ACS sigue sumando contratos en sus países estratégicos: gana otro en Perú

MADRID (EP). ACS, a través de su división industrial Cobra, se ha adjudicado un contrato de obras en una refinería de Perú por un importe de 792 millones de euros, según informó la compañía. El grupo que preside Florentino Pérez refuerza de esta forma su presencia en el país andino, así como la cartera de obras de Cobra, que ya ha logrado proyectos por 5.500 millones en lo que va de año.

El contrato logrado ahora consiste en la ejecución de las instalaciones auxiliares de la nueva refinería de Talara, promovida por la compañía Petroperú. Cobra ya ejecuta actualmente trabajos en otra refinería de esta compañía, la de Conchán, concretamente en instalaciones de almacenamiento de hidrocarburos. Además, el proyecto se añade a otros que también acomete en Perú, como son el de abastecimiento hidráulico y el regadío de la pampa de Mes, un trabajo valorado en 508 millones de euros, una línea de transmisión eléctrica por 110 millones y varios contratos de comunicaciones para Movistar.

ACS está desde hace más de quince años en Perú con su división industrial, que tiene en el país una plantilla de unos 6.000 empleados. El grupo de construcción y servicios se hace con este contrato apenas una semana después de lograr en Estados Unidos el proyecto de ampliación del sistema de Cercanías ferroviarias de la Long Island, en Nueva York. Asimismo, lo consigue días después de que su filial australiana Cimic consiguiera trabajos en el 'megaproyecto' del túnel que se construirá bajo el centro de Melbourne para ampliar la capacidad de la red del metro del país.

ACS sigue sumando contratos en sus países estratégicos mientras en España está pendiente de la batalla de OPAs que libra por hacerse con el control de Abertis. La oferta presentada por este grupo de concesiones, valorada en 18.600 millones de euros compite por la formulada por la italiana Atlantia. No obstante el Gobierno ha requerido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que anule la aprobación dada a la oferta transalpina por no haber pedido autorización administrativa para la operación.