La empresa de los helicópteros de la Generalitat factura un 6,3% menos pero reduce sus pérdidas

ALICANTE. La empresa alicantina de helicópteros Babcock MCS España, la antigua Inaer, sigue viendo cómo su volumen de negocio se reduce, y en el ejercicio cerrado en marzo de 2019 facturó un 6,3% menos: 133,9 millones de euros. Con todo, la firma propiedad del holding británico Babcock, que se la adquirió en 2014 a su fundador, Luis Miñano, logró reducir sus pérdidas respecto al ejercicio anterior, y cerró con unos números rojos de 4,77 millones después de impuestos (-5,9 millones en 2018).

Las pérdidas acumuladas en estos dos ejercicios, superiores a los 10 millones, llevaron a Babcock a plantear una reducción salarial a la plantilla el pasado abril, que motivó una huelga de los pilotos (muy limitada por los servicios mínimos del 100% en los servicios de emergencias, el grueso de su actividad) entre mayo y junio. Los sindicatos criticaron esa rebaja, del 13% de media pero hasta del 30% en algunos casos, que situaba los salarios de los pilotos en "el umbral más bajo de Europa", al considerar que la reducción de los beneficios obedecía a la "ineficiencia en la gestión" de la empresa.

La filial alicantina de Babcock, como ha venido contando Alicante Plaza, cuenta con una importante cartera de contratos, entre los que destacan el servicio de Salvamento Marítimo (180 millones de euros por cuatro años, renovado en julio de 2018) o el de emergencias y prevención para la Generalitat Valenciana, con tres de los cuatro lotes (29 millones para cuatro años, adjudicados en junio de 2018). También trabaja para la Agencia Tributaria, el Ministerio de Transición Ecológica o distintas administraciones autonómicas, como Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia o Extremadura.

Respecto a los resultados del último ejercicio, cabe tener en cuenta que están condicionados por la importante operación de escisión parcial que llevó a cabo Babcock en noviembre del año pasado (pero con efectos contables de abril, al inicio del ejercicio), para traspasar la unidad de negocio del mantenimiento, reparación, asistencia técnica y servicios estructurales a una sociedad secundaria, Babcock MCS Fleet Management. Como consecuencia de esta escisión, el activo de la empresa de helicópteros, que ahora se dedica exclusivamente a la prestación del servicio, se ha visto reducido a la mitad (153 millones, frente a 301 en 2018), y el patrimonio ha pasado de 154 millones a 2,8. En cuanto a la plantilla, se ha quedado en 485 personas, frente a las 1.204 del año anterior, al traspasar también al personal adscrito a la citada unidad de negocio a la nueva empresa.

Esta operación, descrita en la memoria de las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, busca en última instancia "evitar cualquier incumplimiento normativo o regulatorio que pudiera afectar a la correcta prestación de los servicios" de la empresa a sus clientes, en los distintos países europeos en los que opera, como consecuencia del Brexit. Una decisión, la de dejar la Unión Europea, que "tiene un impacto directo en el Grupo Babcock, cuya empresa matriz se encuentra en Reino Unido", como explica la memoria.

Fruto de esta reordenación societaria anti Brexit, de hecho, la sociedad dominante de la filial española ya no se encuentra en el Reino Unido, sino en Malta. Como también explica la memoria, Babcock MCS España es "subsidiaria 100% de de Babcock Aviation Services Holding International Limitad (BASHIL)", empresa registrada en Malta. A su vez, el 51% del capital de BASHIL está en manos de otra empresa domiciliada en la isla, Anchor Investments Limited. El 49% restante "está en última instancia en manos de Babcock International Group PLC, una compañía registrada en Inglaterra y Gales". Así, mayoría del capital de la sociedad dominante está fuera del Reino Unido, en previsión de complicaciones legales para operar una vez culmine la desconexión con Europa.