Primer test para la relación Consell-Diputación con la Ley de Servicios Sociales de fondo (y en cuestión)

ALICANTE. Con la cita con Ximo Puig aparcada hasta septiembre, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se ven este lunes las caras en el Palacio Provincial con el objetivo de retomar aquellas buenas intenciones que mostró la institución provincial durante el pasado mandato en materia de Servicios Sociales. Aquello quedó congelado (y paralizado) con el recurso del PP ante el Constitucional a la Ley de Servicios Sociales de la Generalitat Valenciana.

Este lunes, a las 11 horas, ambos dirigentes retoman el diálogo dentro de la cordialidad establecida por Carlos Mazón para que exista una relación de almenos lealtad institucional entre la Diputación de Alicante y la Generalitat Valenciana. Sobre la mesa habrá tres cuestiones: la primera, retomar los planes de infraestructuras sociales en municipios; la segunda, abordar la cuestión de las competencias impropias que presta la institución, pero que corresponde a la Generalitat gestionar y financiar, y finalmente, la recurrida Ley de Servicios Sociales.  

Sobre las competencias impropias, fue durante el pasado mandato, cuando se constituyó una comisión para abordar el traspaso o financiación de las denominadas competencias impropias, como  la gestión del centro de salud mental Doctor Esquerdo; el Hogar Provincial y el servicio de teleasistencia, que actualmente sufraga la Diputación, pero que por competencias corresponde al departamento de Oltra. También se creó una comisión para la financiación de infraestructuras sociales en determinados municipios. En total, Mónica Oltra y César Sánchez se reunieron en dos ocasiones, pero no hubo ninguna conclusión factible y ejecutable.

Hay que recordar que Mazón se ha mostrado partidario de "empezar de cero", sin "imposiciones" ni vulnerar el principio de autonomía organizativa de las entidades locales. Mazón ha defendido, como hizo en su discurso de investidura, que "la predisposición es la mejor" y ha pedido que cuando haya alguna controversia sobre la lengua, los servicios sociales o las mancomunidades se sienten a hablar y se les hagan llegar propuestas.