CASTELLÓ. PortCastelló no contará con el nuevo muelle de graneles líquidos de la dársena sur hasta el año 2021. La renuncia de varias empresas ha retrasado la ejecución de esta obra, que se había proyectado ya en 2017 para dar respuesta al creciente tráfico de este tipo de productos para abastecer a la refinería, la planta de UBE y la de biodiésel y permitir la exportación de los materiales que producen estas dos últimas factorías.
Así, aunque en febrero Rover Alcisa resultó adjudicataria de la obra por 3,4 millones de euros, la tardanza en la adjudicación (el contrato salió a concurso en octubre de 2017) ha motivado su renuncia. El presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Francisco Toledo, señala que esto se debe a que los precios "no se le acomodaban", sobre todo en lo que se refiere al cajonero que debe materializar sobre agua los cajones de hormigón que servirán de base para el muelle. "El formato no es el mismo que utilizan en otro puerto y cambiar la estructura cuesta 250.000 euros", señala Toledo.
De hecho, en el acta de resolución de la Mesa de Contratación de la Autoridad Portuaria, fechada el pasado 16 de enero, una de las dos ofertas de Rover Alcisa fue desestimada por ser anormalmente baja y después de que la compañía no presentase alegaciones a este requerimiento. A pesar de ello, su otra oferta fue la mejor valorada, también en cuanto a los criterios económicos.
La renuncia de la adjudicataria inicial ha hecho correr la lista. Y la siguiente, Sociedad Anónima Trabajos y Obras (SATO), que había presentado la segunda oferta más baja, también ha renunciado al contrato, por los mismos motivos. De esta manera, finalmente la Unión Temporal de Empresas formada por Becsa y FCC será la encargada de materializar el nuevo muelle.
Lo harán en función de la oferta base, de 3,73 millones, 200.000 euros más alta que la variante que también había presentado. Y lo hará porque FCC tiene un cajonero en el puerto de Barcelona que trasladará hasta el Grau para llevar a cabo la obra que encaja con los criterios que se solicitan para el nuevo muelle. De hecho, "es el mismo cajonero que hizo el Muelle del Centenario", indica Toledo.
Pero antes de comenzar los trabajos la Autoridad Portuaria de Castellón deberá resolver el contrato para la dirección y control de la obra. Y es que en marzo quedó desierta la primera licitación para este aspecto y en abril los técnicos del puerto tuvieron que sacar a concurso un nuevo contrato, cuyo montante creció en algo más de 30.000 euros hasta los 181.000.
Una vez queden resueltos ambos aspectos podrán comenzar así unas obras que tienen un plazo de ejecución de 14 meses, según figura en los pliegos de ambos contratos. Dado que se prevé comenzar las obras en agosto, a inicios de 2021 podrá estar materializado el nuevo muelle de graneles líquidos de la dársena sur.
