CASTELLÓ. Llegan las Fallas y las fiestas de la Magdalena y València y Castelló huelen a pólvora. Tirar petardos se convierte en una de las diversiones más típicas de estas fiestas. Pero un mal uso de la pirotecnia y el incumplimiento de las normas sobre su utilización provocan la mayor parte de las lesiones que suelen ser quemaduras, y se producen sobre todo en las manos, cabeza, cuello y ojos.
La doctora Teresa Sánchez-Minguet, una de las responsables de la unidad de oftalmología del hospital Vithas Valencia Consuelo, recoge recomendaciones para un uso adecuado de los fuegos artificiales y advierte de los riesgos que suponen para la salud visual ya que, después de las manos, los ojos son la zona más expuesta a los accidentes con petardos y fuegos artificiales.
Tal como explica la especialista, “la mayoría de los accidentes que se producen durante las fiestas suelen ser quemaduras y heridas por metralla, o bien porque se hace mal uso de los objetos de pirotecnia o se encienden petardos dentro de botes, latas o botellas que, al explotar, pueden disparar la metralla contra la cara o el cuello. Por esta razón, es muy importante que los niños siempre estén supervisados por un adulto y se utilicen los explosivos en una zona abierta”.
La doctora Sánchez-Minguet hace especial hincapié en la necesidad de la protección ocular con gafas protectoras, “ya que uno de los mayores problemas es el impacto e incrustación de partículas de pólvora en la córnea, el llamado “tatuaje corneal por pólvora” y ante la explosión de un petardo siempre debe ser visto por un especialista para descartar lesiones corneales”.
Otras recomendaciones que subraya la doctora Sánchez-Minguet son “no guardar ningún explosivo en el bolsillo y encender los petardos en el suelo, nunca en las manos ni a la altura de la cara, además, una vez se prenda la mecha, alejarse para evitar el impacto de cuerpos extraños. Además, cuando un petardo o fuego artificial no explote, no debe tocarse, y en ningún caso debe volver a encenderse”, y agrega “si hubiese viento hay que tener especial precaución, ya que el explosivo podría desviarse de su trayectoria”.
La profesional aconseja actuar con mucho cuidado “ante una quemadura ocular hay que lavar con abundante agua limpia sin manipular la herida. Para evitar su infección y antes del traslado del paciente a un centro médico para su valoración, se debe tapar el ojo herido con un recipiente (como un vaso de plástico) sujeto con cinta adhesiva y cubrir el otro ojo con una gasa o toallita, para evitar el movimiento de los ojos”.
Por otra parte, ante una pequeña contusión externa, la doctora Sánchez-Minguet aconseja “aplicar una compresa fría en el ojo afectado sin hacer presión y no usar colirios ni pomadas”.