CASTELLÓ. El Gobierno ha contestado a Compromís las preguntas formalizadas por el portavoz de la coalición en el Senado, Carles Mulet, en las que interpelaba sobre las actuaciones llevadas a cabo y sus previsiones ante los desprendimientos que sufre la cara costera noreste del recinto amurallado de Peñíscola.
En la contestación, el Gobierno argumenta que el Consistorio podría haber concurrido al Programa de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico, conocido como “actuaciones del 1,5% Cultural”, pero que “a lo largo de las cuatro convocatorias de ayudas ya publicadas, este Departamento no ha recibido solicitudes por parte del Ayuntamiento de Peñíscola para la preservación del acantilado que sostiene el casco antiguo de la localidad, declarado conjunto histórico”. El ejecutivo también manifiesta que el Ministerio de Cultura, si bien ha intervenido en distintas fases de restauración del castillo “no actúa en la base geológica donde se asienta el castillo”.
Mulet ha expuesto además que la actuación de las autoridades locales “siempre pasan por la confrontación con las instituciones, especialmente si son de otro signo político, pero sin poner de su parte”. El portavoz local Juan Marcos Bayarri ha señalado que durante estos años “han negado su existencia, incluso el expresidente y senador Alberto Fabra se atrevió a decir en el Senado que la denuncia de deportistas que frecuentan la zona recogida por Compromís era una fake news. Después, a reclamar estudios geológicos y, a la hora de la verdad, no utilizar las vías que el Ministerio tiene abiertas para casos como este de afectaciones graves al patrimonio histórico-artístico”.
Mulet y Bayarri han coincidido en animar al Consistorio a trabajar, presentar un proyecto para armarse de argumentos y explorar vías que garanticen la preservación del acantilado y han declarado que “insistiremos en la necesidad de la máxima colaboración entre administraciones para garantizar que los desprendimientos en la base del castillo no vayan a más y, para ello, haremos todo lo que esté en nuestras manos por colaborar y encontrar soluciones a este problema, ya que Peñíscola vive del turismo y tiene la suerte de atesorar un elemento de gran valor que se debe preservar a toda costa”.
