MADRID (EP). ACS compite por el contrato de construcción y posterior explotación de un puente entre Canadá y Estados Unidos, una infraestructura de 2,5 kilómetros de longitud que unirá Windsor y Detroit, presupuestada en unos 2.100 millones de dólares (unos 1.900 millones de euros).
El grupo que preside Florentino Pérez lidera uno de los tres consorcios que han sido invitados a presentar oferta para hacerse con el proyecto, de entre los seis que solicitaron participar en el proceso.
En caso de lograr el denominado 'Gordie Howe International Bridge', ACS reforzaría la destacada presencia con que cuenta en el sector de la construcción y las concesiones de Norteamérica, un mercado estratégico para la compañía.
Además, supondría lograr la construcción de dos 'macropuentes' en la misma zona en un año. El grupo ya se hizo en abril de 2015 con la construcción del nuevo puente St.Lawrence de Montreal (Canadá), de 3,4 kilómetros de longitud.
ACS compite por este proyecto con un consorcio liderado por la constructora estadounidense Betchel y con otro encabezado por una alianza entre la francesa Vinci y la canadiense SNC Lavalin.
Estos son los tres grupos a los que ha invitado a presentar oferta para lograr el contrato la Windsor-Detroit Bridge Authority (WDBA), según informó este organismo público constituido para gestionar la promoción y construcción del puente.
El consorcio de 'sello español' que lidera ACS lo completan las estadounidenses Fluor, Aecon Construction Group y Turner.
Con la construcción de este puente, decidido y anunciado en 2008 y que cruzará el río Detroit, el Estado de Michigan y la provincia de Ontario pretenden articular un "nuevo, seguro y eficiente" paso transfroneterizo.
Asimismo, se busca atender el aumento de movilidad estimada para la zona, dado que se prevé que el puente registre el tráfico de unos 26.500 vehículos diarios en el horizonte de 2025.
El proyecto supone la construcción de cuatro infraestructuras. Además del puente, incluye la ejecución de los dos correspondientes pasos fronterizos y de un intercambio de carreteras del lado estadounidense.
En cuanto al puente, de 2,5 kilómetros de longitud, contará con seis carriles, tres para el tráfico procedente de un país y otros tres para el del otro. Además tendrá un trazado de 850 metros en los que cruzará el río en suspensión, sin ningún pilar de apoyo. En sus extremos, conectará con la autopista canadiense 401 en Windsor y con la estadounidense I-75 en Detroit.
ACS y los otros dos consorcios internacionales invitados a participar en el concurso público por el que se adjudicará el proyecto deberán ahora presentar sus respectivas ofertas, a la WDBA, que prevé adjudicar el proyecto a finales de año, con el fin de que los trabajos de construcción arranquen en 2017 y el nuevo puente esté listo en 2020.