BENIDORM. Bajó las escaleras que hay frente al salón de plenos de Benidorm rodeado de sus compañeros de partido. Era la primera aparición pública del concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, después de que se conociera este jueves que fue detenido el 14 de diciembre por la Policía Nacional dentro del marco de la Operación 'Testudo' en la que se investiga una red de blanqueo por parte de la mafia rusa. En principio, tal y como señala la documentación judicial a la que ha tenido acceso Alicante Plaza, el edil habría sido interrogado por un presunto delito de tráfico de influencias.
Raudo y veloz entró en el salón de plenos este viernes, menos tiempo tardó en salir cuando terminó la sesión. Durante el debate del único punto del pleno, los ediles que lo rodeaban intentaban con sus cuerpos tapar del foco de las cámaras de la prensa al concejal, sin éxito.
El edil se mantuvo serio, consultaba su móvil y habló un par de veces con los que más cerca tenía, el regidor de Fiestas, Jesús Carrobles, y el de Obras, José Ramón González de Zárate. Los mismos compañeros que salieron junto a él corriendo por la puerta de atrás del Ayuntamiento para evitar dar declaraciones a los medios de comunicación que esperaban su salida. Ni siquiera para decir que no respondería a las preguntas.
Este suceso desbarajusta la estabilidad que ha conseguido el gobierno de Toni Pérez, que se enfrentó en su primera legislatura a una corporación fragmentada, con el doble de partidos que lo conforman ahora, y sin mayoría absoluta. Algo que les hacía buscar consensos con el grupo municipal de Ciudadanos, el más afín a sus ideales. Además de formar bipartito a media legislatura para sumar apoyos con los dos concejales de Ciudadanos por Benidorm (que no tiene nada que ver con Cs).
El popular había conseguido tener una imagen positiva en gran parte de los ciudadanos y las posibles noticias o decisiones peor vistas no parecía que le afectaran en su mandato ni de manera visible en la opinión pública.
Por ahora, el primer edil ha optado por cerrar filas en torno al concejal, que situó en su última lista electoral de 2019 en cuarto puesto. Con más regidores en la segunda legislatura, las delegaciones se repartieron entre más personas, eso hizo que las competencias en Playas que poseía Lorenzo Martínez desde 2015 pasaran a Mónica Gómez, mientras que mantuvo la Concejalía de Seguridad Ciudadana y ganaba Comercio.
En declaraciones a los medios el pasado jueves, el alcalde restó importancia a la detención de Martínez y aseguró que ni el propio regidor sabía si tenía alguna causa pendiente. Asimismo, destacó la rápida puesta en libertad. Por ello, señaló que con la información de la que disponía optaba por apoyarle y desear que se esclarezcan pronto los hechos.
Es la primera mancha grave en el expediente de su gobierno, eso sí, pendiente de que se termine probando que el concejal en cuestión ha tenido algo que ver en los delitos que se investigan de esta red de blanqueo de capitales de la mafia rusa.
La posición del PP local tampoco es fácil. A día de hoy, tienen 13 concejales, los justos para tener mayoría absoluta. La oposición tiene 12 regidores, 10 del PSOE y 2 de Ciudadanos. En el caso de que el edil de Seguridad se aferrara a su acta de concejal y pasara al grupo mixto, la situación de su partido dependería de cómo acabara con ellos y si la voluntad es seguir apoyándoles pero ya sin las siglas del PP. No obstante, como se decía, el alcalde de Benidorm no parece contemplar esa opción.
Tenía que cumplir este viernes. Su ausencia durante el pleno podría hacer peligrar la aprobación de la moción presentada por el partido. La voluntad de Lorenzo Martínez por el momento es no hablar con la prensa. Lo que elimina también cualquier opción de contrastar otras noticias con él que nada tengan que ver con esta detención. Huir de la sala de plenos por la puerta de atrás y no responder las llamadas de los medios de comunicación así lo atestigua. Sin embargo, el alcalde afirmó que seguirá trabajando por la ciudad y aseguró que muestra las mismas ganas de siempre por servir a los vecinos.