GRUPO PLAZA

diferentes espacios deciden por voluntad propia esperar

La cultura que no abrirá sus puertas pese a estar en la fase 1

17/05/2020 - 

VALÈNCIA/CASTELLÓ. Esperaban con ansias pasar a la siguiente casilla y ya está, la fase 1 de la desescalada llegó. Un pequeño avance hacia la ‘nueva’ normalidad que permite a diferentes espacios culturales de la Comunitat abrir. ¿Cuáles? La Generalitat Valenciana matizó, en su petición al Ministerio de Sanidad, que además de museos y centros expositivos, a partir de este lunes podrán abrir salas de conciertos, teatros o cines, siempre y cuando lo hagan para un máximo de 30 personas y sin exceder un tercio del aforo del local. Sin embargo, es este precisamente el problema. Muchos proyectos han decidido esperar por voluntad propia porque ven inviable poner en marcha toda la maquinaria para tan poco público. En muchos de los casos, aseguran, les saldría "a pagar". Aunque este no es el único motivo. También los complejos protocolos sanitarios o la paralización de los proyectos artísticos, ha llevado a diferentes espacios a frenar su reapertura. 

La fase 1 cambiará mucho el panorama de los centros culturales de la ciudad de València: la mayoría de ellos, no abrirá sus puertas. Si bien comercios como librerías o tiendas de discos podrán operar con normalidad, solo el IVAM, el Centre del Carme y el Museu de Belles Arts recibirán público a partir del lunes, coincidiendo con el Dia de los Museos. Desde Fundación Bancaja afirman que ya “se está trabajando en las medidas a implantar para garantizar la seguridad de visitantes y trabajadores”, pero que no tienen una fecha concreta de reapertura. Tampoco reabrirá Bombas Gens, que están “estudiando posibles opciones y a la espera de que el panorama general se vaya definiendo”. Los dos centros de arte tienen programadas diferentes actividades online para no dejar de festejar la fiesta anual de los museos.

La exposición de Sorolla, esperando en la Fundación Bancaja.

Los teatros esperarán, al menos, a la fase dos para reabrir, aunque puedan hacerlo. Lo mismo ocurre con los cines y las salas de conciertos. No hay manera de promover una actividad cultural para menos de 30 personas que sea rentable. “Para 30 personas nos costaría dinero abrir”, dice el dueño de una de las principales salas de la ciudad. “Tampoco creo que nos dejasen. Siempre nos han incluido en la regulación de pubs y discotecas. Tenemos previsto abrir en la Fase 3, con un tercio del aforo”, comenta otro. Los conciertos que se están anunciando en las diferentes salas se están ubicando directamente bien entrado el otoño.

Desde La Rambleta también rechazar abrir sus puertas: “Para La Rambleta, con ese aforo es inviable, y tampoco podemos abrir porque aún no conocemos cuáles son los protocolos sanitarios para garantizar la seguridad de todos los usuarios del centro”, explican. Ni siquiera el único autocine de la provincia de València, Autocine Star, abrirá hasta -al menos- la fase 2.

Los teatros públicos de la ciudad, como La Mutant y el TEM, también están aún preparando su reapertura y definiendo los protocolos de seguridad. Será complicado, en todo caso, tener una programación más allá de apuestas locales, hasta el principio del próximo curso.

Castelló también vivirá jornadas de puertas cerradas

Son muchos los centros que seguirán a puerta cerrada en Castelló. Es el caso del Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC), que no reanudará su actividad al mismo tiempo que el Museu de Belles Arts o el EACC y esto se debe en parte a su complejidad. El MUCC es un macro proyecto que coordina en su interior diferentes sedes culturales: des del Refugio Antiaéreo, hasta el Fadrí o el Castell Vell. Es por eso que para preparar su reapertura se necesita conocer las características patrimoniales de cada ente para así determinar cuáles son los mejores materiales con los que limpiar y desinfectar su interior. Este trabajo, según indica Ana Meseguer, directora del proyecto, ya está hecho. Pero ahora es cuestión de que desde riesgos laborales evalúen el protocolo que se ha diseñado y lo autoricen. Tras esto -cuenta- tocará delimitar zonas, incorporar mamparas o explicar a cada trabajador cómo actuar en cada una de las sedes. Además, desde el Ayuntamiento proponen que en espacios estrechos como el Fadrí el aforo sea incluso menor a un 30%. Condiciones que, ya avanzan, perdurarán en el tiempo. "Por mucho que poco a poco llegue la nueva normalidad las tendremos que utilizar más de lo que pensamos, sin ir más lejos, hasta que no haya una vacuna. No creemos que esto sea pues cuestión de un mes o dos. Por eso está siendo un trabajo tan arduo”, aclara Meseguer. 

Visita al Fadrí. Foto: Antonio Pradas

También La Bohemía de Castelló tiene claro que volver a abrir será una cuestión de meses y no de días. Su dueño, Manu Vivés, asegura que en el mejor de los casos volverán en “octubre y noviembre”, porque el “parón cultural” de Castellón va a ser largo. Este espacio privado cuenta además con una problemática añadida, y es que su actividad depende del ritmo al que vayan a ir las propias promotoras, las editoriales o los mismos artistas, dado que en este caso el proyecto se nutre de las conferencias, presentaciones de libros o de música y, de manera más excepcional, de las exposiciones de arte que organiza. “Teníamos más de 70 actos programados entre abril y mayo, pero ahora nos topamos con una realidad difícil de digerir. No solo es cuestión de reprogramar las activades, son muchos los artistas que prefieren esperar para sacar a la luz sus obras, ahora paralizas por las editoriales o discográficas, pero además porque no es lo mismo hacerlo ante 200 personas que ante un público reducido con el que apenas puedes interactuar”, explica Vivés, quien también señala que en su caso no pueden plantearse abrir con un tercio del aforo. “No somos un espacio público, como el EACC o el Museu de Belles Arts, que pueden permitirse que apenas vaya gente. Nosotros vivimos de los encuentros multitudinarios. Por eso, en este caso, la Bohemía dependemos directamente de que se reactive la programación cultural de la ciudad. Y con esto no me refiero a que se hagan algunas exposiciones”. 

A esto se le suma la “brecha cultural” que está empezando a generarse entre un público joven y más mayor. Según comenta Vivés, van a ser las personas adultas las que mayor temor van a tener por volver a visitar espacios culturales, pese a que eran estas quienes más los visitaban. “No son los jóvenes de 16 años los que vienen a mis conferencias, es el público más adulto o más mayor. Y son precisamente estos a quienes más miedo les va a dar regresar”. Así mismo, el espacio no se plantea crear contenido paralelo en Internet, pese a que son muchos los centros y artistas que lo están haciendo. “Nosotros vendemos una experiencia y aunque hay gente que me plantea que haga retransmisiones desde La Bohemía y cobre cinco euros por verlo, no tiene sentido hacerlo cuando en la red puedes ver a los Rolling Stones de forma gratuita. Sé que lo plantean como generosidad, pero con el tiempo no tendría mayor recorrido”. 

Con todo esto, el centro de Castellón plantea otras opciones con las que resistir a estos meses de parón. Por un lado, barajan la posibilidad de convertir el espacio en un gimnasio o incluso en el almacén de Amazón, al menos hasta que llegue octubre. Ejemplos que citan como “locos”, pero que no suenan tan mal cuando llevas dos meses sin ingresos. También, su director, se plantea empezar una campaña de crowdfunding para captar fondos o incluso convertir a sus usuarios en “pequeños accionistas”. Aunque sobre todo, pide al Ayuntamiento que haga un censo con los espacios culturales que hay en la capital para desviar ahí su programación. Una medida que ya ha anunciado la generalitat, a través del plan ‘reaCtivem’.

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email


Quiero suscribirme

Acceso accionistas

 


Accionistas