VALÈNCIA. El veto total a los pisos turísticos en la mayoría del casco histórico de València ya es una realidad. La Comisión de Urbanismo de la Generalitat Valenciana dio luz verde el pasado 18 de diciembre a la modificación del Plan Especial de Ciutat Vella (PEP) aprobada por el Ayuntamiento, que supone la prohibición de implantar viviendas de uso turístico en gran parte del distrito, concetamente en los barrios de El Carme, La Seu, El Mercat y parte de la Xerea.
La comisión autonómica valida así el acuerdo municipal, que entrará en vigor tras su publicación este miércoles en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Considera la comisión que la modificación "justifica el interés público" al impulsar un modelo turístico "hacia pautas territoriales sostenibles" e incentivar la "rehabilitación urbana" y la "recuperación residencial", y que pretende "reducir la gentrificación" y "mejorar la calidad del barrio", por lo que aprueba definitivamente la normativa urbanística del consistorio.
El acuerdo del Ayuntamiento de València, aprobado en el pleno del mes de septiembre, se tomó después de que la justicia estimara el recurso de la patronal de pisos turísticos Viutur y anulara parte de la regulación contenida en el Plan Especial del gobierno anterior, dirigido por Compromís y PSPV. Primero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) atendió las pretensiones de la patronal turística y más tarde el Tribunal Supremo ratificó el fallo, en julio de 2023.
Las normas urbanísticas iniciales calificaban como zona de prioridad residencial los barrios de El Carme, La Seu, El Mercat y parte de la Xerea, donde se prohibieron todos los usos hoteleros (con alguna excepción) y permitió las viviendas turísticas 'ocasionales' -alquiladas por un titular residente durante 60 días al año como máximo y con el visto bueno de la comunidad de propietarios-. En el resto del distrito, calificado como de predominancia terciaria, se permitían las viviendas turísticas 'profesionales', en edificio exclusivo.
Lo que hizo la sentencia del TSJ, después confirmada por el Supremo, fue vacíar de contenido las limitaciones de las viviendas turísticas 'ocasionales', entre otros motivos por falta de motivación en la decisión consistorial. Por lo que, tras el fallo, la concejalía de Urbanismo, en aquel momento dirigida por la socialista Sandra Gómez, inició el cambio del plan para "imposibilitar" que en el ámbito más residencial "las viviendas se destinen a satisfacer circunstanciales necesidades de alojamiento temporal por razones de turismo o vacaciones", aunque se siga "permitiendo el uso de vivienda turística [...] en edificios de uso exclusivo" en la zona más terciarizada del casco histórico.
Finalmente, el Ayuntamiento aprobó en septiembre del año pasado la modificación a instancias de la concejalía que ahora encabeza el popular Juan Giner. Mientras, la asociación de propietarios de pisos turísticos considera la nueva normativa una forma de eludir la sentencia y sigue su periplo judicial para conseguir que el último fallo sea firme y se lleve a ejecución. Así, ya ha adelantado que recurrirá esta última modificación, que supone un veto total al uso de vivienda turística en cerca de dos tercios del casco histórico.
Quedan fuera de la prohibición, por tanto, el barrio de Sant Francesc, y una parte de La Xerea correspondiente a la Plaza del Patriarca y la conocida como 'milla de oro' de la ciudad, que el consistorio considera áreas ya terciarizadas pese a las quejas vecinales. En esta zona (color cian en el mapa superior), ya se permitían desde el principio nuevos hoteles y viviendas turísticas en bloques exclusivos. Con todo, inicialmente preveía una distancia mínima entre bloques de pisos turísticos de 150 metros, una limitación que ahora desaparecerá con el cambio.
En Sant Francesc, ya existen actualmente edificios de uso mixto, que combinan inmuebles residenciales con actividades terciarias, como oficinas. Por ello el plan, en este contexto, establece una limitación, que impide a los usos terciarios ocupar más de la mitad del espacio construido en una parcela. Restricción que afecta, por tanto, también al uso hotelero, que debe situarse siempre por encima de los otros usos terciarios y debajo de los usos residenciales.
En esta zona eminentemente comercial aglutina la mayoría del área de terciario exclusivo (color violáceo del mapa), donde se veta completamente las nuevas viviendas turísticas y se permiten los hoteles y establecimientos similares siempre que se ubiquen en edificios de uso exclusivo. También lo podrán hacer en edificios que compartan con otros usos terciarios, como oficinas, comercios o locales recreativos, pero siempre por encima de ellos. En el caso de estar en la misma planta, el establecimiento hotelero deberá contar con accesos a la calle independientes.
Cabe recordar que el distrito de Ciutat Vella no está afectado por la moratoria que, el pasado mes de mayo, aprobó el pleno municipal para suspender las licencias de pisos turísticos durante un año en la ciudad de València. En el acuerdo se especificó que tanto el barrio del Cabanyal-Canyamelar como el casco histórico quedaban fuera de la moratoria dado que cuentan con una regulación propia para los apartamentos turísticos. Por lo que el veto temporal en toda la ciudad no afecta a las zonas del centro donde esté permitido este uso y con las condiciones que fija el Plan Especial.