VALÈNCIA (EFE). El portavoz provisional del PSOE en el Congreso y secretario provincial del PSPV de Valencia, José Luis Ábalos, ha dicho este jueves que "el 'susanismo' ya está finiquitado, si es que alguna vez lo hubo", porque "la operación no ha salido bien, los apoyos no han funcionado adecuadamente" a la presidenta andaluza.
En una entrevista con la Agencia EFE, Ábalos (Torrent, Valencia, 1959) se ha mostrado confiado en que el reciente proceso de primarias que ha atravesado su partido no deje cicatrices, aunque advierte de que "si uno se instala en el trauma, puede vivir en el resentimiento".
Ábalos fue vicecoordinador de la campaña de Pedro Sánchez y es una persona de su máxima confianza -en apenas 30 minutos de entrevista ha atendido dos llamadas del líder socialista- y uno de los artífices de su victoria en las primarias.
"Todo el equipo de Sánchez nos sentimos muy aislados, sobre todo al principio, porque su salida fue muy traumática. Se nos estigmatizó, se nos hizo ver que hacíamos daño al partido. Además, el viraje de la posición política del PSOE permitió gobernar al PP", señala.
A su juicio, "a poco que se hubiese empatizado con la militancia nos habríamos dado cuenta de que había un debate pendiente desde la derrota de 2011 sobre las respuestas políticas a la crisis, que en buena medida han dado pie a la aparición de Podemos".
Para Ábalos, resulta evidente que en la victoria de Sánchez hay una componente clave de reprobación de la militancia, pero también "un buen programa", porque "se ha condenado la soberbia, los ejercicios de fuerza, las malas formas para acabar posibilitando un gobierno de la derecha", y al mismo tiempo se ha logrado proyectar un "imaginario superior" al del propio programa, "como en el 82".
Preguntado sobre si cree que las primeras reacciones de los "barones" socialistas favorecen la recomposición del partido, el nuevo portavoz entiende que "sí, pero con matices. Se han dado cuenta de que cabía rectificar" y añade que "muchos son presidentes autonómicos y tienen un espacio y una responsabilidad tremendas".
Sobre su nueva labor al frente de la portavocía socialista en el Congreso, asegura: "Lo primero es la tranquilidad, dar confianza y reponer el buen ambiente. Hasta que no haya una nueva dirección no va a pasar nada, vamos a dialogar con todas las fuerzas pero no nos vamos a echar al monte, porque el impulso del nuevo proyecto lo debe dar la nueva dirección".
"Estamos en fase congresual, la gestora la sigue dirigiendo el PSOE en coexistencia con el nuevo secretario general. Hay que procurar que ese equilibrio se vea también en el grupo parlamentario", agrega este exconcejal del Ayuntamiento de València.
Respecto a la moción de censura presentada por Podemos, quizá el asunto más importante junto con el debate de presupuestos en el que deberá ejercer como portavoz, Ábalos insiste: "Compartimos el objeto pero no su génesis, desarrollo ni alternativa".
"No podemos apoyarla. Ha sido concebida desde la unilateralidad, en un momento difícil para el PSOE, y Podemos la ha utilizado para adquirir protagonismo. Está por decidir si votaremos en contra o nos abstendremos", añade a EFE.
Asimismo, advierte de que "una moción de censura infructuosa podría incluso fortalecer a Rajoy" y considera que las críticas de Podemos al pacto alcanzado entre el PSOE y Cs en febrero del año pasado "es la coartada" de aquellos "para aliviar su responsabilidad respecto a la permanencia de Rajoy en el Gobierno".
"Esa alianza tenía compromisos claros. El acuerdo respondía a un ideario socialdemócrata, no de centro-derecha, y es importante atraer -a Ciudadanos- a este espacio, porque si no reducimos las posibilidades del cambio en España. De la denominada nueva política no hemos visto más consecuencias que la fractura y la polarización, pero la auténtica nueva política es la que ha expresado el PSOE a través de su militancia, es la capacidad de transformación interna".
Sobre la próxima Ejecutiva socialista, Ábalos defiende "recuperar la historia del partido" y diseñar un organigrama sin "barones" porque la presencia de secretarios autonómicos "no ha sido operativa", muchos de ellos tienen funciones de gobierno y "no hace falta ninguna vigilancia".
A su juicio, "en 2014 se produjo ese exceso" respecto a la representación de los líderes autonómicos en la dirección del partido "y ahora cuesta corregirlo".