CASTELLÓ. Las ayudas de minimis que debían aportar un soplo de aire fresco a los citricultores de la Comunitat una vez finalizada la desastrosa campaña llevan camino de pasar prácticamente inadvertidas. De hecho, el borrador de la orden que la Conselleria de Agricultura ha expuesto al público durante dos semanas, un proceso que se ha cerrado recientemente, hace imposible que la inmensa mayoría de los agricultores castellonenses, y también del resto del territorio autonómico, puedan acceder a estos fondos.
Y es que la orden recoge que solo podrán optar a las ayudas aquellos agricultores que posean más de una hectárea de tierra y solicitarla para un máximo de ocho hectáreas. Este requisito ya deja fuera a casi todos los labradores castellonenses. Pero es que además, en caso de empate, la Conselleria primará con un punto a aquellas solicitudes que comprendan más de cuatro hectáreas. Por ello, las organizaciones agrarias ya han alzado la voz.
El secretario general de la Unió, Carles Peris, confirma que la organización que dirige ha presentado alegaciones a unas bases que hacen que, en Castellón, "como no pidan las ayudas los comercios", muchos de los cuales poseen grandes extensiones de tierras, "con esos ratios nadie cumple los requisitos". Por su parte, el presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, tiene la sensación de que las ayudas estén pensadas "para el gran productor, que es posiblemente el que menos ayuda necesite".
En la base de estos requisitos se encuentra la dotación monetaria, señalan ambos. Aunque no aparece en la orden, desde la Conselleria han trasladado a las organizaciones agrarias que destinará 8 millones de euros a este fondo, una cifra que ambos califican de "totalmente insuficiente".
No en vano, con este montante, y con el baremo que ha establecido la Conselleria, tan solo podría atender solicitudes para aproximadamente 6.400 hectáreas de cítricos en toda la Comunitat. Solo Castellón suma aproximadamente 35.000 Has y la Comunitat más de 145.000, según las últimas cifras del departamento encabezado por Elena Cebrián. Y ello sin tener en cuenta las 11.000 hectáreas de limón, que la Unió también ha pedido que sea incluido en las ayudas debido al desplome de sus precios en las últimas semanas.
Por todo ello, Peris censura que el Gobierno y la Comisión Europea hayan dejado sola a la Conselleria a la hora de aportar fondos para paliar el tremendo problema que vive la citricultura. A la par, Guinot reprocha la lentitud en la tramitación, que posiblemente concluirá hacia el final del verano, cuando en este momento los agricultores ya han tenido que poner dinero de su bolsillo para tratar de obtener algún rendimiento en la próxima campaña. La orden todavía tiene que superar el filtro de la Abogacía y la Intervención de la Generalitat y posteriormente ser publicada.
El secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez-Mulero, defiende el límite de una hectárea dado que, "para el que tiene menos tierra la ayuda difícilmente va a influir en su renta". Y es que la Conselleria ha programado que los agricultores recibirán 1.000 euros por cada hectárea de naranja que sea considerada apta para recibir los fondos de minimis y 1.500 para las de clementinas.
Desde las organizaciones agrarias consideran que es poco dinero si se tiene en cuenta la cantidad de fruta que se quedó en el árbol en la campaña pasada. Pero Agricultura, una de las consellerias con el presupuesto más bajo, tiene complicado incrementar los fondos. Por ello, los representantes de los agricultores prevén que se incremente el ritmo de abandono de campos, "que ya se nota".