economía se convierta en generadora de riqueza y empleo en el territorio valenciano.