VALÈNCIA. Las Fallas de 2018 han dado una de cal y una de arena. Más conscientes que nunca de su papel como agente transformador de la sociedad, tanto desde el Ayuntamiento de València como desde las comisiones en particular se han impulsado proyectos de carácter solidario o con el objetivo de fomentar el respeto a la libertad sexual y diversidad de género. Iniciativas como esta se han visto empañadas por dos ataques homófobos en los que han sido destrozados distintos ninots. También son las Fallas de la mujer, un momento clave para el feminismo del que, como no podía ser de otra manera, también la fiesta grande de València tiene mucho que decir. Entre unas y otras cuestiones, estos son los aciertos y errores de las Fallas 2018:
En un momento en el que la conversación sobre feminismo está en su punto álgido en todos los ámbitos de la sociedad, el gobierno municipal quiso poner negro sobre blanco la situación de la mujer en las Fallas, su papel y cómo es representada. A propuesta del Consell de les Dones i per la Igualtat del Ayuntamiento de València, el esperado estudio fue defendido por muchos y, también, causó revuelo entre ciertos sectores. Finalmente se optó por dejar el asunto en stand-by con la promesa de que se ponga en marcha de cara a las Fallas de 2019.
“Me gustaría que lucháramos todos juntos por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres, porque en nuestra fiesta la mujer tiene un papel clave y fundamental”. Esta frase la pronunció Rocío Gil, fallera mayor de València, en su discurso en la Crida. Si el estudio ha quedado aparcado por al Ayuntamiento, lo cierto es que sí ha sido un año en el que se han conquistado nuevos espacios. De esta forma, Reyes Martí -que desde hace años tenía asegurado el hueco del 8 de marzo en el calendario de las mascletaes- se ha convertido en la primera mujer en la historia en disparar la Nit del Foc y la cremà de las fallas. Por lo que respecta a la imagen de la fiesta, este año el histórico de carteles suma dos nombres de mujer a la cortísima lista de autoras en el último siglo. En este caso son María Pradera y Lorena Sayavera (Estudio Yinsen) quienes han firmado la campaña gráfica de las Fallas.
La imagen de carritos de bocadillos, churros y bebidas a pocos metros de la Lonja -único Patrimonio Material de la Humanidad de la ciudad- se ha convertido en una imagen habitual en Fallas... no por ello poco controvertida. Entidades como la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural han denunciado la vergonzante acumulación de basura en entornos protegidos, una cuenta que cada año está en la lista de deberes pero que nunca se llega a atajar.
Con más de 173.000 seguidores en Instagram, un estilo que ha conquistado espacios como un château francés del siglo XIX y marcas como la joyería Suarez, estaba claro que el impacto mediático de Okuda no iba a tener rival. Y así ha sido. El creador santanderino fue el elegido como diseñador de la falla municipal de este año, una pieza llevada a cabo con los artistas falleros Latorre y Sanz. Bajo el lema ‘Equilibri universal’, el artista urbano puso sobre la mesa una oferta alejada de todo aquello que hasta el momento se había visto en la plaza del Ayuntamiento, el lugar donde más difícil es arriesgar. Pese a que muchos auguraron una fuerte división de opiniones, lo cierto es que a la postre el monumento ha resultado en un éxito de público y de impacto mediático. ¿Una prueba? Miren su Instagram.
El éxito mediático de la falla firmada por Okuda no se ha visto reflejado un año más en las piezas indultadas en la Exposició del Ninot. Aunque de una ejecución técnica exquisita, no son pocos los que lamentan cada ejercicio que las escenas ganadoras son demasiado similares año tras año, un patrón que pasa por las escenas tradicionales, familiares y en las que no faltan los abuelos o nietos. La falta de variedad afecta directamente al Museu Faller, uno de los centros expositivos más visitados de la ciudad, cuyo discurso museográfico está sujeto a la voluntad popular, mediante la que cada año se añaden nueva piezas al museo de Monteolivete.
Entre los muchos proyectos que cada año se generan desde las fallas con un fin solidario, este ejercicio se ha puesto en marcha muy especial. Un grupo de 200 mujeres afectadas por cáncer de mama plantaron 'al tombe', es decir, a pulso, el monumento de la Falla Palleter-Erudito Orellana, una creación del artista Manolo García titulada 'Plantar la Esperanza'. Esta acción sirvió además para recaudar fondos para apoyar al grupo de investigación de Incliva (Instituto de Investigación del Hospital Clínico de Valencia) liderado por la oncóloga Ana Lluch, un proyecto que va más allá de la propia falla y en torno al que se han recogido firmas para solicitar un cambio de la Ley de Mecenazgo nacional que favorezca la donación con este fin. De igual forma, durante la semana de Fallas, se llevaron a cabo talleres, jornadas divulgativas y otras actividades para "desestigmatizar y normalizar la enfermedad, dar apoyo a pacientes, familiares y al público en general, a la vez que concienciar sobre la importancia de la investigación", indicaron desde la organización.
Los ataques contra la diversidad sexual han salpicado unas Fallas que han trabajado especialmente por visibilizar la libertad y por defender los derechos LGTBI. Hasta dos monumentos que trataban este tipo de cuestiones fueron atacados, ninots que abanderaban la visibilidad del colectivo. El primero de ellos, correspondiente a la comisión República Argentina-Doctor Pallarés Iranzo (L'Amistat), un ninot que mostraba un beso entre dos chicos -uno blanco y otro negro- creado por el artista Cristian Garcia Carrasco y que los falleros hallaron “destrozado”. El segundo ataque, un día después, en la comisión Carrer de Dalt-St. Tomás. Precisamente la falla creada por Víctor Valero ha sido una de las que ha recibido el premio Arco Iris del colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de València Lambda "por la defensa de los derechos de los niños y niñas trans en un marco de inclusión y esperanza en un futuro sin acoso escolar".
Ataques como los mencionados justifican la existencia de medidas concretas para fomentar el respeto a la libertad sexual en la fiesta. A la campaña de la asociación Lambda por popularizar el cantico ‘Borinot el que no bote’, este año el Ayuntamiento de València impulsó una doble campaña con el objetivo de mostrar una fiesta abierta y para todos y todas. La primera, el sello ‘Casal faller segur i lliure de masclisme i de LGTBIfòbia’, que animaba a las distintas comisiones a evidenciar con este distintivo que los casales son espacios libres y respetuosos; la segunda campaña, la publicación del decálogo ‘Volem unes Falles…’, un manual de conducta para la buena convivencia que trata cuestiones sexistas y machistas, así como la xenofobia o la intolerancia hacia la diversidad sexual.
La denuncia al concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, por un posible fraccionamiento de contratos ha marcado sin duda la actualidad política y -por ende- festiva en la semana de más actividad para el edil de Compromís. Así, el Juzgado de Instrucción número 2 de València ha abierto una investigación y ha solicitado a la Policía que indague sobre posibles vínculos entre el edil, Compromís y cuatro empresas, tras la denuncia del asesor del Partido Popular de Valencia Luis Salom.
Como fiesta multidisciplinar las Fallas viven de crear lazos con profesionales de distintos ámbitos. En 2018 parece que quien se lo han tomado más en serio han sido los arquitectos, que han tendido la mano de manera firme a la fiesta. Es este aspecto han sido clave ejemplos como el de los despachos Nituniyo y Memosesmás, reconvertidos en artistas falleros y galardonados por sus proyectos con el Premio Nacional de Arquitectura Efímera Emporia, o Miguel Arraiz, artífice junto a David Moreno de ‘Reinaixement’ -la ‘falla’ del Burning Man-. Con este background, en esta ocasión ha sido el propio Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV) el que se ha puesto manos a la obra con proyectos específicos en torno a la fiesta. De esta forma, la entidad ha centrado la octava edición del 'Debate de ciudad' a la relación de la urbe con las Fallas y, además, ha organizado una exposición en su sede en la que presenta ejemplos de conexiones entre las la fiesta y distintos arquitectos así como una visita guiada por las fallas experimentales e innovadoras.