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AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

¿A qué juega la Rusia de Putin?

Dicen los tratadistas que, en política internacional, los rusos mueven sus fichas como si jugaran al ajedrez y los americanos mueven sus cartas como si jugaran al póquer

17/10/2015 - 

Las últimas noticias sobre Rusia como son la participación de efectivos rusos en el conflicto sirio o el informe holandés sobre el misil ruso y el derribo del Malasia Airlines, parecen estar llevándonos a épocas ya pasadas que recuerdan a la Guerra Fría. ¿Esto responde a un plan predefinido a largo plazo o son simples movimientos tácticos cortoplacistas y coyunturales?

Dicen algunos tratadistas que en los movimientos geopolíticos, más si son complicados, los rusos mueven sus fichas como si jugaran al ajedrez mientras que los estadounidenses mueven sus cartas como si jugaran al póquer. Esta frase expone dos filosofías bien diferentes, mientras que para actuar los eurasiáticos lo hacen siempre con un estricto plan preestablecido, los americanos, por su parte, con un espíritu de frontera o del Far West, solucionan los problemas justo en el borde del precipicio. Estos dos posicionamientos nos pueden hacer entender el porqué de la situación de muchos conflictos actuales.

Desde la caída de muro de Berlín, la antigua Unión Soviética ha ido retrocediendo en sus fronteras y en su colchón de seguridad (al desaparecer el Pacto de Varsovia), e incluso menguó su país al dividirse en 15 repúblicas, de 22.402.200 km2 pasó a 17.125.246 km2 (es decir disminuyó en 10 Españas) y de unos 290.000.00 habitantes (año 1991) ha pasado a unos 145.000.000 hab. (2014). Esto además de otros factores ha provocado en las entrañas del orgulloso pueblo ruso cuanto menos una cierta melancolía de épocas más gloriosas si no cierto resquemor.

Con el comienzo del siglo XXI y la mejora de su situación económica gracias a los ingresos de los hidrocarburos, permiten volver a situar a Rusia en primera fila de la economía global, con unas inmejorables relaciones con Occidente.

Los ingresos por hidrocarburos han permitido a Rusia recuperar su papel de gran potencia

Esta nueva situación financiera unida al liderazgo desde hace 15 años de un miembro de la antigua nomenclatura, les ha permitido a los rusos volver a actuar como una gran potencia. Y no hay duda que con la gran extensión del territorio (país más grande de la tierra), tener aproximadamente 145 millones de habitantes y grandes reservas de materias primas y de energía, y el hecho de que sigue siendo una potencia nuclear (segunda del mundo) les ha capacitado para recuperar un más que notable posicionamiento internacional.

Pero la buena sintonía con la UE y los EEUU empezó a cambiar a partir de casi la mitad de la primera década del nuevo siglo. Tras las “revoluciones de colores” en países de su área de influencia, como la naranja en Ucrania en 2004 o la de Georgia un año antes, las sucesivas ampliaciones de la UE hacia el este en 2004 y 2007 , el escudo antimisiles de la OTAN, el apoyo occidental a la independencia de Kosovo en 2008, el planteamiento de la posible incorporación a la OTAN de Ucrania y Georgia en la primavera del 2008, ha provocado que claramente desde ese año las relaciones Este – Oeste hayan sido un camino plagado de espinas.

Estos tropiezos entre la Federación Rusa y Occidente han sido numerosos, el despliegue de bombarderos estratégicos rusos en el Mar del Norte llegando hasta el Caribe, la visita de buques de esta federación también a puertos del Caribe (igual que en la Guerra Fría), el conflicto con Georgia en 2008 dejando claro que quería recuperar su antigua área de influencia, la intervención en el conflicto de Siria, tanto en el Consejo de Seguridad como con apoyo logístico a Al-Assad, el conflicto del este de Ucrania y Crimea, el significativo hecho de aprobar en la primavera de 2014 el derecho a la nacionalidad rusa a ciudadanos “rusófonos” que estén en las antiguas repúblicas soviéticas, y en este 2015 con la participación de las Fuerzas Armadas rusas en la guerra de Siria, ha llevado a los dirigentes del Kremlin a posicionarse claramente en frente de los puntos de vista de Occidente, llegando a ser objeto incluso de sanciones.

Si el objetivo, evidentemente, no es arrebatarle el liderazgo a EEUU a escala Global, sí que puede ser el erigirse como líder regional del espacio eurasiático conectando dos grandes potencias económicas mundiales, China y la UE (reflejo por otra parte de las dos almas rusas, la europea y la asiática). Aunque parece que los norteamericanos con el reciente tratado del Pacífico TPP y con el futuro TTIP con Europa, ambos de libre comercio, no se lo va a poner fácil ni a los rusos ni a los chinos; y además en medio de todo estamos los europeos…pero eso será otra historia.

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