La directora de la Fundación Ashoka en España y Portugal ha hecho del cambio su motor de vida. Con una trayectoria profesional ligada al sector social, su vida se desarrolla entre el arte de persuadir y el de convencer al máximo número de personas de que todos somos emprendedores sociales. Mañana estará en Elche en el foro AquaE Talent Hub
ALICANTE. El prestigio se gana haciendo camino y la Fundación Ashoka ha recorrido unas cuantas millas. En la actualidad, sus ‘changemakers’ conforman un club de 3.300 personas en 87 países – 33 en España- en el que los buenos propósitos se convierten en realidad. La potente maquinaria de cambio social vendrá a la ciudad ilicitana con un segundo objetivo: detectar y conocer proyectos relacionados con el agua que puedan ser “escalables” y “de aplicación en distintos contextos”. En síntesis, María Sáenz de Miera será una ponente y oteadora al mismo tiempo en el foro que se celebrará en la Universidad Miguel Hernández.
La directora de esta fundación en España y Portugal desde hace 4 años explica que “los emprendedores sociales qué busca Ashoka sí que tiene algo en común: Conocen muy bien un problema social qué es al que están dando una respuesta. Ésta es creativa y escalable, porque tiene sentido no sólo en ese lugar, sino en otros países y otros contextos. Esta persona tiene un carácter emprendedor y luego tiene fibra ética con valores éticos muy sólidos”. A cambio, el emprendedor recibe toda una red de apoyo innovador.
Un caso conocido en la Comunidad Valenciana es la científica Pilar Mateo, quien fue elegida “Emprendedora Social 2011” con su proyecto para erradicar enfermedades endémicas a través de una tecnología basada en la micro encapsulación de bio-polímeris y que se aplica en las paredes en forma de pintura. Esta aplicación insecticida libera poco a poco sus componentes: no sólo mata a los insectos, sino que interrumpe también su ciclo reproductivo, atacando a la vez a las larvas y esterilizando a las hembras.
La Fundación tiene una estructura muy trasversal y objetivos globales, según explica su directora, quien también ocupa el cargo de codirectora en Europa. La propuesta de soluciones y la visión de cambio sigue siendo un choque frontal con la legislación y burocracia española. Ana Sáenz de Miera no oculta lo alejados que estamos de esta filosofía de cambio: “El concepto de emprendedor social no existe en el Boletín Oficial del Estado. Es un concepto que usamos, pero que no existe en sí. O eres una asociación o eres una ONG o eres una cooperativa, pero no hay una figura.
Este hecho lleva a situaciones tan sui géneris como chocantes y es no saber de qué ministerio dependen. “Creo que otros países europeos están más avanzados. Tienen figuras fiscales para este tipo de iniciativas que les favorece y les ayudan a la hora de recibir inversiones, de influir en política pública. En este sentido, al ser tomados más en serio es más fácil salvar estas barreras”.
“La futura Ley del Emprendedor nacerá coja, porque no incluye la figura del emprendedor social”, indica Sáenz de Miera. Así es que su estrategia pasa por hacer propuestas. Unas iniciativas que como la propia directora ya se están llevando a cabo en otros países. El fin es luchar contra una invisibilidad legal que atenaza muchos proyectos.
Para Ashoka, los primeros pasos obedecerán a tres ideas: “Crear la figura de una Sociedad Limitada de Interés General, qué es una figura fiscal para emprendedores sociales. También la creación de un fondo de I+D Social y la creación de unos incentivos fiscales” para este sector.
sus ‘changemakers’ conforman un club de 3.300 personas en 87 países –33 en España- en el que los buenos propósitos se convierten en realidad
En el ámbito empresarial, la responsable dela Fundación considera que la palabra clave es la “cocreación. Creo que ya se ha pasado de la subvención pura y donación. Se trata de ver como el emprendimiento social y la empresa pueden abordar juntos un reto social. Ahí está el concepto de cadenas de valor híbridas”. Pone como ejemplo el logro de traer a España a la empresa Specialisterne, fundada por el danés Thorkil Sonne, que emplea a personas con TEA (Trastorno de Espectro Autista) en tareas de comprobación de software dónde son muy competentes desde hace unos años.
Además, puso como ejemplo la colaboración de Ashoka con la Fundación Aquae, que es en cierto modo uno delos motivos de su presencia en el Aqua Talent Hub. “Creo que estas cadenas de valor híbrido van más allá de las RSC. Colaboramos con empresas de la Fundación Aquae, porque ellos han querido ver cómo pueden poner su negocio al servicio de estos emprendedores y ver cómo juntos podemos generar un mayor impacto”.
Uno de los marchamos de Ashoka es la rigurosidad en el proceso de selección. De hecho, a pesar de las numerosas propuestas recibidas, escasamente una consigue el sello de aprobado. “Al final, tenemos un estándar internacional, donde seleccionamos con los mismos criterios en 90 países. Te diría que un rasgo definidor sería también la homogeneidad internacional”, según la directora española.
Por el contrario, la persona recibe “el acceso a la innovación de Ashoka, que es un referente a la innovación social. En ese sentido, la base de datos que tenemos de acceso a cualquier problemática social convierte a estos emprendedores en parte de nuestro equipo. Tienen acceso a la máxima innovación disruptiva en temáticas sociales y lo que eso puede aportar a la empresa es un valor diferencial”.
La explicación se encuentra en el carácter transversal de esta organización. Para la directora en España: “Tocamos todos los sectores. Lo que sí tenemos es una manera de hacer, que es buscar a los que están generando un máximo impacto y que pueden servir como ejemplo para generar cambio en la sociedad”. Y apostilla: “Decimos que hay uno – emprendedor social - cada 10 millones de habitantes”.
Esta iniciativa pionera de equity crowdfunding promueve el cambio positivo en la sociedad conectando inversores con valores y empresas con impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente y potencial de crecimiento