Actividades frena la reforma de la ordenanza de ruido de València

VALÈNCIA. La nueva ordenanza de ruido de València no saldrá adelante este mandato. Los plazos son demasiado apretados ya de por sí, pero un informe del servicio de Actividades pone un obstáculo más para que se acabe aprobando antes de mayo. La reforma de la normativa contra la contaminación acústica, impulsada por la concejalía de Medio Ambiente que encabeza Pilar Soriano, no puede llevarse a cabo sin contar con una evaluación acerca de los efectos que ha tenido su predecesora, según el documento emitido por Actividades.

Explica el servicio que es necesario contar "con el resultado de las evaluaciones aplicadas para entender cumplidos o incumplidos los propósitos ínsitos en la ordenanza anterior vigente", basándose no sólo en la normativa nacional de régimen jurídico del sector público, "sino en el más estricto campo de la producción normativa local". En román paladino: para reformar una ordenanza, hay que argumentar cuáles han sido las repercusiones del texto a modificar, algo que en el caso de la normativa de ruido que quiere sacar adelante la delegación de Soriano, no ha ocurrido.

"Cualquier tipo de nueva regulación -prosigue la argumentación- sin tener en
cuenta los efectos reales de la anterior", podría, por una parte, no producir los efectos que se buscan, pero siendo además imposible hacer un balance sobre la consecución de los objetivos propuestos. A tres meses de los comicios municipales, se da por supuesto ya que, salvo improbable tramitación de urgencia, esta nueva normativa, que lleva en proceso de redacción cerca de tres años, no verá la luz por este Govern de La Nau.

La ordenanza, que pretende atajar lo que se considera entre los vecinos como uno de los principales problemas de la ciudad, incluye, tal y como adelantó Valencia Plaza, restricciones a los locales que ocasionen molestias por sus terrazas en la calle. De hecho, este punto protagoniza un capítulo propio en el que se explica que, si alguien presenta reclamaciones ante el consistorio por el ruido de una terraza, la Policía Local debería constatar las molestias y "el Ayuntamiento podrá imponer medidas correctoras para garantizar el derecho de los vecinos al descanso".

Estas "medidas correctoras" consistirían, en primera instancia, en la reducción del horario autorizado de las terrazas en una hora. Pero la sanción sería progresiva si se dan más quejas. Si desde el primer aviso y durante el año siguiente se producen nuevas quejas, acreditadas siempre por los agentes policiales, se reduciría una hora más su horario. Un régimen que, por ejemplo, piden esclarecer en la oposición. De hecho Ciudadanos ha pedido que se explique, por ejemplo, la forma de recuperar la autorización pasado un tiempo.

El texto también incluye otras novedades como que las alarmas de vehículos y viviendas no puedan durar más de cinco minutos o la prohibición de escuchar música con altavoces y la puertas abiertas en vehículos estacionados. Además, establece un horario -hasta las diez de la noche- para aquellas actividades que se lleven a cabo en los patios de los colegios con el propósito de favorecer el descanso de los vecinos. Uno de los motivos para reformar la normativa, y es una cuestión que también está plasmada en el borrador, es la regulación de los toques de campanas.

Ahora bien, todas estas medidas amenazan con quedar en agua de borrajas por el nuevo contratiempo que implica la comunicación del servicio de Actividades. Este jueves se celebró la Comisión de Medio Ambiente en el Ayuntamiento y uno de los puntos del orden del día era el estado de tramitación de la nueva normativa. Así pues, la delegación de Soriano comunicó al resto de representantes municipales que "se está ultimando el texto desde el punto de vista técnico, estando a la espera de informe de uno de los servicios con competencias en la materia para poder ultimar la redacción y remitirlo al Servicio Jurídico". Se sobreentiende, aunque no se explicite, que la cuestión está encallada en Actividades.