ALICANTE. La alianza entre la alicantina Sprinter y la cadena portuguesa Sonae, propietaria de las tiendas Sport Zone, ya es una realidad. Según han informado fuentes de la compañía, la 'joint venture' recibió el visto bueno de las autoridades de Competencia europeas el pasado 18 de enero, por lo que el nuevo grupo ya es una realidad: Iberian Sports Retail Group nace con un volumen de facturación acumulado de 500 millones de euros en la Península Ibérica entre las cuatro enseñas que lo forman (a las dos citadas cabe añadir JD, dueño del 51% de Sprinter desde 2011, y a Size, propiedad de esta última).
De esta forma, según las mismas fuentes, "JD Group, JD Sprinter y Sonae han concluido con éxito las negociaciones iniciadas en el primer trimestre de 2017, con el cumplimiento de todas las condiciones suspensivas dependientes de terceros. Entre estas condiciones se destaca la aprobación por la Autoridad de Competencia Europea, concedida el día 18 de enero de 2018".
Con el cierre de este acuerdo se unifican las operaciones de las cuatro insignias, con un volumen de negocio agregado superior a 500 millones de euros en 2017 y una cuota de mercado del canal deportivo del 11% en la Península. El nuevo grupo dispone de una red de más de 300 tiendas en Portugal y España y más de 6.000 colaboradores, lo que lo convierte en el segundo mayor operador del sector en la Península Ibérica, tras Decathlón.
El nuevo CEO del grupo, según las mismas fuentes, será Miguel Mota Freitas, quien ha señalado que "la nueva joint venture se convertirá en un gran operador multimarca, líder del retail deportivo en la Península Ibérica. Esta unión nos va a permitir una mayor eficiencia operativa. Queremos continuar creciendo para ser el canal de retail deportivo de referencia en Portugal y en España, proporcionando al cliente una amplia oferta omnicanal de marcas y productos deportivos". La experiencia de las cuatro enseñas implicadas en el negocio del deporte permitirá, a su juicio, una gestión estratégica y operativa que "marcará la diferencia en el mercado, a la par que mejorará las economías de escala y permitirá elevar los niveles de rentabilidad".
Sprinter, fundada en Elche en 1995 por las familias Bernad y Segarra, rozó en 2016 los 200 millones de euros de facturación, tras incrementar sus ventas un 20%. Como ha contado este diario, la enseña está ultimando su traslado al polígono de Las Atalayas de Alicante, donde prevé instalarse a mediados de año tras culminar la construcción de su silo robotizado. La familia Bernad salió del accionariado de la enseña ilicitana a mediados del pasado año, tras el principio de acuerdo con la portuguesa Sonae, de modo que los hermanos Segarra se han quedado como únicos representantes de la provincia en el nuevo holding, donde los portugueses tendrán el 50% del capital y JD otro 30%.
