Hoy es 16 de julio
ALICANTE. La soledad de David Cerdán en el PSPV no es de ahora, viene de lejos. Sin embargo, con la ola del sanchismo había cogido cierto protagonismo: apareció en algunos actos de las plataformas de Pedro Sánchez, y sobre todo, tuvo su minuto de gloria en el acto de Elche, donde tomó la palabra, pese a no estar previsto, pero con la bendición del propio nuevo secretario general. Al parecer, el propio David se lo pidió a Pedro Sánchez y éste lo permitió, pese a la sorpresa de sus compañeros de filas.
Pasaron las primarias, con la contundente victoria sanchista, no sólo en Alicante, sino en la Comunitat Valenciana, y Cerdán se creyó restituido en las filas socialistas, después de varios meses de anonimato, sin presencia pública y con una ranqueante actitud en las Cortes Valencianas: le hizo varios feos al grupo parlamentario votando en contra en algunas comisiones o ausentándose de un pleno para evitar el respaldo a la posición del partido.
La cosa, como se sabe, ya venía calentita de antes: la sintonía con Ximo Puig es nula, máxime tras apearle del número uno de la lista del PSPV a las Cortes en 2015 y situarle en el tres. Sus principales aliados en el dirección provincial, Pilar Brotons y Toñi Serna, hace tiempo que marcaron distancias con él.
Esta semana, con la negociación de la lista de delegados al congreso federal de PSOE, Cerdán volvió a exigir a los sanchistas que debía ir en la lista, aunque fuera en el último lugar. Todos le dijeron que no, que no iba a ir. A última hora del sábado intentó montar una lista alternativa con militantes de L'Alacantí (en concreto, de Mutxamel), con el objetivo de sacar el 20% de los delegados y poder tener representación en el congreso. Pero al ver que la opción no fructificaba, Cerdán se vio solo y ha optado por la dimisión, este sábado por la noche, y de esa manera obtiene el protagonismo este domingo, el día del congresillo provincial.
De esta manera, les lanza un misil político a los teóricamente suyos (Alejandro Soler, Antonia Moreno, Pepe Asensi, etc), rompe la armonía entre susanistas y sanchistas, que han pactado todas las listas de la provincia, y deja al enemigo de los suyos, a Alfred Boix, la cabeza visible del president y secretario de Organización del PSPV, como el hombre que debe proponer la gestora que sustituya a la actual dirección provincial del PSPV en Alicante. Jugada redonda: bomba racimo con varios daños colaterales.
Ahora, la dirección provincial se diluye, y con ella, sus cargos, entre ellos, los enemigos acérrimos de Cerdán: Herick Camps, vicesecretario, y Toñi Serna, secretaria de Organización. El nuevo PSOE federal de Sánchez y Ábalos deberá validar esa gestora hasta septiembre y octubre, cuando se celebrará el congreso para elegir a la nueva cúpula.