MADRID (EP). Abengoa prevé cerrar la venta del 16,5% que conserva en Atlantica Yield a Algonquin "en los próximos días", lo que junto a la desinversión en el proyecto de cogeneración A3T en México le permitirá reducir su deuda financiera, que alcanzaba a cierre de septiembre los 4.700 millones de euros. Así lo indica la compañía en una presentación de sus resultados en los nueve primeros meses remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), donde detalla que ya ha alcanzado un acuerdo para la venta de la participación remanente en Atlantica Yield, que está pendiente solo de la aprobación del Departamento de Energía de EEUU.
El precio de venta de la participación es de 20,90 dólares brutos (18,54 euros al cambio actual) por acción. Abengoa redujo su deuda corporativa bruta en los nueve primeros meses gracias a la venta de un paquete del 25% en Atlantica Yield, y espera que en los próximos días, una vez se materialice la venta del 16,5% que le queda, pueda repagar 325 millones de dólares. Actualmente, la compañía gestiona aproximadamente 932 millones de euros en líneas de financiación pendientes que apoyan su actividad comercial. Adicionalmente, los pasivos de Abengoa incluyen unos 1.100 millones de deuda financiera correspondiente a empresas clasificadas como mantenidas para la venta (principalmente líneas de transmisión y bioenergía en Brasil).
Abengoa cerró los primeros nueve meses del ejercicio actual con unas pérdidas netas atribuidas de 213 millones de euros, en comparación con los beneficios de 4.733 millones de euros contabilizados en el mismo período de 2017. Esta fuerte caída de sus ganancias se explica por los menores extraordinarios y por los costes financieros, que se vieron "parcialmente compensados" por la venta del 25% de Atlantica Yield. Las cuentas de la compañía arrojaron un resultado financiero negativo entre enero y septiembre de 368 millones de euros, lo que supone una fuerte variación respecto a la cifra positiva de 5.653 millones de dichos meses de 2017.
Abengoa subrayó que en 2017 sus resultados se vieron afectados de forma positiva por la reestructuración de la deuda financiera, al tiempo que sufrieron el efecto del gasto financiero en 2018 en relación con los contratos de financiación de New Money y Old Money. Durante los nueve primeros del año, la firma contabilizó una cifra de negocio de 896 millones de euros, lo que se traduce en una disminución del 18,5% en comparación con los 1.100 millones de euros que ingresó hasta septiembre de 2017. Esta variación se debe a la finalización de proyectos en construcción en 2017 y por el retraso en el inicio de proyectos contratados a finales de 2017 y principios de 2018
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) en lo que va de año alcanzó 135 millones de euros, un 95% más, un incremento que se justifica por la ausencia de gastos de reestructuración, así como por los menores costes de estructura y la mayor rentabilidad de los proyectos en construcción.